Vuelta a las raíces…
Hoy me salgo del esquema de las últimas casas que venía compartiendo, esas que tanto me gustan llenas de luz, de texturas, materiales y piezas naturales. Me voy un poco a lo opuesto, a la elegancia y sofisticación. No quiero decir con esto que las primeras no sean elegantes ya que la mayoría sí lo son, pero las veo más funcionales. La de hoy es una vuelta al pasado, a sus propias raíces.
Antes de contaros el proyecto, os diré que el otro día hablando con una amiga que también es blogger, le decía que me daba pena que la mayoría de la gente no entendiera bien el tipo de decoración que vais a ver hoy. Comprendo que la mayoría no nos la podemos permitir, que las casas hoy en día por lo general son pequeñas y por tanto, se imponen los muebles sencillos, menos pesados visualmente. Pero de ahí a que no guste…, estos espacios para mí son puro arte. Igual soy un poco pesada con el tema, pero es que estoy cansada de ver que sólo triunfa un estilo decorativo (creo que no hace falta decir cuál es) y que por tanto, todas las casas y la mayoría de cuentas de Instagram, muestran lo mismo. No está mal ver otro tipo de decoración, para variar :-)
La casa de hoy es una construcción del siglo XIX y se sitúa en Brooklyn. Cuando la adquirieron sus propietarios en 2012, quisieron cambiar el estilo que los anteriores inquilinos habían dejado, moderno y contemporáneo, y devolver a la vivienda una estética más acorde a sus raíces. Para ello contrataron los servicios de Roman Y Williams.
Los actuales dueños, una estrella inglesa del pop y el CEO del Morbid Anatomy Museum, animaron a los interioristas a adoptar una estética más oscura y femenina. Se centraron en el uso de piezas de principios del siglo XX, sillas de club desgastadas, taburetes de cuero, una mesa de comedor de madera oscura con una mezcla ecléctica de sillas de la Provenza y Ámsterdam, una clásica alfombra bereber, una vitrina de madera también de principios del siglo XX, etc.
Sorprenden las paredes de colores intensos y el suntuoso papel tapiz personalizado que añade profundidad y da el toque de elegancia a las habitaciones. El dormitorio principal está pintado de suelo a techo en un profundo berenjena que acentúa aún más, el punto lujoso de la cama con dosel de la India de 1.850, indiscutible punto focal del espacio.
Al final del pasillo, encontramos una sala con un llamativo papel pintado de seda bordada a mano (que me ha cautivado), representa ramas en flor y se extiende a través de las paredes de la habitación. En esta estancia, pone la guinda el sofá cama Luis XVI sobre la alfombra vintage de Aubusson.
Curioso también el baño de invitados, una vez más por el papel de seda bordado a mano en Inglaterra en una paleta de amarillos y púrpuras con motivos vegetales, la grifería de latón es de la línea R.W. Atlas de Waterworks.
Como veis mobiliario, decoración y elementos arquitectónicos van de la mano. El fin no es otro que el de potenciar la esencia de la vivienda, su historia.
Entiendo que tanta sofisticación, antigüedad y elegancia, no sería una opción para muchos de vosotros pero, ¿no os parece precioso aunque sólo sea por el placer de admirarlo?
Increíble post que creo que debería de estar calcado en la cabeza de todos para entender los origenes, para entender que antes hubo mucho más, y que seguro que de alguna manera pequeñas pinceladas de todo esto no se irán, o no deberían de irse jamás.
La blogger que menciono en el post eres tú, porque hablamos de esto mismo el otro día. No creo que nada de esto se pierda nunca, supongo que no está al alcance de todo el mundo, pero quiero pensar que la gente es capaz de admirarlo. Un besito guapa!