Pisos Urbanos

Hace ya más de veinte años que escapé de la ciudad para vivir en el campo, aún estando en Madrid para mí, la calidad de vida que te ofrece un pueblo es infinitamente mejor (aunque de los ritmos frenéticos de la capital no te libras, por mucho que estés a unos cuantos kilómetros del centro). Obviamente cuando sales del casco urbano acceder a casas más grandes, es más o menos, más fácil. Y digo más o menos porque dependiendo de qué pueblo, los precios están también más disparados (como es el caso de donde vivo).

Cuando llegamos aquí, compramos un chalet que realmente estaba bien, pero para dejarlo como quería, me tenía que meter en obras. Al año y medio lo vendimos sacando bastante rendimiento, estábamos en pleno boom inmobiliario, y compramos el que tenemos ahora, menos plantas pero todo de dimensiones más grandes. Por entonces me pareció perfecto y en realidad mi casa me sigue encantando, pero siento que ahora está muy desaprovechada. Cuando los hijos crecen y son adolescentes, prácticamente la vida la hacen en su cuarto (cuando no están fuera con sus amigos) y mi marido y yo, poco más que usamos el salón, la cocina, nuestro dormitorio y nuestro baño, y entonces me paro a pensar ¿y para qué tanta casa? Por mucho cariño que la tenga casi que me siento esclava de ella. Más mantenimiento, más pagos, más limpieza, más orden,… Pero lo de este pueblo tiene guasa, te pones a buscar pisos y hay tan poca oferta, que te cuesta casi lo mismo uno de 3 dormitorios y cien metros cuadrados, que un chalet como el mío de tiene 270 metros cuadrados. ¿No es curioso que tengo comprador para mi casa, pero no piso donde ir? A no ser que comprase un tercero sin ascensor muy antiguo, pero no creo que eso fuera una buena inversión :-)

Al final todo depende del momento vital en el que nos encontramos y ahora resulta que vivo en un chalet y tengo otro en el pueblo donde vamos de vacaciones y también muchos fines de semana, totalmente absurdo ¿para qué tanta casa?

He visto este piso de Pia Capdevila en Barcelona y me ha parecido ideal. Que me lo pongan para llevar y lo trasladen a mi pueblo, porque yo de aquí no me muevo. No es la primera vez que traigo un proyecto de esta interiorista porque me resultan hogares vividos, cercanos, estéticamente muy bonitos pero además, muy funcionales, con mil ideas para poder copiar e inspirarse.

El piso tiene 135 metros cuadrados, tres dormitorios y tres baños, y aunque tampoco hablamos de un piso pequeño, cuando se trata de una vivienda de estas características, pensar en el almacenaje nunca está de más. La mejor solución para ello, son los muebles a medida. En este caso, se percibe desde la entrada donde se ha realizado un mueble zapatero, con armario contiguo para los abrigos y una celosía que lo separa de la estancia contigua, el comedor y la trasera, la cocina.

La cocina es una de mis estancias favoritas, no es muy grande pero el diseño en «L» permite organizar todos los muebles bajos e incluso dejar parte para una encimera volada que hace las veces de barra de desayuno. A su espalda, toda la pared va panelada con muebles hasta el techo para almacenar y es donde se encastra la columna de horno y microondas. Me encanta el papel pintado vegetal que se ha usado en la pared del fondo, el tono verde junto al blanco y la madera, le da un toque muy fresco a la cocina. El mismo papel, se ha utilizado en un pequeño cuarto de lavado que se accede desde esta misma estancia.

La mesa del comedor se eligió cuadrada de tal forma que no interrumpiera el paso, pero puede hacerse extensible si así lo requiere. Me encanta que en lugar de poner todo sillas, en los extremos se han utilizado bancos con respaldo (son de Crearte).

