Mi marido se ha ido un par de días a París por trabajo, allí se encuentra la sede de su empresa y aunque no con frecuencia, de vez en cuando tiene reuniones en la bella capital francesa. Ojalá tuviera la suerte de alojarse en un sitio como el que os enseño hoy, el Hotel Paradis, claro que es del tipo de hoteles que se disfruta más en compañía (así que mejor lo dejamos para otra ocasión, cuando pueda ir conmigo). Cabría pensar por las imágenes que se trata de un hotel carísimo apto para pocos bolsillos, pero no es así, los precios son bastante asequibles (entre 90 y 200€ la suite), así que quizás algún día…
Desde la recepción ya se puede intuir qué encontraremos, un cierto aire vintage e industrial recorre las zonas comunes, alcanzando su máximo esplendor en las habitaciones. Allí, me ha llamado la atención sobre todo los tapizados y los papeles pintados, quizás algo osados para mi gusto, pero teniendo en cuenta que es un hotel, no te da tiempo a cansarte. Si a los textiles y revestimientos le sumamos una genial elección de las luminarias, el resultado es de puro confort.
¿Sería yo capaz de ir a París y quedar seducida por una habitación en lugar de visitar la ciudad?, quién sabe…