Un salón muy inspirador…

Sigo intentando buscar un piso en mi pueblo, no sé si recordáis que me quiero cambiar de chalet a piso, hasta ahora el mercado estaba algo parado y sin embargo de repente parece que los regalan o al menos los que me gustan, tal como salen al mercado vuelan, algunos no duran ni un día a la venta. ¿Vamos a volver a cometer las mismas tonterías? ¿Esto es el preludio de otro boom inmobiliario? Espero que no. Mientras tanto yo sigo buscando, e intentando imaginar el tetris que tendré que hacer para encajar mi mobiliario y todos los trastos que he acumulado en un chalet, en un piso (ya se sabe, cuanto más espacio, más guardamos).

Cuando encuentro en internet algo que me cuadra y voy a visitarlo, el primer golpe de vista es impactante. Ya me he acostumbrando a espacios grandes y aunque es precisamente de lo que quiero escapar porque me sobra casa por todas partes, mi cabeza y mi retina necesitan un parón para asimilar que lo que encontraré en la mayoría de los pisos son habitaciones con la mitad de metros que las mías. Sin duda es necesario tener mucha imaginación cuando además no partes de un lienzo en blanco, porque parte de mis cosas se quedarán conmigo.

He encontrado este piso en un artículo de Apartment Therapy y me ha parecido pura inspiración, es como si lo hubieran diseñado para las necesidades de mi familia. Su planta alargada y sus dos ventanales, no impiden que el espacio esté aprovechado al máximo. En mi casa tenemos gran cantidad de libros, y aunque ni de broma cabrían en estas estanterías, no me digáis que no están bien pensadas, rodean hasta las ventanas. Toda la parte baja se ha aprovechado con almacenaje en gavetas quedando oculto su contenido. En el salón siempre hay un montón de trastos que no quedan bonitos si están expuestos, así que mejor disponer de muebles con cajones para poder ocultar lo que no queremos que sea visto.

En mi caso tendré que renunciar a mi despacho, así que la idea de cómo han aprovechado la pared del fondo alargando la estructura de la estantería para crear una zona de trabajo, me ha parecido perfecta y además, como las baldas llegan hasta su parte superior, es un gran desahogo para la zona. A su vez, ésta termina con un módulo en forma de cubo que hace las veces de recibidor, sin renunciar a las baldas que siguen sirviendo como lugar de almacenaje.

Sólo le pongo un pero, tengo mis dudas respecto al sofá porque a simple vista no me parece cómodo (o será porque yo necesito brazos a ambos lados para apoyar la cabeza) y la otra parte negativa es que podría afirmar que se trata de mobiliario a medida, con lo cual no será barato (pero pienso que compensa realizar una inversión más grande si el resultado se ajusta tanto a tus necesidades).

No me diréis que sin ser un salón excesivamente grande, no está bien pensado. Además de la funcionalidad del espacio, elementos como la pared de ladrillo, la escalera y cocina pintadas de negro, le dan personalidad. El color oscuro también proporciona profundidad al espacio, dando la sensación de ser una habitación más amplia.

Para terminar y a pesar de ser un piso relativamente pequeño, el tejado esconde una sorpresa, una gran terraza que más la quisiera yo para mi chalet.

¿Qué os parece?…

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Un loft poco convencional…

Casi 600 metros cuadrados de vivienda con una altura de techos de más de tres metros, enmarcado por columnas, vigas y un suelo de madera original, es el loft que vamos a ver hoy en Brooklyn (Nueva York). En él viven la escritora Laura Lane con su marido y artista Nic Rad y su perro.

El matrimonio se hizo cargo de la mayor parte de la remodelación, trabajaron codo con codo con un arquitecto involucrándose en la elección de materiales, iluminación y mobiliario. Todo empezó a partir de algunos elementos como el gran sofá, una pared destinada íntegramente a arte o la impresionante estantería circular rosa que se convertiría en punto focal del cuarto de estar de diseño abierto. Para la parte de decoración la pareja contó con la ayuda del interiorista Casey Debois, que en realidad fue contratado al final del proceso en un momento en que los propietarios se sentían atascados. El decorador sólo le dio su toque para conseguir crear una casa basada en los principios del feng shui y les asesoró en la adquisición de alguna de las piezas y accesorios finales para que la casa se viera terminada.

