Desbordada, así me siento hoy. Me he levantado con el pie izquierdo, hoy mis hijas no tienen cole porque son las fiestas del pueblo donde vivimos (tampoco tuvieron el viernes y eso que empezaron las clases el lunes pasado, no les da tiempo a coger la rutina y otra vez de vacaciones). Luego he discutido con la asistenta, disparidad de opiniones, supongo. Me he tirado más de tres horas en Carrefour, es gigantesco y no lo controlo, empujando un carro enorme donde se pueden llevar a los niños un poco más mayorcitos, con el consiguiente exceso de peso que ha pasado factura en mi maltrecho cuello (también gracias a las fiestas de mi pueblo, todo está cerrado). Durante la compra mis hijas se han portado fatal, durante la comida también y mi castigo «cada una a su habitación, a pensar» ha servido para que cojan maquillaje, lo mezclen con agua y pinten todos sus muñecos, la ropa y las boutís como si de un lienzo y acuarelas se tratara. Supongo que los que sois padres me entendéis, mis hijas suelen ser buenas pero tienen días que pienso que me las han cambiado.
Siento usaros hoy como medio de desahogo, es poco glamuroso pero tan real como la vida misma. A cambio unas bonitas imágenes del fotógrafo Enrique Menossi.
¡¡¡Gracias por escucharme!!! os deseo un comienzo de semana más tranquilo que el mío. Mañana más y mejor (o eso espero).