RQHstudio

Cuántas veces hemos pensado que podríamos llevar a cabo la decoración de nuestra casa por nuestra cuenta para después, descubrir que nos quedamos por el camino, que las cosas no salen como queremos o que las ideas no nos terminan de encajar. Entonces es cuando, aún teniendo una casa habitable, siempre parece que nos falta un pasito más, algo que la convierta en hogar.

Eso mismo fue lo que les ocurrió a esta pareja de Logroño. Adquirieron un piso de unos 100 metros cuadrados en el centro de la ciudad al que le dieron un primer lavado de cara por su cuenta, pero al tiempo se percataron de que necesitaban la mano de un profesional para sacar todo el potencial y la personalidad que tenía. Para ello confiaron en Rober Quiñones-Her, del estudio de interiorismo RQH.

El interiorista encontró una casa donde predominaba el blanco en sus paredes, tenía un precioso suelo de roble de lamas anchas y una luz que lo inundaba todo (al estar en un sexto piso, sobre todo el salón y el dormitorio, disfrutaban de mucha luz natural), todas estas características hacían de esta vivienda un buen punto de partida para empezar a darle una nueva imagen. Necesitaban buscar el equilibrio entre los muebles que ya tenían los propietarios y otros nuevos de corte moderno, como así lo solicitaron ellos.

La carpintería también era un aspecto muy importante, la casa carecía de puertas, ya que no habían encontrado ninguna que se ajustara a sus gustos, sin embargo, ahora tras el paso de estudio RQH, es una de las cosas que más les gusta. Se hizo un estudio completo de iluminación, aprovechando los altos techos para añadir lámparas colgantes decorativas y otros puntos de luz estratégicamente colocados con lámparas de pie y de sobremesa. Ah! Sin olvidar el uso del color, gracias al lienzo en blanco como protagonista y al atrevimiento de los propietarios, se permitieron la licencia de incorporar elementos con toques de color, azules, rosas, mostazas, e incluso los verdes de las plantas, conviven a la perfección.

La entrada ya es una declaración de intenciones. En la puerta, realizada a medida por el estudio, ya se puede ver el tipo de carpintería que encontraremos en el interior. Se ha creado un armario bajo con una pequeña alacena que no ocupa mucho espacio visual ya que no llega hasta el techo y junto a él, se le ha dado textura y movimiento a la pared con un panelado realizado a base de arcilla (es una pieza del estudio de interiorismo). También sorprende la pequeña escultura de hierro que luce al otro lado del armario, la realizaron los propietarios.

Del recibidor se accede directamente al salón y aprovecha su luz natural. Lo primero que encontramos es el comedor, donde se han mezclado los muebles e iluminación nueva de esta zona, con el aparador que apoya contra la pared ya existente en la casa. También aquí, el estudio de interiorismo ha creado otra pieza exprofeso para los clientes. Sobre el aparador luce un gran tablero de madera revestido con papel pintado. Una solución que servía por un lado como elemento decorativo y por otro, era una manera de disimular la curvatura de dicha pared donde les era imposible colgar nada. Junto al segundo ventanal, se encuentra la zona de estar. De nuevo las paredes se llenan de detalles, revestimientos como las molduras o el diseño de palillería, las realzan y les aportan elegancia y dinamismo.

Uno de mis elementos favoritos de esta vivienda, quizás por la que hoy está en el blog, es la puerta de la cocina. Como ya os he contado en varias ocasiones, estoy algo cansada de los cerramientos en negro y cristal, éste con la perfilería metálica en color champán me parece todo un acierto (una tonalidad atemporal y de la que difícilmente te cansas). Si os fijáis está hecha con el mismo diseño que el resto de las puertas.

Los muebles de la cocina ya estaban en la casa, son en blanco neutro por lo que resultaban fácilmente combinables. La madera era la opción perfecta para darle un toque de calidez.

Finalmente llegamos al dormitorio principal. Se conservaron los armarios empotrados a los que simplemente se les cambiaron los tiradores. La cama y el cabecero ya lo tenían los propietarios, así que el interiorista decidió introducir más color a la estancia con la cómoda, las mesillas y algunos textiles. Particularmente me encanta el rincón donde se ha colocado una descalzadora con un espejo dorado sobre ella.

Del baño se conservó casi todo, sólo se cambió el armario por uno suspendido y de diseño minimalista, la grifería y el espejo, pero todo muy sencillo y atemporal.

Como veis, aunque muchas de las cosas ya las tenían los clientes, en la mayoría de los casos es un acierto total contactar un profesional para conseguir resultados como este y transformar una vivienda en hogar. ¿Qué os parece esta casa? ¿No es una maravilla?

Imágenes: rqhstudio

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