Michelberger Hotel
Tengo la sensación de que el tiempo cada vez pasa más rápido. Desde que tuve a mis hijas dejé de contar los años de manera natural (de enero a diciembre), lo hago a través de sus cursos escolares y veo cómo un curso más, se me escapa entre los dedos. Esta vez me da más vértigo si cabe ya que la pequeña termina el colegio para pasar al instituto, aún no ha finalizado sexto y ya siento nostalgia por el que ha sido su colegio desde los tres años «times flies«. La parte buena de todo esto es que tenemos el verano y las vacaciones a la vuelta de la esquina.
¿Tenéis planeado ya vuestro destino de vacaciones? La realidad es que a veces pienso que me gustaría viajar más, que me estoy perdiendo un montón de lugares preciosos (mi lista cada año crece más y más), pero por otro lado saber que tienes un pueblo donde veranear, con una gran pandilla de amigos, eso no tiene precio. Así que nosotros como cada año, disfrutaremos de nuestras tierras sorianas y pasaremos una semana en Portugal.
Para los que sois viajeros y os gusta descubrir nuevos destinos con alojamientos peculiares, os quería enseñar el hotel Michelberger en Berlín, todo un hallazgo gracias a la revista Dwell. Se trata de un hotel familiar, con un concepto muy curioso, tan sólo tiene seis habitaciones pero la más solicitada es la 304. Diseñada por el arquitecto danés Sigurd Larsen, creó dentro de la habitación un nuevo volumen que simula una casa de madera, garantiza la sensación de recogimiento y refugio. Para fomentar la creatividad y la diversión, así como ofrecer toda la luz natural posible, el arquitecto ideó un conjunto de puertas plegables, tragaluces y ventanas con diversas formas y tamaños. Dentro de esta pequeña casa, se vislumbran las paredes de madera que otorgan calidez al espacio. Al final este habitáculo se convierte en algo personalizable ya que los huéspedes pueden elegir qué compartimentos usar, dejar cerrados, o abiertos. Dentro de la suite además de este volumen que hace las veces de casa, hay una escalera que conduce a otro dormitorio, a una sala de estar y se completa el conjunto con un gran baño.
¿Qué os parece la habitación? ¿Curiosa, no?…
Una idea sorprendente! Claro, que será para apuntarlo en la lista de hoteles de primitiva, pero apuntado queda, que nunca se sabe :D
Besossss – y que sepas que yo tengo la misma sensación con mi hija – time flies, and very fast;)
Ahí es donde lo tengo apuntado yo, en la lista de hoteles de primitiva, como tantos otros que he publicado en el blog.
Un beso