Carmel Cottage

Ahí donde la veis, esta casa era una ruina destartalada situada en la ciudad de Carmel By The Sea, en el condado de Monterrey (California), y digo era porque al pasar por las manos de MAP Architect, se convirtió en lo que veréis. Tuvieron que empezar desde cero, respetando la estética exterior de las viviendas de la zona para que pareciese como si siempre hubiera estado allí, pero dando el toque sorpresa en su interior.

La casa se compone en realidad de tres módulos, vivienda principal, casa de huéspedes (subiendo la escalera) y una pequeña cabaña que hace las funciones de garaje. Para conseguir la mayor privacidad posible para los propietarios, las viviendas se construyeron en torno a un patio central y para ello el estudio de arquitectura se apoyó en la paisajista Oona Johnsen.

El interior sorprende por su amplitud, favorecida por la altura de los techos y los revestimientos elegidos. Se apostó por pintar todas las paredes en blanco roto (White Flour de Sherwin-Williams) y vestir los suelos con tablero ancho de roble francés, mientras que los techos se revistieron con abeto Douglas ligeramente blanqueados.

Por la puerta principal se accede directamente a la cocina y de ahí se pasa al comedor y la sala de estar. Se puso mucho énfasis en el almacenamiento, de ahí que en el comedor encontramos una pared completa de estanterías, junto a ellas armarios y cajones esconden los objetos menos estéticos. Si os fijáis en la casa se han añadido toques en latón en las distintas habitaciones, como los tiradores de la cocina, en lámparas, bisagras, interruptores, etc. que proporcionan luz y elegancia a los espacios, además de hacer un tándem perfecto con las piezas mid-century que visten algunos de los rincones.

El dormitorio principal se ha dejado bastante despejado, bajo la cama una alfombra de Ikea de fibra natural y sobre ella, una manta de piel de Pottery Barn. Tras la planta, una puerta oculta sirve para colgar los vestidos largos.

En el único sitio donde se han concedido pequeñas licencias de color es en los baños, todos ellos en tonalidades muy suaves como el verde olivo, amarillo o azul. Precisamente son los baños la parte que menos me atrae, a pesar de los buenos materiales que se han utilizado en ellos (silestone, azulejos de Porcelanosa, encimeras de mármol Calacatta, etc.) los encuentro algo insulsos. El que más me gusta es el aseo, el de color verde olivo, precisamente por el tono elegido y por el papel pintado de Hygge & West.

Una vivienda sencilla a priori, pero llena de detalles por descubrir…

¡Feliz fin de semana!

Fotografía: Suzanna Scott  – Más info en Remodelista

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4 comentarios en “Carmel Cottage

  1. Nos leemos a la vez maja, porque estaba a punto de comentarte cuando he recibido tu linda reseña 😁
    Muy nórdica esta casa californiana. Me encanta la paz y relax q transmite 👏👏 preciosa Cris!

  2. Ja, ja, en realidad yo me había leído tu post antes de comer pero lo hice desde el móvil y no veía bien las fotos, así que me lo he vuelto a releer.
    Un besito

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