Un gran ejemplo de mueble a medida con mucha zona de almacenaje es la estantería del salón. Su parte de arriba está diseñada para albergar libros y otros adornos, la central para la televisión, la parte baja lleva cajones para aquello que no queremos que se vea y finalmente, se alarga para ofrecer una zona de trabajo junto al ventanal. En ese lado, podemos ver también una cómoda zona de lectura con Chaise Longe también de Crearte.

Desde el salón se accede al dormitorio principal, pasando primero por un vestidor diseñado y personalizado al milímetro, de esta manera se optimiza mejor el espacio. El vestidor da paso al baño principal, sencillo, pero con un toque elegante gracias a los apliques, espejos y pomos dorados, a juego con los pomos, también dorados, del vestidor. Los tiradores son de Zara Home y los apliques de Aromas del Campo.

En la habitación de la niña también se ha apostado por los muebles a medida, cama nido que continúa con un escritorio bajo la ventana y un gran armario. Frente a él, la icónica librería String. En su baño destaca la pared decorativa con formato de terrazo. Y en la habitación del niño, mobiliario también a medida, tanto los textiles como los revestimientos del baño, se han buscado con un punto más masculino, con cerámicas grises, azules y blancas.

¿Qué os parece este piso urbano? ¿No pensáis como yo que lo tiene todo?

Imágenes: Jordi Canosa para Elle Decor 

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Caravaning

El mundo de la autocaravana, tan popular en lugares como Estados Unidos o en los países del norte de Europa, ha comenzado a extenderse por otras partes de mundo. Aquí en España ya tengo más de un conocido que han hecho virguerías con sus furgonetas antiguas convirtiéndolas en auténticas casas con ruedas. Como ejemplo os pongo la de nuestro amigo, corredor de Trail, Javi Ordieres y su mujer que se han construido su propia caravana desde cero. Ahora no necesitan alojamiento cada vez que van a una carrera, cosa que sucede muy a menudo.

La maravilla que os traigo hoy es una remodelación realizada por Darlin Trailers de una caravana de 1948. Ha sido llamada «The Hudson» como guiño a su lugar de nacimiento y renovada para ofrecer todas las necesidades de un estilo de vida moderno, pero sin perder ni un ápice de su alma vintage.

Por la parte exterior, encontramos su acabado en blanco y negro mate que contrasta con las carpinterías en madera. Una combinación acertada sea cuál sea el lugar elegido, siempre funciona. Nada más entrar encontramos justo el escenario contrario, el blanco es el protagonista, lo que hace que los espacios se vean aún más grandes y la claraboya del techo, además de las múltiples ventanas, también ayuda a transmitir esa amplitud. No es un sitio claustrofóbico ni agobiante, sino todo lo contrario.

Según entramos disponemos de un banco de madera con cestos de mimbre que hace las veces de recibidor. Comparte espacio con el televisor que va colgado sobre la pared sin interrumpir el paso ni molestar visualmente, ya que justo frente a este, se encuentra la zona de estar con un gran sofá en color verde de aire mid-century, que además se hace cama por lo que permite que duerman dos personas más.

En el extremo contiguo a la zona de estar se encuentra la cocina, que dispone de todo lo necesario. Nevera bajo encimera, cubos de reciclaje, gavetas de madera, cocina de inducción, horno, balda superior, un fregadero con una bonita grifería en tonos dorados, y complementos también en dorado, vaya que no le falta detalle. Y lo que es de agradecer, bañada por la luz ya que está rodeada de ventanas.

Hacia el otro lado de la caravana, después de la zona de estar, encontramos el dormitorio. Se separa sencillamente a través de unas cortinas. Cuando estas se cierran, la zona de la cama queda ventilada gracias a que a los pies de la cama, se ha resuelto con una celosía a modo de separador de ambientes, de tal manera que dejas que transpire el dormitorio y que entre algo de luz. Además, se ha habilitado gran cantidad de espacio para el almacenaje, tanto bajo la cama como con estanterías para guardar ropa, libros, etc.

