Hace unos días Gonzalo, de Anmoder, me escribió un comentario sobre un reciente artículo publicado en la revista Nuevo Estilo del trabajo de Pablo Paniagua. Lamentablemente yo seguía todavía con la edición del mes de agosto, por lo que no había llegado, pero esta mañana por fin lo he leído y ahora ya puedo comentarlo con conocimiento de causa.
Me sorprendo a mí misma cuando abro las páginas de una revista y sólo con ver la imagen sé la procedencia de una pieza, no es que sea una gran entendida, ojala, es que cuando me gusta algo se debe quedar grabado en algún lugar de mi cerebro y sencillamente, brota cuando lo tengo delante. ¿Cómo no me iba a gustar este proyecto de P. Paniagua? muchas de las piezas de esta vivienda, auténticas maravillas, pertenecen al conocido showroom de mi amigo Gonzalo (son el tipo de piezas que puedo reconocer a simple vista), y es que en más de una ocasión, Gonzalo me ha visto «babear» recorriendo los pasillos de su tienda. Las dos mesas auxiliares en bronce, situadas a ambos lados del sofá, me enamoraron en cuanto las vi. También de Anmoder son las lámparas que hay sobre ellas, el biombo japonés del siglo XIX y la espectacular mesa de despacho que reposa en la trasera del sofá, un «escritorio de madera de limoncillo y ébano firmado por André Arbus» (cito textualmente como se describe en el articulo).
Vale, a estas alturas de la película, todos sabéis sobradamente lo que me gusta esta firma, pero ¿qué me decís de las cuatro mesas de mármol centrales o las de nogal ebonizado del comedor? son increíbles diseños de Paniagua, pero no sólo me quiero fijar en el mobiliario, también en la maravillosa «caja» que lo contiene, cuyo techo es digno de alabanzas.
Si os quedáis con ganas de ver más proyectos del interiorista, recientemente ha terminado la reforma de todas las habitaciones y suites de un precioso hotel de San Francisco, Garden Court Hotel.
