Una decoración divertida, incluso me atrevería a decir que un tanto extravangante, sin embargo hay algo que envidio ¿cómo mezclar cosas tan dispares y obtener un resultado tan acertado?. Personalmente no elegiría espacios de este tipo para mi propia casa, me cansaría pronto, pero sí piezas sueltas que considero tienen gran personalidad.
Al principio me han cautivado los bodegones de cerámica, increiblemente originales. Son graciosísimos los que simulan personas aunque en la web hay cantidad de ellos con formas de futas, animales, etc. en distintos acabados. Los hay también más tradicionales pero con un toque de novedad es sus formas o colores.
Después he descubierto el mobiliario y el papel de pared infantil, me encanta porque es todo menos eso, infantil. Los sillones y sofás son reproducciones de los de adulto y el papel no es el típico «ñoño», se utilizan elementos como soles, lunas y flores pero con un toque retro que lo hace especial y diferente.
Después de ésto, ya no he podido resistirme a poner fotos del resto de mobiliario. La butaca azul de las primeras fotos y un pequeño aparador negro un tanto «achaparrado» me tienen cautivada.
Si aún sentís curiosidad por Jonathan Alder, no dejéis de ver la casa que creó para Barbie Malibú. A mí no me gusta nada esta muñeca pero supongo que para un diseñador debe ser todo un orgullo que te elijan para crear el sueño de muchas niñas (y niños, por qué no…)
Cris te iba a preguntar por el precio del escritorio que sale marrón con los dos cajones pero claro ya ni pregunto, lo he visto y es la leche. Besos
Qué bueno, pensé en tí cuando lo puse, te quedaría fenomal claro que el tema precio es importante, seguiremos intentádolo.