Me sentía hoy en la necesidad de compartir espacios limpios y serenos, en un afán por buscar tranquilidad, sencillamente porque la enfermedad se ha instalado entre las paredes de mi casa. Palabras textuales del pediatra hace un par de horas ¡menudas anginas de caballo!, esto iba por mi hija pequeña que lleva dos días enferma. Como el tiempo no deje de hacer el loco, seremos piezas de dominó a su merced cayendo uno tras otro, cual chinches.
La fotografía de Mali Azima es todo un bálsamo anti estrés. Con el blanco por bandera acompañado por elementos naturales como la madera o la piedra, e incluso con toques de color, me quedo embobada mirando las imágenes y por un momento puedo olvidar que esta semana, además de mis quehaceres habituales, me tocará ser enfermera también, ¡qué viva el pluriempleo! Ah, la última imagen sé que tiene poco de blanco, pero el espacio no puede ser más bonito, así que tenía que incluirla.
Os dejo con estas preciosas fotografías que alegran la vista y los sentidos, yo me voy a cuidar de mi pequeña…