Siento la ausencia de ayer, la verdad es que me llevé un pequeño susto. El domingo mi marido estuvo haciendo unas mejoras que le pedí en el blog (la parte técnica se la dejo a él). Algo debió salir mal porque cuando ayer intentaba entrar como administradora, la pantalla se quedaba en blanco, por lo que no me permitía publicar nada. Pasada la una de la madrugada, mi eficiente marido consigo instalarme una nueva actualización del “Wordpress“ con todo el contenido de mi blog intacto, menos mal.
Sin más rodeos sobre mi pequeño problemilla, os cuento que este fin de semana estuve comiendo en casa de una amiga de la universidad. Llevaba tiempo sin verla y su chalet había sufrido ciertas mejoras, que por supuesto tuve que analizar una a una. Cuando subí a la buhardilla, me encontré con su mesa y estantería de metacrilato donde tantas veces habíamos estudiado juntas, por aquellos entonces, se encontraban en su habitación de casa de sus padres.
Me hizo pensar en que me gusta el efecto del mobiliario transparente, polifacético donde los haya, encaja en cualquier sitio y estilo con grandes virtudes y ventajas, dejan pasar la luz, no recargan el ambiente, son muy ligeros y crean efectos ópticos que pocos materiales consiguen con tanta dignidad. Sólo les pongo un “pero” y es que, para que luzcan en todo su esplendor, hay que mantenerlos limpios.
La firma GLAS ITALIA se dedica al cristal desde hace décadas y a pesar de ser una firma italiana, su alta valoración en el mercado hace que encontremos una gran cantidad de tiendas donde conseguir sus piezas, aquí en España podemos ver sus productos en SpacioHome o GIBO, entre otros.