Acabo de conocer al diseñador e interiorista Frank Roop, y creo que podría afirmar que ya se encuentra entre mis favoritos. Lo que más me ha llamado la atención es el uso que hace del color, sobre una base de tonalidades que van desde los suaves grises a los pálidos azules, destaca zonas con más colorido mezclando verdes pistachos, rojos, dorados, rosas, ¿quién dijo que no se pueden combinar más de dos colores en un mismo ambiente?.
Seguramente habéis oído alguna vez la frase ¿qué fue primero el huevo o la gallina?, es lo que he pensado al ver que en varias fotografías, las obras de arte comparten tonalidades con los textiles, complementos, o tapizados. No sé de dónde vino la inspiración, pero si hay que partir de algo, qué mejor posesión que una obra de arte para ser la precursora de un ambiente.
Además del uso del color, otras características me han llamado la atención. La primera es su eclecticismo, admirable. Hay piezas que me pregunto dónde las habrá conseguido, como una mesa formada por múltiples patas de hierro que sostienen, lo que podrían ser los trozos del tronco de un árbol cortado de manera horizontal (segunda imagen), quizás sea creación de este magnífico interiorista americano. Tampoco paso por alto los tapizados: sofás, chaise longues, mesas, biombos, y un largo etc. utilizados aquí y allá, que dan una increíble sensación de confort. Con un plus, muchas de estas piezas van rematadas con tachuelas, que las hace más elegantes.
Y ya no me quiero enrollar más, porque creo que las imágenes hablan por sí solas. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.

