Pura esencia mediterránea…

He descubierto en Jessica Bataille un calco de casi todo lo que me gusta. Fundó su empresa de interiorismo hace 20 años en Javea (Alicante) con la idea de transmitir y reflejar en sus proyectos la esencia mediterránea y su manera de vivir. En sus trabajos siempre hay referencias a la naturaleza, al mar, la montaña, la tradición, es amiga de lo «eco», todo con el fin de crear espacios a los que apetezca volver. ¿No os suena un poco a mis gustos?

Me ha costado un par de horas decidirme sobre qué mostraros (residencial, comercial, life style), todo me gustaba y me transmitía «buen-rollismo» playero y aquí una tiene su corazoncito y unas ganas locas de ver mar. Al final me he decidido por los chiringuitos porque, ¿hay algo más veraniego que eso? En cualquier caso, como sé que sois muchos a los que también os gusta el toque mediterráneo, os diría que visitéis la web, está llena de inspiración en este sentido. ¡Ah! y también hay tienda.

Lo dicho, como comienza el fin de semana y es tiempo de relax y disfrute, veamos tres de sus proyectos que invitan al esparcimiento. Por supuesto todos con un mismo hilo conductor, la esencia mediterránea…

¡¡Feliz fin de semana!!

1.- Cala Bandida: Directamente situado en el puerto de Javea. Los llamativos colores hacen referencia al entorno, desde el mar, la naturaleza, e incluso a los edificios de la zona. Mucho mimbre, plantas, las clásicas sillas Wishbone con las patas pintadas, alguna Thonet en color natural, paredes recubiertas con contraventanas mallorquinas, lavamanos en piedra natural, etc. todo recuerda al Mediterráneo.

2.- Blancos y Tintos: De nuevo seguimos en la playa, frente al mar. Un chiringuito donde conviven los alimentos orgánicos, el vino y las referencias botánicas. A la madera y al hierro, se les ha unido el cristal (un guiño a las botellas de vino). Tampoco falta la vegetación en forma de jardín vertical y en composiciones de plantas colgadas en cestos de macramé. Una decoración inspirada en el menú saludable de «Blancos y Tintos» y también en el entorno.

3.- Barnum: Bar y restaurante frente a la playa con una decoración cálida. Madera, plantas de plátano tropical, lámparas de ratán y un esquema de color en blanco y natural perfecto para relajarse al aire libre.

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Así me quiero retirar…

Cada vez tengo más claro que mi vida no debería estar en Madrid. Sólo hay una razón de peso que me frena para no largarme de aquí, son mis hijas. Ellas tienen aquí su cole, sus amigos y más oportunidades de futuro que si nos fuéramos a un sitio apartado. Pero todo se andará…

La semana ha empezado rara, pero lo hizo ayer. Volviendo del pueblo de Soria donde solemos escaparnos en vacaciones y algunos fines de semana, tuvimos un percance con el coche. No fue un pinchazo sino un reventón en toda regla, parecía que una motosierra hubiera rajado mi rueda (la ley de Murphy hizo que fuera una de las delanteras que estaban nuevas, arggg…) Tuvimos que llamar a la grúa porque no había valiente que quitara la tuerca de seguridad. Apareció un hombre encantador que nos dio «palique» mientras hacía la labor del cambio de rueda. No sé qué vería en nuestras caras que nos preguntó, ¿dónde se está mejor en Madrid o en el pueblo? La respuesta era obvia, así que ¿por qué mete usted el dedo en la yaga?

Total, vuelta a casa y aquí donde vivimos, son fiestas patronales. Las niñas sin cole el viernes, tampoco han tenido clase hoy, así que el día se complica. Además tenía médico, porque Murphy me volvió a visitar :-) Y esta tarde nos toca ir a la feria, seguro que muchos pensaréis que eso es divertido, pero yo lo odio. Así que un par de vueltas en los «cacharritos» y a casa, que por fin mañana hay colegio y vuelve la tranquilidad. Qué bien estaría en una casita en el campo (mejor si tiene vistas al mar, aunque sea a lo lejos), sentada en una mecedora y mirando al infinito, lo sé: ¡me hago mayor!

