Para los amantes del «Handmade»

Esta es la historia de Sara Moreno, una mujer que hasta su maternidad trabajaba como administrativa pero que, con la llegada de su hijo, decidió buscar un nuevo camino para conciliar. Sara convirtió su pasión en empresa, desde niña le habían gustado las manualidades y el bricolaje, así que poco a poco fue creando lo que hoy es Fruto Samore. Comenzó con grandes mantas de lana merina y hoy hace increíbles tapices que, incluso le encargan como altares de boda. También da cursos y talleres presenciales.

Lo que vamos a ver hoy es su casa. Una vivienda donde no existe la mano de un interiorista, donde todo lo que veis sale de la mente privilegiada de su dueña. Hay piezas compradas, claro, pero mucho DIY también (como la mesa de comedor), por supuesto macramé que adorna paredes, mantas envolventes, lámparas, cojines, pufs, cestos, incluso la camita del perro que está tejida por sus manos. Otra de las cosas que no falta en esta casa, son las plantas, hay tantas que en algunos sitios ha tenido que introducir artificiales, no le da la vida para tanto riego.

El salón mide nada más y nada menos que 50 metros cuadrados, así que para hacerlo más acogedor se ha dividido en varios ambientes. Al fondo el comedor con mesa realizada por los propietarios y sillas de Leroy Merlin tipo Tolix, el macramé que adorna la pared es su firma, Fruto Samore.

A continuación, encontramos una zona de chimenea. Ya existía en la casa cuando la compraron, pero la tunearon para darle un aire más moderno. En la parte superior se colocó un material que imita a piedra y en la inferior un porcelánico para no tener problemas con las brasas que pudieran saltar a la madera. Se les ocurrió también instalar una viga para hacer de soporte al sillón colgante de la firma Vackart y se rodeó de coloridas alfombras y pufs de Kenza and Co.

Tras la chimenea, se encuentra la zona de estar. Para hacerla más acogedora se pintó la pared junto al sofá Manacor de Fama, en un color oscuro. En este rincón podemos ver tanto las mantas de lana merina, como tapices de Fruto Samore, cojines de Kenza and Co y Zara Home, o una mesa de centro fabricada con pallets (también de Fruto Samore). Frente al sofá, una mezcla de piezas, como la famosa estantería String, una de sus piezas favoritas, o sobre el mueble, su última adquisición comprada de segunda mano en Wallapop, un espejo tipo ventana antiguo. Por supuesto, todo el espacio está rodeado de plantas.

Toda la casa la van reformando los propietarios poco a poco, de habitación en habitación, gracias a sus habilidades y a la ayuda de otros miembros de la familia. En el baño, por ejemplo, querían darle un toque verde, pero tanta planta ya era demasiado, así que recurrieron a los vinilos de Lokoloko, resistentes a las zonas de agua y que además aportaban profundidad a la pared. El lavabo de piedra con toallero incorporado y el espejo, son de Leroy Merlin, las toallas de Zara Home.

Además de los dormitorios, en otra de las habitaciones la propietaria montó su taller. Cómo me gusta cualquier sitio inundado de materiales que tengan que ver con cualquier disciplina artística, me da igual que sea como en este caso, lanas, o talleres llenos de pintura, o cerámicas, maderas,… cada vez que veo un taller, se dispara mi creatividad. En este caso, las estanterías tan bonitas que albergan todos sus materiales pertenecen a la firma Astigarraga Kite Line.

Igualmente, el dormitorio infantil es un puro DIY. Las mantas son fruto de la firma de la propietaria, la cama y la alfombra son de Ikea, para el juguetero se ha utilizado una caja de madera reciclada y pintada, la decoración de las paredes se ha resuelto por un lado con pintura (haciendo forma de montañas) y en la zona de lectura, simples cruces que pueden hacerse fijándose a la pared con cinta aislante negra.

Como he dicho, aún quedan estancias de la casa por reformar. El siguiente proyecto será el dormitorio de la niña, que aún tiene un año de edad, así que no tiene prisa por tener la habitación más bonita. Me gustan estas casas creadas por los propietarios, sin prisas, con mimo y sobre todo pensando qué es lo mejor para ellos, no pasa nasa si tienes que convivir un tiempo con algo que no te guste del todo, porque será la casa la que te irá pidiendo lo que necesita según vayas viviendo en ella.

Esta vivienda os puede gustar más o menos, pero lo que está claro es que está hecha a la medida de sus propietarios y si os fijáis con detenimiento se pueden sacar muchas ideas deco con las tres «b´s» de ella.

Fotografía: Miriam Yeleq para Micasa Revista

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Viveca Palma

Este post se lo dedico a mi amiga Ruth de Línea-R, ya os he hablado de ella en un par de ocasiones (aquí y aquí). En el último post os conté que se había trasladado a vivir a Palma de Mallorca la primavera pasada. Desde entonces cada día muestra en sus redes los rincones más bonitos de la isla y a mí me parece lo más, me transporta. Como creo que es una muestra de generosidad, he decidido compartir con ella y también con vosotros, cada tienda de la isla pitiusa que encuentre por la red y merezca la pena. Esta es mi propuesta de hoy Ruth: Viveca Palma (y no me vengas ahora con que ya has estado, que me chafas el post ;-)). Por cierto acabo de leer el comentario que me dejaste en el post que escribí el lunes, me has emocionado, eres un amor.

Y voy con la tienda, por si no tienes planes el fin de semana (aunque lo dudo) y te apetece dar una vuelta por allí. Si lo haces por favor quiero un Stories.

En Viveca Palma vais a encontrar una mezcla de antigüedades del siglo XVIII, con mobiliario vintage, también nórdico de los años 30 y 60, mesas de Campiña Francesa, piezas icónicas de Mogensen y Wegner, telas de la Tribu Massai, textiles, cerámicas, vajillas mantelerías, jarrones y productos handmade. Cada pieza y cada detalle, busca crear espacios con personalidad cuidando los pequeños detalles.

El proyecto Viveca nace de una familia con más de 25 años de experiencia en el mundo de la decoración e interiorismo. Tras ella se encuentran sus propietarios Íñigo Güell y su mujer Ingrid Iturralde junto con sus hijas, Carla y Camila, que además del suministro de muebles, textiles, arte, menaje, etc. (los que se encuentran en la tienda y también los que hacen a medida), se ocupan de realizar el proyecto integral de interiorismo y paisajismo, todo para hacer realidad la casa de tus sueños. Y ¿dónde? en la C/ San Feliu, 17 Local 19 de Palma de Mallorca.

Según iba viendo las imágenes más me gustaba la tienda, son piezas de toda la vida con personalidad y que cuentan historias. Hasta la vieja puerta de tablones azules ha llamado mi atención, sólo con verla sé que el contenido es fiel reflejo de ella y que por tanto me gustará.

Lo dicho Ruth, si vas por allí haz uno de tus vídeos chulos, así apreciaremos mejor las piezas. Ojalá algún día me pueda escapar por Mallorca y poder visitar este tipo de tiendas juntas.

¡Feliz fin de semana!