La fábrica de zapatos…

La semana pasada encontré esta casa pero por algún motivo no la quise compartir, supongo que no era el momento, quizás hay cosas que no son cien por cien de mi estilo, el caso es que se hubiera quedado en el olvido entre la inmensa maraña de información que consumo de internet, de no ser por mi nueva clienta.

Tengo un proyecto nuevo, en este caso no es de reforma sino de decoración y hasta ahora sólo habíamos mantenido un primer contacto telefónico. Me explicó un poco por encima sus necesidades y me envió un par de fotos con el móvil para que me hiciese una idea del espacio. La visita llegó el martes y ¡oh cielos! excepto por un tema de telas y poco más, le dije, no me necesitas ;-) Su casa es como un baúl de tesoros y no lo digo porque tenga una Tulip (eso ya es envidia máxima), es que el resto son muebles familiares restaurados o comprados en mercadillos, o que sencillamente se los han regalado porque otros no aprecian su valor y yo los veo y me dan ganas de llorar (de amor, claro), más aún cuando la pobre me dice ¿esto está muy destartalado, verdad? ¡Pero si tiene un museo! Y a lo que iba al principio, cuando me habló de su pasión por el verde lo entendí al ver su habitación, es un poco el tono de verde de esta casa (de ahí que ahora la haya sacado a la palestra), aunque mi clienta lo tiene de manera más sutil que aquí (un cabecero pintado a mano, unas mesillas decapadas y un escritorio, lo demás en blanco para rebajar). Ojalá cuando terminemos el proceso me deje enseñar el antes y el después, más que nada para que veáis su chéster, su banco de iglesia, su vieja alacena,… todos sus tesoros.

Y nos vamos a la casa de hoy. Ahí donde la veis es una antigua fábrica de zapatos convertida en loft. Se encuentra en el barrio londinense de Shoreditch y sus propietarios son los arquitectos del estudio Chan + Eayrs. Buscando la luz natural y comprender el espacio, vivieron durante un tiempo sin levantar un sólo tabique. Finalmente la distribución se fijó en base a las baldosas del suelo y tan sólo se delimitaron las zonas privadas (pasillo, dormitorios y baños).

Respecto al interiorismo han querido crear una sensación de «casa de árbol» llevando la gama de los verdes, azules y colores tierra a su hogar, para separarlo de la jungla de asfalto que hay en el exterior. Todo está realizado a media, con elementos naturales y basándose en aquellos viajes que más les han marcado (como el suelo de terracota, traído de Marruecos, donde se casaron). Si queréis saber más sobre este proyecto tenéis aquí el reportaje al completo.

Una casa diferente sí, quizás no me gustaría para vivir, pero sin duda es interesante para ver ¿no creéis?

Imágenes: Toby Lewis Thomas

Y os recuerdo que seguimos de sorteo con Posterlounge, si te perdiste el post corre a leerlo aquí.

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4 comentarios en “La fábrica de zapatos…

  1. Yo un fin de semana de lujo en esa casa me lo pasaba! Qué chulada de espacios, parece un cuadro! De los buenos 😊

    • Sí para una temporada nada mal, pero para vivir siempre, no sé, supongo que terminaría por pintarla de blanco, tanto color me acabaría cansando.
      Un beso Bea,

  2. Me parece una preciosidad de casa. Preciosas texturas y espacios adhoc. Aunque seguro que le acababa cambiando el color verde jejeje Besossss

    • Lo mismo pienso yo, el verde terminaría por desaparecer, tanta cantidad no me parece realista a largo plazo, pero la casa está muy bien. Un beso

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