Y llegamos al extremo, para encontrarnos con el baño, sin duda el más completo que he visto nunca en una caravana. ¿No os habéis fijado que normalmente la ducha y el inodoro comparten un mismo espacio? Siempre he pensado lo poco práctico que es esto, ya que es imposible ducharte sin mojar el resto. Sin embargo es la primera vez que veo que cada pieza tiene su lugar, una ducha independiente (además la propia forma de la caravana ha permitido hacer un banco en su parte redondeada, lo que me parece súper práctico), tiene la zona de lavabo que se ha aprovechado con un pequeño mueble con almacenaje y cestas en su parte inferior y a su lado también, una pequeña estantería sirve para colocar más enseres de baño, toallas, etc. Entre la ducha y el lavabo se encuentra el inodoro. Vaya, que he visto casas que no tienen un baño tan completo.

Y hasta aquí el paseo por la caravana, ¿Qué os ha parecido? ¿Os animaríais a tener algo así o incluso más pequeño para vuestras vacaciones y no tener que depender de hoteles y demás? A mí me seduce bastante la idea…

Imágenes: Darlin Tailers

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Torre de Palma Wine Hotel

Sois muchos los que os habéis incorporado recientemente al blog, lo primero de todo quiero daros la bienvenida. Quizás por mis últimas publicaciones penséis que la mayoría de mis posts son «home tours«, pero nada más lejos de la realidad. Cierto es que llevo tiempo publicando casas, quizás la pandemia hizo que, al ser el lugar donde más tiempo pasábamos, me enfocara más en ellas. Me he dado cuenta de que sin ser muy consciente de ello, estos últimos tiempos he publicado pocas firmas bonitas y menos aún, esos maravillosos hoteles que os solía traer por aquí porque total ¿dónde íbamos a viajar si hasta hace bien poco no podíamos?

Ahora que las cosas se van estabilizando (y me refiero sólo a la pandemia, porque el mundo está del revés), apetece viajar de nuevo. Es un sector que ha sufrido muchísimo durante estos dos años, incluso algunos tuvieron que echar el cierre, y mientras, nosotros nos hemos visto privados de esa libertad tan necesaria, el coger la maleta y desconectar unos días, da igual la distancia, lo que cuenta es la experiencia.  Así que hoy vuelvo con uno de esos espectaculares lugares para hacer una escapada, planificar unas vacaciones o lo que a cada uno se le antoje.

Los que ya me conocéis sabéis que si hay un sitio que literalmente me pone la mente en «off» durante una semana al año cada verano, es Portugal, así que no he ido muy lejos a buscar un hotel con encanto, este que traigo hoy está en el Alentejo y se llama Torre de Palma Wine Hotel.

Se erige sobre los restos de una casa que data de 1338. El equipo de arquitectura de João Mendes Ribeiro, se encargó de la rehabilitación. Han respetado las paredes encaladas de la antigua torre, en torno a la cuál, se han restaurado aquellas edificaciones que aún quedaban en pie y a las nuevas construcciones, se les ha dado un toque más contemporáneo con muros de mampostería y techos de hormigón.

A la sombra de estas ruinas romanas, se producen vinos artesanales del Alentejo, seña de identidad de Torre de Palma. La bodega se encuentra abierta para vistas y degustaciones, así como eventos. Como el vino se realiza de manera artesanal en el propio hotel, también permiten a los huéspedes participar del proceso de elaboración del mismo.

El interiorismo es obra de Rosarinho Gabriel. En la antigua casa se sitúan el salón y el restaurante Basilii, rindiendo homenaje a la familia que en su día vivió en la finca. El hotel cuenta con 19 habitaciones, desde los 20 metros cuadrados la doble, hasta los 84 metros la master suite. Cada tipología tiene una decoración distinta, excepto en las habitaciones más pequeñas donde se ha introducido algo de color, los neutros son los protagonistas. En todas ellas se combinan muebles antiguos, elementos tradicionales de la zona, piezas de madera que destacan sobre las paredes encaladas, obras de arte, piezas de decoración muy bien seleccionadas,… con la finalidad de que las habitaciones transmitan sensación de hogar.

