Un coqueto piso en Vitoria…

Me doy cuenta de que soy un poco cambiante respecto a lo que os enseño, paso de las súper casas a las mini cabañas (como la de la semana pasada), como si no hubiera término medio, cuando en realidad los pisos en torno a los cien metros cuadrados son la inmensa mayoría. El que estén bien aprovechados o no, tengan reformas acertadas, o incluso sean bonitos o feos, eso ya es harina de otro costal, pero la realidad es que representan la mayoría. Así que hoy me he detenido en uno de ellos, con una rehabilitación bien resuelta.

El proceso de reforma y decoración lo llevó a cabo OE arkitektura fundado por Oihane Eguren. En origen el piso constaba de tres alturas, pero la última se segregó, quedando dividido en dos. El reto era crear un espacio en calma, neutro y lleno de luz, algo que la antigua escalera de corte tradicional y con madera de Iroko hacía imposible, ya que suponía una auténtica barrea visual en el centro del salón.

Se modificó dicha escalera añadiendo barandillas de cristal y los peldaños (que ofrecen más funcionalidades, como asientos extras o baldas), se unificaron con el mismo tono de madera del resto de la vivienda, tanto suelos, como baldas del salón, incluso mobiliario, cocina o la zona de dormitorios. Ahora todo sigue una continuidad visual enfatizada por el uso del color en los textiles (los blancos y tierras).

Parte de las piezas de mobiliario son de obra, pero muchas otras son de firmas muy conocidas y no excesivamente caras, lo normal para una pareja que está empezando. Así, encontramos en el salón el sofá Singa de Kave Home o las mesas auxiliares Jeanette, de la misma firma. El mueble de la televisión se hizo a medida, los textiles son de Costa Massana y las plantas de Margarita me llaman. La alfombra es de Leroy Merlin. En frente, encontramos el comedor con mobiliario de nuevo, de Kave Home.

La cocina es uno de mis espacios favoritos, de Dica cocinas. La mezcla de mobiliario en blanco mate, en su parte inferior, con los muebles superiores de Olmo y la encimera blanca con veta en gris, es un acierto total. Da continuidad al resto de la casa y hace de esta cocina un remanso de paz, además de tener el privilegio de estar bañada de luz natural que entra por la ventana que se encuentra al lado del office. Este está compuesto por la mesa Rönninge de Ikea y sillas modelo Esta de Maison du Monde.

El salón/comedor, con la escalera como protagonista, son las zonas que se han dejado abiertas en la casa, sin embargo y a pesar de que la cocina se mantiene como espacio independiente, al igual que dormitorios y baños, todos mantienen un mismo hilo conductor gracias a los materiales utilizados y al color.

En el dormitorio nos encontramos con un bonito cabecero tapizado de Kenay Home, el modelo Flen. Le acompañan las mesillas Hegas de la misma firma, cuyo acabado en madera sigue el mismo patrón del resto de la vivienda, sobre ellas, lámparas Lombok también de Kenay. El look lo completan unos sencillos textiles blancos con cojines en tonos verdes que aluden a la naturaleza, al igual que las plantas, que no faltan en ninguna estancia de la casa, ni siquiera aquí en el dormitorio.

Los dos baños persiguen también un estilo natural, ambos con muebles en madera hechos a medida y encimera porcelánica. Los lavabos sobre encimera son de Roca. Se les ha añadido el toque negro en griferías y mamparas, esto se repite en otros elementos de la casa (como apliques, grifería en la cocina, adornos…) que unifican más, si cabe, el conjunto. Para los azulejos en uno de los baños, se le ha dado un toque Wow y nunca mejor dicho, porque así se llama la firma. Son los azules, colocados en la ducha en vertical, aunque se pueden poner en múltiples posiciones (particularmente me encantan colocados en forma de espiga). Sobre ellos, hablo con conocimiento de causa, los utilicé en una obra y quedan realmente espectaculares.

