Con gracia y con estilo, con humor y elegancia, con talento y valentía, así veo las piezas de la firma John Tomjoe. Los jarrones me dejan sin aliento, los candelabros los elevo a la categoría de escultura y las mesas y sillas son obras de arte. Una mujer diseñadora y un hombre capaz de hacer con sus manos lo que a ella le dicta su mente, un tándem perfecto para conseguir una obra genial.
En John Tomjoe se trabaja el metal artesanalmente para dar vida a creaciones propias, que no siguen modas ni tendencias, sino que pretenden perdurar en el tiempo. Se inspiran en todo lo que nos rodea, a veces echando la vista atrás (a los clásicos) y otras, imaginando el futuro. Pero no son ellos quienes tienen la última palabra, sino que es el cliente el que decide el acabado perfecto, hierro, cobre, latón o en color.
Al final del post veréis sólo una pequeña muestra de las veces que ya han aparecido en prensa ¡por algo será!… Yo lo quiero todo.