Además, el hotel posee también piscina exterior y cubierta, spa, baño turco, servicio de masajes, establos, sala de conferencias y por supuesto, un entorno que quita el sentido.

¿Os han entrado ganas de viajar? Yo ya estoy haciendo la maleta…

Imágenes: Design Hotels

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Suma Cruz

Ayer falté a mi cita con vosotros y es que no consigo ponerme al día. Me han salido varios proyectos de obra y decoración (o están en vías de serlo si es que aprueban los presupuestos, crucemos los dedos); por otro lado, mis hijas acaban de empezar el instituto porque las fiestas del pueblo terminaron el martes. El mismo día, el seguro pintó el garaje y el cuarto de la plancha debido a la inundación que sufrí este verano, tengo que llamar para que vuelvan, menudo cuadro tengo ahí abajo, el cuarto de la plancha ya está operativo, pero en el garaje me han hecho una chapuza integral. No culpo al pintor, el seguro no puede mandar a un solo hombre a currar durante 12 horas seguidas (esto es literal) y pensar que las cosas quedarán bien, no se han tapado las grietas, hay pegotes por todas partes y en lugar de ser la pared blanca parece que tengo estuco gris, vaya que se ha quedado monísimo :-( Ando como pollo sin cabeza, con mil cosas rondando mi cerebro que al final me hacen ser menos productiva de lo que quisiera. Y perdón por el rollo, pero qué bien viene desahogarse por aquí. Voy con lo os venía a contar.

Ayer por mañana bicheando por Instagram me topé con este vídeo de Westwing, que os pido que veáis (tan sólo os robará un par de minutos pero todo lo que yo pueda describiros en mi post, lo tenéis resumido ahí). Quizás la casa no sea del gusto de todos vosotros, o no os sintáis identificados, pero esto es lo que yo llamo una vivienda con personalidad, una casa con «duende», de las que cuando entras identificas a la persona con el espacio.

Susana Cruz es la propietaria de la firma de joyas Suma Cruz. Si nuestra Reina Doña Leticia se fijó en ella para lucir sus diseños, no tengo que explicar hasta dónde ha llegado de alto empresarialmente hablando. Y aunque sus joyas y tocados son maravillosos, con ese aire antiguo, vintage y refinado, no vengo a hablaros de joyas sino de su casa con la que me topé y me quedé en shock.

Dentro de ella encontramos un universo de fantasía, de colecciones, de arte por doquier, piezas compradas por impulso que más tarde terminan por encontrar ubicación en su casa. Diría que son pocas las personas capaces de hacer esto con acierto y sobre todo con objetos tan originales, pero está claro que ella tiene vista.

Aunque ha creado distintos rincones en casa donde sentirse a gusto dependiendo de la actividad que vaya a realizar en cada momento, su pieza favorita es la mesa roja de bambú del comedor. No digo que no sea original, que lo es, pero a mí más me lo han parecido los dormitorios, sobre todo el infantil. En cuanto a filosofía estoy con ella, no soy de amueblar las habitaciones de bebé al completo puesto que necesitan muy poco y realmente el tiempo pasa rápido, es mejor invertir cuando son algo más mayores. Desde luego ella ha creado un espacio donde cualquier niño querría pasar horas jugando, es una habitación de cuento y lo que más me gusta es que no falta el arte, ni el moderno ni tampoco el clásico, porque no tienen por qué ser incompatibles con las zonas de juegos, las pizarras, los tipees o cualquier cosa que queramos poner en ellas.

El dormitorio principal también me parece súper original, ¿podríais dormir con unos cabezudos a los pies de la cama? yo no lo tengo claro, pero no puedo decir que el conjunto no me guste. Proceden de la tienda Gastón y Daniela de Madrid (al igual que el papel pintado), una vez adornaron el escaparate de la tienda y fueron retirados, Susana Cruz los adquirió en la tienda Rue Vintage 74.