¿Qué os parece el piso? Para mí es sereno, confortable, con el tamaño ideal, alegre por su luz, y si ya tuviera una pequeña terracita, por favor que me lo envuelvan para llevar:-)

Imágenes: OE Arkitektura

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Piso urbano de Coblonal Interiorismo

Hoy nos quedamos en un piso urbano, no todo van a ser granjas rehabilitadas del siglo pasado o fincas mirando al mar, por mucho que me atraigan. La gran mayoría de los mortales viven en pisos (y hablo en tercera persona porque yo vivo a las afueras de Madrid en un chalet adosado, así que tampoco entro en esta categoría), pero creo que debo enseñar inspiración para todos, aunque el que sabe mirar bien la encuentra en cualquier espacio ;-)

Al final del post veréis el antes y el después. Comprobaréis que como toda casa con ciertos años de antigüedad, necesitaba una redistribución de espacios. Antaño las viviendas estaban muy compartimentadas, hoy en día nos gustan los espacios abiertos para compartir en familia.

Del proyecto de reforma se encargó el estudio Coblonal Interiorismo, que consiguió sacar el máximo provecho de este piso para un matrimonio con dos hijos. Si os fijáis en el plano, unificó toda la parte de día en un mismo espacio, así la fachada principal aprovecha toda la luz para la cocina y el salón. Mientras, en el otro lado de la casa, se instalaron los dormitorios, ya que dan a una fachada trasera mucho más tranquila para ubicar la zona de noche. Comunicando ambas alas, tenemos un pasillo que además es la zona de entrada a la vivienda. Se ha aprovechado esta zona de paso gracias a un mueble a medida que permite almacenar y hace de separación de ambientes, dejando pasar la luz gracias a los vanos abiertos en su parte central.

En la zona de estar se ha recurrido también a los muebles a medida para delimitar espacios y ofrecer almacenaje. El pilar central, que podría haber sido un «contra», se ha utilizado para delimitar la cocina del espacio de televisión, además de dar apoyo al sofá y ofrecer un extra para guardar cosas.

En el comedor, se han dejado elementos característicos del lugar, como la pared de ladrillo visto a media altura o el techo de bovedilla catalana. Son sin duda estas pequeñas cosas las que le dan personalidad e identidad al piso.

De camino a la zona de noche, encontramos otra de las cosas que me han enamorado de esta casa, la puerta de entrada y la ventana que está junto a ella, sin éstas ese espacio estaría carente de interés.

La vivienda dispone de tres dormitorios y dos baños. Dos de los dormitorios infantiles, están comunicados con su baño y además disponen de área de juegos. En todos estos espacios tenemos como protagonista la madera, con diseños propios del estudio de interiorismo. Del dormitorio principal, aunque estéticamente creo que queda bonito, personalmente no veo muy práctico el tipo de cama, siempre he pensado que esas estructuras de madera, son traicioneras para las piernas. Por bonitas que sean no probaría algo que pienso que me va a dejar llena de moretones y que por otro lado, creo que te lo ponen más difícil a la hora de hacer la cama. Sin embargo, me encantan los cabeceros de obra que integran hornacinas como mesillas de noche y las luces integradas.

Tanto el baño principal como el de los niños, incorporan dos senos en el lavabo. El baño en suite, lleva un gran espejo iluminado que a su vez está enmarcado por un gran cajón de madera que sirve como balda para dejar cosas de higiene. Sin duda en este baño lo que llama la atención es la bañera exenta integrada en la zona de aguas. Me parece también un acierto los revestimientos elegidos, hexagonales para el baño principal (que casi ni se aprecian ya que el protagonismo tiene que estar en las piezas del baño en sí) y de metro colocados en vertical, en un tono muy discreto para el baño infantil, un color que puede crecer con los niños. Preciosa elección.

¿Qué pensáis de este bonito piso en Barcelona? ¿Os gusta o me vuelvo a las granjas? :-)

Imágenes: Arquitectura y Diseño / Coblonal Interiorismo

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