Casa da Volta

Quizás esta casa se ha cruzado en mi camino para recordarme que en agosto volveré a pisar tierras alentejanas. Para los que sois nuevos por aquí (aún me sorprendo y agradezco las incorporaciones después de tantos años), llevamos yendo a Portugal unos 16 veranos con amigos. El pasado año no pudo ser por temas personales, aunque nos desquitamos con una escapada a Lisboa en otoño. No es que haya pasado tanto tiempo, pero parece que hace un siglo de mis largos paseos por las paradisiacas playas portuguesas, de las noches en casa haciendo «peixe grelhado» (pescado a la brasa) comprado por la mañana en el mercado, de los baños a temperaturas gélidas cogiendo las olas como buenamente se puede y este año además, con la ilusión especial de llevar a mi perrita, que tengo claro que lo gozará tanto como yo (aunque quizás no salgamos del agua, me ha salido nutria y yo soy un pez, buen combo).

La casa que os traigo hoy se llama «Casa da Volta«, que significa «Hogar del Retorno«, precioso nombre y que sin duda le hace justicia. Se encuentra en el Alentejo Portugués, en Setúbal, un poco más al norte de donde solemos ir nosotros, pero no queda lejos. Como muchas de las construcciones de la zona, destacan sus paredes encaladas entre un vasto y árido paisaje interrumpido por alcornoques.

El proyecto fue realizado por estudio de arquitectura, con sede en Lisboa, Promontório, y aunque se hizo como residencia vacacional para una familia y sus cuatro hijos, cuando no está en uso también se alquila. La construcción está inspirada en una fortaleza, sus muros blancos rodean la vivienda y en el centro, se puede disfrutar de un gran patio interior.

Los dormitorios mantienen su intimidad a pesar de los grandes ventanales, ya que están orientados a los altos muros fortificados. Lejos de crear sensación de agobio, el blanco encalado de las paredes les aporta gran cantidad de luz y el espacio que discurre entre dichos ventanales y el muro, a modo de corredor, hace visualmente de separador, a lo que también contribuyen los distintos materiales del suelo (cemento en el dormitorio y madera con gravilla en el exterior). Por otro lado, las zonas comunes ofrecen su salida directa al gran patio interior. La casa está precisamente pensada para ello, que fluya libremente la circulación entre las estancias de día y el exterior, siendo el punto neurálgico la cocina. Aunque a mi manera de ver pueda parecer algo fría, tened en cuenta que no está pensada para vivirla todo el año, sino para que sea práctica y limpia, para ello, nada mejor que un blanco inmaculado así siempre estará a punto.

Respecto a los materiales, aquí nada es lo que parece, se crean ilusiones. Los muros de piedra en realidad están revestidos sobre bloques de cemento que los hacen más resistentes y a su vez, evocan sensaciones de naturaleza, tradición y consonancia con el entorno. Aunque el techo sea plano, está realizado con un sistema de vigas de madera que hace que a la vista se vea inclinado. Una manera de jugar con los elementos para conseguir el efecto que se desea.

Además, la casa cuenta con una gran piscina realizada también en cemento, con forma geométrica, que contrasta con el paisaje y con la propia vivienda. Doy fe que, si no te encuentras a pie de playa, por pequeña que sea la piscina, alberca, o tener sencillamente una manguera, es algo necesario en el Algarve portugués. A igual que necesitas sudadera por la noche.

Después de esto, me quedo con más ganas de ir si cabe. ¿Habéis estado alguna vez?

Fotografía: Luis Viegas para Dwell

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Vuelta a casa…

El domingo volvimos de nuestras vacaciones en Portugal y ya lo estoy echando de menos. Cuando tienes la oportunidad de pasar una semana aislado del mundo en una pequeña casa en medio de la nada (literalmente), donde las vistas al horizonte sólo son pinares y el mar al fondo, no quieres que aquello acabe, siempre vuelves a la ciudad con la amarga sensación de que hay otra manera mejor de vivir.

Allí eres feliz con mucho menos, viviendo más austeramente y apreciando las pequeñas cosas. Para empezar las casas no son muy grandes, al menos donde nos alojamos nosotros consistía en un salón con cocina integrada, dos dormitorios y un baño (ni siquiera disponía de armarios), pero era lo suficientemente apañada para sentirte confortable. Un huerto te suministraba alguna que otra verdura y en el pequeño mercado del pueblo podías abastecerte con la pesca del día. Para mí era gloria bendita pasar el día en la playa con una simple ensalada y una cerveza «sin» (en mi caso que no bebo alcohol), pasear, leer, charlar,… yo quiero esa vida «slow».

Os he traído algunas imágenes de la casa que alquilamos en Melides, más del exterior que del interior porque dentro tampoco había gran cosa interesante decorativamente hablando, excepto por la viga que atravesaba el salón rescatada de la ruina original de 1947 donde ahora se sitúa la vivienda. También alguna foto mía mirando al mar, estado en el que me encuentro siempre que puedo cuando estoy cerca de él, ya sea en Portugal o en cualquier sitio de costa. Y algunas fotos de tiendas.

Melides es en realidad un pueblo pequeño así que tenían tres tiendas de decoración, una no logramos visitarla porque siempre estaba cerrada, de las otras dos subí Stories y los dejé en destacados en la carpeta «viajes» (por si queréis echar un vistazo). Tenían auténticas maravillas, aunque los precios no lo eran tanto. Se nota que estábamos pegados a Comporta y Troia, zonas que se han puesto muy de moda y por tanto repercute en todo.

También me llevaron a unas naves que estaban al lado de Praia do Cavalhal, Setubal, dos sitios para volverse loco lleno de antigüedades, piezas de derribo, cerámica, vidrio, etc. me quedé con ganas de traerme una lechera antigua y unos jarrones de cristal rosa, pero ambas cosas eran caras y de gran tamaño, así que me quedé con la miel en los labios.

Espero que disfrutéis con las imágenes y si os quedáis con ganas de más, de información o vídeos, ya sabéis dónde encontrarlos.

Feliz vuelta al cole para los que todavía andáis de vacaciones :-)

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.