Si queréis conocer un poco más, bajo las imágenes os he dejado unos links de un par de entrevistas muy interesantes con muchas más imágenes y de nuevo el vídeo de Westwing donde ella misma nos lo cuenta. Cambiando de tema y hablando de Westwing os contaré que si queréis daros un capricho pinchando en este link obtendréis un cupón de descuento de 20€ para vuestra primera compra, un pequeño aliciente para superar la cuesta de septiembre y preparar la casa para el otoño.

Os dejo, no sin antes deciros que mañana es el cumpleaños de mi hija mayor, no puedo creer que cumpla 15 años, ¿dónde fue a parar el tiempo? ¡Madre mía!

¡Feliz fin de semana! 

Imágenes: Nuevo Estilo, Con Botas de Agua, Westwing

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Vuelta a casa…

El domingo volvimos de nuestras vacaciones en Portugal y ya lo estoy echando de menos. Cuando tienes la oportunidad de pasar una semana aislado del mundo en una pequeña casa en medio de la nada (literalmente), donde las vistas al horizonte sólo son pinares y el mar al fondo, no quieres que aquello acabe, siempre vuelves a la ciudad con la amarga sensación de que hay otra manera mejor de vivir.

Allí eres feliz con mucho menos, viviendo más austeramente y apreciando las pequeñas cosas. Para empezar las casas no son muy grandes, al menos donde nos alojamos nosotros consistía en un salón con cocina integrada, dos dormitorios y un baño (ni siquiera disponía de armarios), pero era lo suficientemente apañada para sentirte confortable. Un huerto te suministraba alguna que otra verdura y en el pequeño mercado del pueblo podías abastecerte con la pesca del día. Para mí era gloria bendita pasar el día en la playa con una simple ensalada y una cerveza «sin» (en mi caso que no bebo alcohol), pasear, leer, charlar,… yo quiero esa vida «slow».

Os he traído algunas imágenes de la casa que alquilamos en Melides, más del exterior que del interior porque dentro tampoco había gran cosa interesante decorativamente hablando, excepto por la viga que atravesaba el salón rescatada de la ruina original de 1947 donde ahora se sitúa la vivienda. También alguna foto mía mirando al mar, estado en el que me encuentro siempre que puedo cuando estoy cerca de él, ya sea en Portugal o en cualquier sitio de costa. Y algunas fotos de tiendas.

Melides es en realidad un pueblo pequeño así que tenían tres tiendas de decoración, una no logramos visitarla porque siempre estaba cerrada, de las otras dos subí Stories y los dejé en destacados en la carpeta «viajes» (por si queréis echar un vistazo). Tenían auténticas maravillas, aunque los precios no lo eran tanto. Se nota que estábamos pegados a Comporta y Troia, zonas que se han puesto muy de moda y por tanto repercute en todo.

También me llevaron a unas naves que estaban al lado de Praia do Cavalhal, Setubal, dos sitios para volverse loco lleno de antigüedades, piezas de derribo, cerámica, vidrio, etc. me quedé con ganas de traerme una lechera antigua y unos jarrones de cristal rosa, pero ambas cosas eran caras y de gran tamaño, así que me quedé con la miel en los labios.

Espero que disfrutéis con las imágenes y si os quedáis con ganas de más, de información o vídeos, ya sabéis dónde encontrarlos.

Feliz vuelta al cole para los que todavía andáis de vacaciones :-)

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Tablas de cocina de madera

Me considero muy fan de las tablas de cocina de madera, aunque en mi casa brillan por su ausencia. Vaya que tengo las típicas de toda la vida como instrumento para cortar, pero yo me refiero a aquellas que son tan bonitas que exhibir alimentos en ellas, se convierte en todo un arte.

