Reformar el baño y no morir en el intento…
Reformar el baño: Decisiones clave antes de empezar
Si hay una reforma que suele generar dudas y algún que otro dolor de cabeza, esa es la del baño y, obviamente, también la de la cocina, pero este es un gran melón que vamos a dejar para otro día.
Los baños suelen ser espacios pequeños y, al mismo tiempo, uno de los más usados de la casa. Por eso, si os preguntáis qué tener en cuenta antes de meternos en obras o por dónde empezar, mi opinión es clara: parad, pensad primero en vuestros hábitos y después planificad.

La distribución lo es (casi) todo
Antes de pensar en los materiales que nos gustan, hay algo mucho más importante: el espacio y las distancias entre los elementos. Un baño puede ser pequeño y funcionar perfectamente, o grande y resultar incómodo si no está bien planteado.
Es fundamental respetar un mínimo de espacio delante del inodoro, del lavabo o de la ducha para poder moverse con comodidad. A veces, por querer encajar “todo”, acabamos creando un baño poco práctico o agobiante. Mi consejo es priorizar: mejor menos elementos, pero bien colocados, que un espacio saturado.
Estas son las medidas mínimas a tener en cuenta si no os queréis equivocar:
- Desde el inodoro hasta el elemento más cercano, ya sea la pared, el mueble del lavabo o la ducha, debe haber al menos 75 cm de distancia libre. En los laterales contaremos unos 20 cm a cada lado; es decir, un total de 85 cm para sentarse con comodidad.
- El espacio mínimo para ducharte es de 70 × 70 cm si hablamos de una ducha cuadrada; en el caso de ser rectangular, debería tener al menos 70 × 100 cm.
- En cuanto a los muebles de baño, podemos encontrar piezas muy reducidas de entre 40 y 45 cm para baños muy pequeños o aseos de cortesía. Los muebles estándar varían entre los 60 y 70 cm, y si el baño es compartido, lo ideal sería escoger un mueble de lavabo a partir de 80 cm.
Aquí es donde resulta muy útil inspirarse y ver diferentes soluciones reales. Existen tiendas online especializadas como The Bath, donde se pueden explorar distintas configuraciones de baño y hacerse una idea más clara de cómo aprovechar cada centímetro sin renunciar al estilo.

¿Ducha o bañera? La gran pregunta
Esta es, sin duda, una de las decisiones que más cuesta tomar. No hay una respuesta universal: depende mucho del estilo de vida, del espacio disponible y de quién vaya a usar el baño.
La ducha es práctica, rápida y ocupa menos espacio. Es ideal para el día a día y especialmente recomendable en baños pequeños o cuando hay personas mayores en casa. Además, hoy en día hay platos de ducha extraplanos que quedan muy integrados y visualmente ligeros, u otras opciones muy en tendencia como las duchas italianas walk in, que van a ras de suelo, sin escalones ni bordillos, utilizando el mismo pavimento que en el resto del baño y garantizando mayor limpieza, amplitud y comodidad.
La bañera, en cambio, tiene un punto emocional. Si te gusta darte un baño relajante o tienes niños pequeños, esta es tu opción. Eso sí, requiere más espacio y una planificación cuidadosa para que no se coma todo el protagonismo del baño. Ten en cuenta que una bañera típica, la rectangular, mide aproximadamente entre 170 y 180 cm (por supuesto, las puedes encontrar más pequeñas en formato cuadrado y de hasta 200 cm si el espacio lo permite).
Sea cual sea tu elección, conviene pensar en el largo plazo. A veces, lo que hoy parece una buena idea, dentro de unos años puede dejar de serlo.

Sanitarios: Funcionalidad ante todo
Otro punto importante es la elección de los sanitarios. Aquí mi recomendación es clara: busca comodidad, facilidad de limpieza y coherencia con el espacio. No hace falta irse a opciones complicadas ni excesivamente caras para conseguir un buen resultado.
Cada vez es más habitual optar por inodoros baratos online, no solo por una cuestión de precio, sino porque permite comparar con calma, leer características y elegir con criterio. Lo importante es que encajen bien en el espacio y respondan a las necesidades reales del hogar.
Si lo que buscas es ligereza visual y una mejor limpieza, opta por sanitarios suspendidos. Eso sí, ten en cuenta que para insertar el mecanismo necesitarás restar unos centímetros a la pared para que queden embutidos.


Materiales que envejecen bien
En un baño, los materiales lo son todo. La humedad, el uso diario y la limpieza constante hacen que no todas las opciones sean igual de recomendables. Apostar por revestimientos neutros, fáciles de mantener y atemporales suele ser una decisión acertada.


Un baño pensado para durar
Reformar el baño no es solo una cuestión estética; es una inversión en comodidad y bienestar. Dedicar tiempo a pensar la distribución y no precipitarse con los acabados es la clave para que el resultado funcione hoy y dentro de diez años.
Si estás en ese punto de “quiero cambiar el baño, pero no sé por dónde empezar”, mi consejo es este: inspírate, infórmate sobre las diferentes opciones y toma decisiones desde la calma. Tu yo del futuro te lo agradecerá ;-)




Imágenes: Pinterest, Elle Decor y AD.
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