Navidad en la montaña…

Por mucho que quiera resistirme las Navidades están a la vuelta de la esquina. Los que llevabais conmigo años sabéis que no llevo nada bien estas fechas, me resultan tristes, me estresan sobremanera, lo veo todo como un sinsentido (consumismo puro y duro). Hubo un tiempo, cuando mis hijas eran pequeñas y veía su ilusión, que realmente consiguieron contagiármela, pero aquello por desgracia terminó, ahora con la adolescencia y sabiendo quién es Papá Noel y Los Reyes Magos, la magia terminó y por tanto todo tipo de ilusión. Vaya que no le veo la gracia a que mi hija me mande un WhatsApp con varios links diciéndome los «modelitos» que le apetecen o que yo tenga que hacer lo mismo con mi familia ¿dónde está el factor sorpresa? A mí me apasiona regalar, pero a quién yo quiero y cuándo yo quiero, es decir porque me lleva un sentimiento, jamás por imposición y así es como me hacen sentir las Navidades, como una obligación. Otra cosa son las comidas con familia y amigos, eso sí me gustan, pero lo de los regalitos habría que dejarlos para los cumpleaños :-)

Como siempre aprovecharemos estos días de fiesta para sacar la decoración navideña. Me apetecía cambiar este año pero me ha pillado el toro y no he comprado nada, voy a ver si con lo que tengo por casa soy capaz de improvisar algo nuevo o por el contrario me quedo en la línea de estos años pasados. Si recordáis me gustan los árboles no demasiado recargados (que se vea el verde), suelo mezclar una base de blanco y crudo, unos años con plata y otros con dorado (a veces me ha dado por el azul, pero han sido las menos). Tengo ganas de probar un año con el rosa, pero como no he hecho los deberes, otra vez será. Y poco más añado a la decoración, alguna vela, una rama, unas piñas en la chimenea,… cosas muy sencillas que completan el ambiente. Sea cuál sea el resultado, ya os lo enseñaré.

¿Sabéis por qué os traigo hoy una casa de montaña? Porque si pudiera elegir dónde pasar unas navidades, sin duda alguna me iría con mi marido y mis hijas a un refugio de montaña, a desconectar del trajín de estos días y pasarlo en familia de verdad, solos los cuatro, no necesitaría más.

De esta casa podéis sacar un montón de ideas decorativas para copiar: recipientes de cristal que dejan lucir su contenido, guirnaldas de luces, velas, pequeñas ramas (pino, eucalipto, hiedra,…), piñas y otros materiales naturales, bonitos regalos envueltos con cariño,… tantos detalles que no se salva ni el cuarto de baño. Si queréis leer el reportaje completo podéis hacerlo aquí.

Y vosotros ¿habéis puesto ya vuestra decoración de navidad o sois como yo y lo dejáis para este puente?

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4 comentarios en “Navidad en la montaña…

  1. A mí tb me ha pillado el toro este año y aunque sé que este fin de semana toca, te aseguro que estoy con una perezaaaaa …. Muaks

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