Antes de adquirir la espectacular estantería rosa, estuvieron barajando otras posibilidades, como una en forma hexagonal e incluso otra con forma de diamante. Querían exponer de manera original sus pequeñas piezas de colección sin que parecieran abarrotadas, dejando hueco suficiente entre ellas para que se apreciaran mejor, de ahí que se decantaran finalmente por esta estantería redonda. La pareja de butacas rosas con pie dorado, que ya tenían antes de mudarse y que son de Jonathan Adler, determinaron la paleta de color de la propia estantería.

En el comedor, destaca el espejo de medio círculo de Ben & Aja y la gran lámpara de Kelly Wearstler. A continuación se encuentra una zona de librerías, un espacio al que se le ha dotado de dramatismo gracias al color negro y donde los libros están colocados por tonalidades.

La cocina se da un aire campestre y aunque pueda parecer en las imágenes de color gris, la realidad es que es de un tono verde muy oscuro.

En la habitación principal destaca el revestimiento de hormigón colocado en la pared del cabecero que originalmente se había comprado para destinarlo al baño. Para suavizar el ambiente se introdujeron textiles claros y el toque verde de las plantas. En el dormitorio de invitados, uno de los más pequeños de la casa, los propietarios dieron rienda suelta a su imaginación y añadieron un llamativo papel pintado de Eskayel que amplía visualmente la pared del cabecero y disimula su estrechez, lo combinaron además con cojines del mismo estampado y otros que dan el toque de color.

En la entrada se encuentra la interesante «pared galería» donde hay obras procedentes de subastas, mercadillos, regalos e incluso algunas obras pintadas por los propios propietarios. Para distribuir la gran cantidad de cuadros dice Nic, que fue ensayo y error, poner, quitar, mover, subir, bajar, e ir encajando uno a uno como si de un puzzle se tratase hasta conseguir el resultado tan impactante que estaban buscando (podéis verlo en la última imagen).

De nuevo una casa singular, con personalidad y es que viniendo de artistas no puede salir nada convencional ¿no creéis?…

Fotografía: Cody Guilfoyle (Más info vía)

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Sheep + Stone

Si me seguís desde hace tiempo sabréis que lo que publico es básicamente lo que me gusta. A día de hoy y después de casi nueve años de blog, todavía no tengo claro mis preferencias decorativas. Sé exactamente aquellas cosas que odio, que nunca me entrarían por los ojos, o con las que no podría convivir, sin embargo no sabría definirme por ningún estilo. Al igual que los proyectos que os enseñaba el miércoles me chiflaban (y eso que eran algo locos y seguramente incomprendidos por muchos), los que os muestro hoy también me encantan, ha sido amor a primera vista, y eso que son diametralmente opuestos.

Sheep + Stone es un estudio de diseño de interiores con sede en Brooklyn. Su equipo creativo está formado por profesionales que vienen del mundo del arte, del diseño, de la arquitectura y de los negocios. Proceden además, de diferentes países: Inglaterra, Canadá y Estados Unidos. Esta mezcla de nacionalidades y de disciplinas artísticas, se reflejan en el estilo de sus viviendas.

El primer proyecto, Primrose House, es una residencia familiar situada en Los Ángeles. Sus propietarios vivían en Nueva York y tras varios años decidieron volver a California. Su deseo era plasmar en la decoración el espíritu de las dos ciudades (podéis leer el amplio reportaje realizado por la Revista AD pinchado aquí).

El segundo proyecto que os muestro, Downtown Duplex, es una vivienda familiar en Brooklyn. Sus propietarios, una pareja sueca, transmitieron al estudio Sheep + Stone la estética que querían conseguir, el espíritu y la simplicidad de lo escandinavo pero añadiendo pinceladas de estilo neoyorquino. Podéis leer más sobre este proyecto aquí.

Por último os enseño Boerum Hill Loft, el refugio de la diseñadora británica Sheena Murphy (también en Brooklyn). Ella quiso mantener el espíritu del barrio donde se sitúa la vivienda, una zona histórica de Nueva York donde la mayoría de edificios son del siglo XIX y se caracterizan por sus famosas fachadas de ladrillo rojo. El reportaje completo podéis leerlo aquí.

Como no os he desarrollado cada proyecto, si os gustan estos interiores tanto como a mí, id a los enlaces y entreteneros un rato con los artículos, realmente merecen la pena. Os dejo con un poco de lectura para el finde :-)

¡¡Feliz fin de semana!!

Primrose House

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Downtown Duplex

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Boerum Hill Loft

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Fotografía: Nicole Franzen

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