Tela de gallinero

Últimamente mi marido me tiene preocupada, dice y hace cosas un tanto extrañas. La semana pasada (algunos lo visteis en facebook) se presentó en mi despacho y arrodillado en el suelo me pidió matrimonio con un ramillete de acelgas recién cogidas del huerto (no voy a negar que se me cayó la baba con el gesto y también cuando me comí el susodicho manjar), pero tuvo guasa la cosa.

Este fin de semana ha conseguido que su «huertico» diera un paso más allá y parte de su cosecha se ha ido a vivir a casa de unos amigos, ahora intenta contagiar su vicio a los que nos rodean (aunque bien pensado está genial aunar esfuerzos). Pero hoy mientras comíamos, me ha dejado totalmente desconcertada, va y me suelta la perla «lo próximo son las gallinas«. Que sí, que está muy bien esto de autoabastecerse pero ¿gallinas? ¡Yo por ahí no paso!, a no ser que nos vayamos a vivir al campo y las tenga lo suficientemente lejos para que la convivencia sea adecuada :-)

Lo que os digo, algo le está sucediendo, ha pasado de ser el hombre más internauta de la tierra a que sus conversaciones giren en un 90% en torno a semillas, abono, plantones y demás terminología hortícola.

Pues de ahí el post de hoy, he llevado las gallinas al terreno decorativo, es decir a los muebles fabricados con la denominada tela de gallinero, esta es la única relación que quiero tener con ellas por el momento. Perdonadme, son muy graciosas, nos dan huevos y todo eso, pero de ahí a tenerlas en casa, va un mundo.

Aparte de mucha inspiración sobre lo que la gente es capaz de conseguir con unos simples alambres (puertas de alacenas, ventanas convertidas en portarretratos, luminarias, etc.), he encontrado unas maravillosas obras realizadas por la escultora Benedetta Mori Ubaldini, que os aconsejo no os perdáis ¡son fascinantes! Id a su web, de entre todas las imágenes sólo he puesto tres (la he encontrado demasiado tarde, si no el post se lo hubiera dedicado a ella). Su gallina sí que la quiero, aunque no ponga huevos….

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Imágenes Pínterest
Portada vía: Manualidades Facilísimo

L’estoc. Muebles con valor añadido

Hay post que me resultan más gratificantes de hacer que otros, el de hoy es uno de esos. Me encanta descubrir firmas cuyo espíritu va más allá del negocio en sí, empresas que le dan otro sentido e invierten sus recursos en apoyar a los demás. Lo que hoy os enseño son «muebles con valor añadido» y os explico por qué:

En L’estoc se diseñan y producen muebles elaborados a partir de material de reciclaje o de piezas en desuso a las que les da una segunda oportunidad. Una cuna se convierte en escritorio, una puerta en la base de una mesa, una antigua bobina se transforma en el perfecto auxiliar,… he puesto muchas imágenes porque son muchos los ejemplos, os aconsejo que os paséis por la web, os va a encantar.

Este acto, que ya es bonito de por sí, no sería tan especial si no fuera porque todas estas piezas están realizadas por personas con alguna discapacidad intelectual a las que L’estoc da la oportunidad de desarrollarse, de integrarse en el mundo laboral y de dar rienda suelta a su creatividad. Según datos sacados textualmente de la web: «En Cataluña hay registradas cerca de 378.000 personas con discapacidad, el 10,6% de las cuales con discapacidad intelectual. Casi el 55% se encuentran en edad de trabajar, pero sólo 78.000 son activas».

Sólo puedo sentir admiración por L’estoc y por las personas, sean discapacitadas o no, capaces de crear cosas tan bonitas.

Os dejo hasta el lunes, como os anuncié en mi post anterior, en Madrid tenemos dos días de fiesta, así que aprovecho el buen tiempo y me voy al pueblo. Ah! no me voy sin felicitar a todas las mamás y me incluyo ;-) que aunque no soy de celebrar estas cosas, tampoco está de más ¡besos virtuales para todas!

¡¡Feliz puente!! Nos vemos el lunes…