Hoy os enseño tres proyectos de una firma preciosa sobre la que escribí en 2009, claro que muchos de vosotros no me seguíais en mis comienzos. Se llama Catalina House, por entonces era una pequeña tienda en Formentera, ahora ya tienen tienda online y varios trabajos de interiorismo a sus espaldas. He querido rescatar esta firma porque les sigo a menudo y cada imagen que muestran me anima a pensar que quizás algún día yo también pueda retirarme a vivir en algún sitio parecido a estos…

Ses Roques 1

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Casa la Mola

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Con vistas al mar…

Ya estoy de vuelta de Málaga, ha sido corto pero intenso. La verdad que cuando hago estos viajes relámpago llego más cansada de lo que me fui, pero es un cansancio del bueno, por haber aprovechado cada minuto a tope. No me voy a quejar, no, tan sólo de mi piel de cangrejo que ya ni la protección cincuenta consigue evitar, es lo que tiene ser tan blanquita.

Siempre que voy a la costa pienso en el privilegio que debe ser para los que viven allí abrir los ojos cada día y despertar frente al mar, no hay cosa que me transmita más paz. Podría pasar las horas muertas mirando al horizonte.

Este fin de semana me ha sorprendido la cantidad de despedidas de soltero/a que había por allí. La cafetería del AVE el viernes parecía una discoteca y eran las cuatro de la tarde, en la playa no cabía un alfiler, grupitos por aquí y por allá haciendo las típicas «tonterías» de las despedidas (incluso nos arrastraron a hacer aerobic con una novia y sus amigas en plena playa, ¡con la vergüenza que me dan esas cosas!).

Una de tantas despedidas se divisaba a lo lejos a bordo de un catamarán, me parecía muy apetecible (no la fiesta) sino estar subida en un velero, disfrutando de mis amigas lejos del gentío de la playa. Algo que nos hemos planteado hacer el año que viene, si nuestro bolsillo lo permite.

Ahora que me ha dado por los espacios pequeños, me pregunté si sería capaz de vivir en un velero y no lo sé la verdad. A pesar de que muchos están equipados como la mejor de las viviendas, el concepto debe ser muy diferente (no tanto por el espacio, si no por la forma de vivir en sí), pero una temporadita para probar no me importaría nada. Luego me conformo con un pequeño apartamento mirando al mar :-)

Estos dos catamaranes que hoy os enseño, los he sacado de una web de alquiler de embarcaciones. Esta empresa en concreto se llama BoatBureau, tienen multitud de veleros y cantidad de destinos para elegir, todos de lo más apetecibles. Maravillosos por dentro y por fuera…

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Al chiringuito…

Ayer falté a mi cita con vosotros, como os dije antes de empezar las vacaciones, a veces surgen planes que me hacen imposible cumplir con mi calendario de publicaciones. Pasamos el día en el monte, haciendo una caminata de 16 kilómetros, esta vez había más niños que adultos, la mayor mi hija de 10 años, ya os podéis imaginar… Hoy las agujetas han hecho acto de presencia en más de un cuerpo.

Llevo unos diez días en el pueblo y aunque aquí soy feliz, lo tengo todo, el monte, los amigos, la buena comida,… parece que en mi cabeza hay un pensamiento, la playa, allí es donde de verdad descanso. Ni siquiera sé por qué me ha dado por traer chiringuitos al post de hoy, en la mayoría de playas donde vamos ni siquiera existen, sólo vemos surferos. Pero como este blog es de decoración, tendré que acompañar las preciosas aguas azules del mar y a la fina arena de playa, con un poco de diseño. He seleccionado unos cuantos chiringuitos, españoles y también extranjeros, unos más sofisticados que otros, pero todos con mucho encanto (si queréis descubrir dónde están, visitad mi panel de «Beach» en Pinterest).

Sé que se ha puesto muy de moda los grandes espacios que combinan restaurantes, bares, chill-out,… ¿quién puede resistirse a ellos? Pero yo como romántica que soy, creo que me quedo con los de toda la vida, los que tienen un aire más hippie, un lugar para sentarse, cuatro caños por aquí y por allá, una cerveza en la mano y los pies en la arena ¿para qué más?…

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