Sobriedad casi monacal en sus interiores, para que nada reste importancia a este maravilloso trabajo obra de los arquitectos Mansilla+Tuñón. Nos hallamos en la plaza de San Mateo número 1, en pleno casco histórico de Cáceres, donde encontramos el Atrio Restaurante Hotel, de la cadena Grand Chef Relais & Châteaux.
Un hotel capaz de cumplir doble función, por un lado recibirte entre sus acogedoras y sencillas instalaciones, y por otro deleitar los paladares más exigentes en el restaurante Atrio, propiedad de José Antonio Polo Criado y Toño Pérez, uno de los más prestigiosos de España (tiene dos estrellas Michelín) y que cuenta con una de las mejores bodegas del mundo (ya solo por eso, merece la pena ir).
Las 14 habitaciones del hotel se caracterizan por un interiorismo sencillo pero a la vez envolvente. Son piezas de marcado estilo nórdico muy funcionales, que aportan el equilibrio restando frialdad a la sobriedad que impera en los ambientes. Lo que más me gusta es el entramado de maderas que recorren los pasillos y techos alrededor del patio central, seguro que al caer la tarde crean un juego de luces y sombras digno de ver. Y a pesar de ser una arquitectura moderna erigida en un entorno histórico, nada desentona, un lugar al que sin duda me encantaría ir.

