The House of Silence

Podría afirmar que esta casa es una de las más bonitas que he publicado en el blog, al menos para mí. Primero me enamoré de la butaca que veis bajo estas líneas, luego vino todo lo demás. Entre lo que también estaba descubrir la verdad, no era real sino un render, pero tan realista que me ha dejado sin palabras (aunque es una pena porque ahora no podré descubrir de dónde es esa maravillosa butaca).

El diseño de esta vivienda de 68 metros cuadrados, ha sido realizado por la arquitecta y diseñadora rusa María Marinina, y le ha puesto el bonito nombre «The House of Silence» (La casa del silencio). No se explica en su web el porqué del nombre, pero lo cierto es que le viene al pelo, la casa transmite paz.

Por toda ella discurre una misma gama cromática, los tonos tierra y los grises se extienden por todo el espacio, sólo interrumpidos por un bonito rosa en el cuarto infantil. La madera es la gran protagonista con sus techos a dos aguas y viguería vista, que bien podría simular una casita de cuento, en ella todo invita al recogimiento. En el interior se mezclan piezas rústicas como la mesa del comedor y los taburetes, con otras más contemporáneas como el sofá o la iluminación del salón, y luminarias mid-century en el dormitorio, con otras piezas más especiales como la bañera o el lavabo del baño realizados por completo en cemento, o piezas de diseño como el espejo Half Moon Mirror de Ben & Aja Blanc de la entrada. Al final encontramos un conjunto en perfecta armonía, precisamente por lo que os comentaba, porque sigue una misma gama cromática que ayuda a ver el espacio como un «todo».

El dormitorio es otro remanso de paz, su doble cabecero y las vistas desde la cama hacen que despertar en ella pueda parecer un suplicio (y lo digo porque no debe apetecer mucho salir de ahí cada mañana :-)). De las mismas vistas también disfruta la cocina, la zona de estudio del cuarto infantil, la zona de estar y el hall, así que prácticamente desde toda la casa se puede contemplar el exterior. Otro privilegio más.

Lo dicho, a pesar de ser un render es tan realista que me la imagino a la perfección como casa de retiro espiritual: «The house of silence», el nombre no me puede gustar más.

Imágenes: My Paradissi y Behance

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Behance, la red social para los amantes de la creatividad

Llevo días desconectada, concretamente desde el miércoles de la semana pasada que fue mi último post, raro en mí. Con el largo puente de por medio, al final he estado desaparecida (menos en redes). Viene bien dejar reposar las neuronas de vez en cuando.

Y hablando de redes, ayer descubrí una nueva red social (en realidad no es nueva, aunque sí para mí). Se llama Behance y está destinada a interioristas, arquitectos, arte digital, fotografía, ilustración, branding, diseño gráfico, moda y así hasta casi ciento treinta disciplinas creativas. En ella, tanto empresas, agencias, personas independientes o incluso universidades, dan a conocer sus trabajos subiendo sus portfolios con la finalidad de crear sinergias, encontrar potenciales clientes, sponsors o colaboraciones. Para que nos entendamos sería algo así como Linkedin pero destinando al mundo creativo y por tanto la web en sí es muy llamativa y visual.

Es donde he encontrado el proyecto que vais a ver hoy y ahí es donde tengo que ponerle un pero a esta red, tratándose de interiorismo, arquitectura, arte,… estaría bien no sólo poder ver las imágenes sino también que nos hablaran sobre ellas, aunque simplemente fuera una breve explicación de las mismas. Parece que como en todas las redes sociales cuentan más los «likes» que aportar información de utilidad. Poco puedo decir de este proyecto, se le atribuye a tres arquitectos Ruslan KovalchukMariya Chmut y Stephen Tsimbalyuk de Ucrania. Para mi tiene ese factor WOW que tanto busco, en este caso no la vería como casa para vivir en ella pero sí me parece sorprendente estéticamente hablando. Me encanta el combo de color que se extiende por toda la vivienda y se limita al blanco, el gris y el rosa. Precisamente por la invasión de este último color, podríamos tender a pensar que se trata de una casa súper femenina, sin embargo yo apostaría que es el apartamento de un hombre, o al menos es lo que he pensado al ver el dormitorio, más concretamente el vestidor.

Fijaros bien en los todos los detalles, yo he recorrido las imágenes varias veces.  La iluminación no tiene desperdicio; tampoco el almacenaje, no veréis cosas a la vista porque en cada rincón hay cajones, cubos, armarios,… que mantienen la casa en perfecto  orden, incluso en la parte baja del sofá del ventanal; la cocina es maravillosa ¿os atreveríais con una en rosa?; nada se escapa a esta tonalidad ni tan siquiera el lavabo, el inodoro o la lavandería. La casa es peculiar, lo reconozco, pero no creo que os deje indiferentes.

¡Feliz fin de semana!

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