Rise Design Studio
Si hay algo que logra capturar la esencia de un hogar es esa sensación de haber sido creado para alguien en particular, que cuente su historia con cada detalle. Y esto es exactamente lo que ha conseguido Rise Design Studio con esta casa.
Con solo 99 metros cuadrados, en el barrio de Harlesden, al noroeste de Londres, Sean Ronnie Hill y Mallika Chaudhuri (sus propietarios), han convertido su hogar familiar en una obra maestra de diseño, donde cada rincón refleja tanto la estética funcional de Sean. , arquitecto y director del estudio de interiorismo, como el enfoque de Maika, creadora de la firma de moda Indoi .
Este proyecto de renovación no fue un camino sencillo, pero sí lleno de colaboraciones creativas. Desde el inicio, la pareja compartía una visión: crear una casa que no sólo fuera funcional para el día a día, sino que también sirviera como lugar de encuentro para familiares y amigos que les visitan desde el extranjero. Y por supuesto, como espacio de trabajo para ambos, especialmente para Mallika, que tiene su estudio de moda allí.
La cocina debía ser un espacio multifuncional y acogedor, donde se pudiera realizar desde las comidas cotidianas hasta grandes celebraciones. Para los propietarios, es más que un lugar para cocinar; es un punto de reunión, una parte esencial de su cultura y su estilo de vida. De hecho, la madre de Mallika es persa y su padre, bangladesí, por lo que cocinar es una parte vital de su vida familiar. Es en esta cocina donde los aromas y sabores de distintas culturas se mezclan, invitando a la familia y los amigos a reunirse en torno a la gran isla móvil, que facilita tanto la preparación de alimentos como las animadas fiestas que se celebran en casa.
Uno de los aspectos más interesantes de esta renovación es el juego deliberado entre la luz y la oscuridad. Quisieron mantener los pasillos oscuros, creando así una atmósfera dramática que contrasta con el resto de la casa. Sean, influenciado por el arquitecto Charles Rennie Mackintosh, sabe que un espacio oscuro puede hacer que las áreas más luminosas parezcan aún más brillantes. También es interesante el uso que ha hecho de las luminarias que, en lugar de estar colgadas del techo, se articulan desde las paredes de tal forma que pueden moverse e iluminar zonas a demanda.
Otro reto fue encontrar un equilibrio entre diseño y funcionalidad. Sean, con su ojo arquitectónico, sugirió un enfoque fluido en lugar de la rigidez de las habitaciones separadas. Así, en vez de crear tres habitaciones pequeñas, la pareja optó por espacios abiertos. Vemos cómo las niñas comparten una bonita habitación en tono rosa palo, con una estructura de doble altura que aprovecha el espacio y crea múltiples zonas de almacenaje. Aparte de la habitación principal y en lo que hubiera sido el tercer dormitorio, se ha creado una zona de despacho y estar donde compartir tiempo en familia y que además sirve como habitación de invitados, pudiendo independizarla gracias a una gran puerta corredera de madera contrachapada.
La sala de estar y la cocina son un ejemplo perfecto de esta flexibilidad. Esta última, cuenta con una gran isla móvil que puede desplazarse para cambiar la disposición del espacio en función de la ocasión. Esta versatilidad es clave cuando se trata de recibir a amigos y familiares de visita, ya que la cocina y el comedor se transforman fácilmente en un espacio para reuniones, cenas informales o incluso celebraciones más grandes. Del mismo modo, los espacios comunes están diseñados para permitir que cada miembro de la familia tenga su propio rincón, pero también para fomentar la conexión entre ellos.
El refugio creativo en el jardín, es una de las zonas más especiales y personales del hogar. Este espacio, diseñado específicamente para Mallika, es mucho más que un simple estudio; es un lugar donde la creatividad florece en conexión con la naturaleza y la tranquilidad del entorno. Está revestido en madera contrachapada lo que le aporta calidez y textura, de tal manera que se integra perfectamente con el jardín. Se distingue por su simplicidad, con líneas limpias y una puerta azul vibrante, adornada con ventanas circulares que permiten la entrada de luz natural.
Casi todos los muebles y textiles son heredados o de segunda mano y en toda la casa (excepto la puerta azul del jardín), se ha prescindido de la pintura dando paso al uso de materiales más naturales y respetuosos con el medio ambiente como la arcilla, el yeso visto o el revestimiento de Tadelakt para el baño (una técnica decorativa a la cal típica de Marruecos).
Desde que me cambió de chalet a piso reduciendo por tanto restrictivamente el espacio, casas como estas son las que me ofrecen una mayor inspiración en cuanto al almacenaje ya la versatilidad de los espacios. Por otro lado, me encanta ver viviendas cuyos propietarios se mueven en ámbitos creativos, porque siempre me encuentro con casas con alma y mucha personalidad. ¿Qué opináis?






























Fotografía: Elsa Young y Stale Eriksen
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