La última vez que estuvo mi compañera y blogger Carmen, de DecoraLinks en Madrid, la llevé a dos tiendas, una de ellas fue a Comportha (no sé si recordáis el post, os lo dejo aquí) y la otra, que nos pillaba de paso a Balakata sobre la que escribí hace varios años, conocida por sus maravillosos kimonos, entre otras cosas. En ella descubrimos de repente en una esquina, una sección de tablas de cortar (tipo la de la primera imagen), todas ellas artesanales, la mayoría XXL (tanto en tamaño como en precio, ja, ja), y claro ahí quedó nuestro deseo. Yo tenía el coche aparcado muy cerca, así que el tamaño no era gran problema, pero a ver cómo se las iba a arreglar Carmen para meter semejante tabla en el tren (lo mismo le hacían pagar un billete extra). Del precio ni hablamos, claro.

Lo dicho, ahora que el buen tiempo nos va dejando y que las reuniones empezarán a ser en el interior ¿por qué no llevar un poco de esa inspiración veraniega a nuestras mesas y vestirlas de manera informal con tablas de cortar a modo de bandejas? ¿Sabéis quién es especialista en ello? pues otra de mis compis deco, Paula, de Loft&Table, si queréis ver recetas ricas y realizar preciosas composiciones en vuestras mesas, os aconsejo seguirla, es pura inspiración (además de ser muy maja, por qué no decirlo).

Bajo estas líneas os muestro ejemplos de tablas de diferentes formatos, mis preferidas son las redondas de gran tamaño, pero lo cierto es que depende de para qué queramos utilizarlas, nos convendrán más unas u otras. Como veréis, incluso sin comida, simplemente apoyadas en la pared o colgadas, tienen la capacidad de decorar por sí solas. ¡Ah! y aunque yo me incline por las de madera, las hay de muchos materiales, es más, si queréis hacer composiciones decorativas podéis probar a combinar este material con otros como el mármol, el cuero o incluso la pintura, quedan muy bien también.

Al final del post por si os habéis enamorado de alguna de estas piezas, podéis pinchar en el número de la imagen y os llevará directamente al enlace donde podéis adquirir el producto.

Si te gustan puedes comprarlas en: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15

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kenay LifeStyle

Hace tiempo que Kenay no necesita presentación. Os hablé de esta firma en 2014 cuando por entonces funcionaban online y tenían showroom en Valencia. Ahora en casi todas las ciudades españolas encontramos tienda física y es que cuando algo es bonito, la aceptación llega rápido.

Lo que no sé si conoceréis, porque es relativamente reciente, es Kenay LifeStyle. Ya no se ciñen sólo a mobiliario y a objetos de decoración, en esta nueva sección podemos encontrar joyas (o «joyitas» como lo llaman en la web), calzado, relojes, ropa, bolsos y capazos, fulares, neceseres, y un montón de cosas más que os invito a conocer.

A mí me llegó hace unos días la newsletter hablándome de las joyas. Creo que os he comentado en alguna ocasión que casi todos los metales (buenos y menos buenos) me dan alergia, así que no soy de ponerme muchas cosas. Pero este fin de semana tengo una boda y llevo un vestido rosa palo, así que al ver los pendientes de la primera imagen ya no pude parar de cotillear el resto. Me gustan mucho todas las piezas porque son sencillas, en colores pastel y muy ponibles.

Dejando de lado la boda, os diré que dentro de ocho días cumplo 45 años y de repente todo lo que he visto en la web me viene bien ¿qué casualidad, no creéis? Lo que más me gusta son las alpargatas, no podría elegir. Los bolsos son preciosos también, en mi caso los prefiero pequeños porque voy a lo cómodo y así no llevo tanto peso, aunque parece que este año se impone el capazo o los sacos de lino. Los relojes son impresionantes, sus grandes esferas me vuelven loca (aunque regalarme a mí un reloj es fracaso seguro, sólo he encontrado una marca que no me de alergia). Y finalmente la ropa, ¡qué bonita es!, de nuevo cómoda y sencilla (lo que me gusta a mí), es una pena que luego no me siente tan bien como a las modelos ;-)

¿Conocíais ya esta nueva sección de Kenay? Echad un vistazo a la web, seguro que os va a encantar, y lo mejor de todo es que ¡han empezado las rebajas! A por ello…

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