Flechazo, las vigas y la escalera…

Encontrar una casa donde te gusten todos sus espacios es realmente difícil, a no ser que la hayas diseñado tú mismo. Y aunque siempre suele haber algo que queremos cambiar, los flechazos existen. Esto me ha pasado con la casa que os traigo hoy, no toda ella me convence, pero las vigas metálicas verdes azuladas y la escalera del mismo color, eran motivo para compartir :-) Pocas veces veo ideas tan originales, fáciles de ejecutar y que tengan tanto impacto visual. A ver qué opináis vosotros.

Esta vivienda viene de ser el almacén de un empresario local especializado en la extracción de madera, después pasó a taller mecánico, para posteriormente convertirse en garaje. Se encuentra en Barcelona y la arquitecta Judit Falgueras junto a la empresa de ingeniería Dimark Estructuras, se encargaron de darle una nueva vida sesenta años después de su construcción.

Fue necesario crear una nueva estructura metálica como forjado para el primer piso, así como la rehabilitación total de la cubierta. Para la fachada de la planta superior, se utilizó un bonito entramado de madera. Las vigas interiores, que estaban en buen estado y habían sido colocadas por el primer constructor con madera local, se reutilizaron para el techo y la madera de la antigua estructura dio paso a distintos muebles como la estantería, la mesa de comedor o el mueble del baño.

En cuanto a la distribución, la planta baja es una zona diáfana y abierta donde conviven salón, comedor y cocina, con transición directa al patio trasero. También encontramos una despensa y un baño. En la primera planta hallamos un distribuidor con una gran mesa central de estudio y zona de almacenaje, tres dormitorios (el principal con una galería) y otro baño.

Desde la entrada podemos ver el mismo tipo de suelo para toda la planta baja, el microcemento, un revestimiento muy acorde con la historia de la vivienda. Al igual que las paredes, donde se ha mantenido la piedra y el ladrillo visto. Si algo llama la atención es la bonita escalera y las grandes vigas metálicas que atraviesan el espacio en color verde azulado, sin duda lo más original de la vivienda.

Para la cocina se utilizaron muebles metálicos en color negro que combinan a la perfección con la madera y el tono de la viguería. Una gran isla central y un solo frente de armarios bajos es suficiente para albergar todo lo necesario. Al no poner almacenaje superior, se enfatiza visualmente la altura de los techos. Para iluminar la zona de trabajo se ha recurrido a luminarias de tipo fabril, así como una tira de led empotrada en la balda que hace de separación entre la zona de azulejos y la pared (en la parte del fregadero).

El piso de arriba es sencillo y con una decoración discreta y minimalista. El protagonista sigue siendo el bonito color verde azulado de las vigas metálicas y cómo éstas, contrastan con las viejas vigas de madera recuperadas del antiguo taller.

Como os decía al principio, es raro que todo lo que hay en una vivienda sea de tu agrado cien por cien. En este caso son los baños que, particularmente, no son de mi estilo (aunque sí salvaría la antigua madera utilizada como soporte del lavabo en el baño de la planta inferior).

¿Qué es lo que más os llama la atención de esta casa? ¿El color de las vigas y la escalera, o la rehabilitación en su conjunto? Me encantaría que me lo dejaras en comentarios.

Antes

Fotografía: Joan Guillamat

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Un proyecto de Belén Ferrándiz

Esta casa situada en Pedraza, Segovia, está llena de tesoros de mis tiendas favoritas, así que sí, es uno de los motivos por la que tenía que compartirla. El otro, el maravilloso trabajo de rehabilitación para conseguir mantener la estética de un pueblo, que se considera Conjunto Histórico desde 1951. Si no habéis estado, os recomiendo que vayáis a visitarlo, no puede ser más bonito.

La interiorista Belén Ferrándiz, encontró la casa literalmente en ruinas, pero conservaba su identidad, las vigas, sus baldosas de barro, la gran embocadura original de la chimenea, el coqueto patio empedrado,… aunque había mucho por hacer. Lo que estaba claro era que había que conservar todo aquello que le dotaba de historia y carácter a la vivienda.

La escalera se tuvo que hacer de nuevo, pues de ella no quedaba nada. Como era un elemento clave, se aprovechó para redistribuir los espacios. Esta conecta las tres plantas de la vivienda.

La carpintería que da al exterior tenía que mantener, como he dicho antes, la estética del resto del pueblo, se pusieron ventanas de iroco (una madera muy resistente a los cambios climáticos) y se le dio un acabado en nogal. Para la parte interior sin embargo, se utilizó pino acabado en tono roble envejecido. Todo ello se combinó con los pilares de hierro en gris antracita que se dejaron a la vista para crear un bonito contraste y ya en el techo, encontramos viguería vista pintada de blanco.

Como en casi toda reforma hoy día, se huyó de la compartimentación optando por abrir espacios, dejando paso a zonas más amplias y a que la luz fluya por todas partes. La guinda del pastel la pone el acertado mix de piezas de mobiliario, una mezcla de muebles antiguos, con otros de diseño contemporáneo, también franceses o daneses, e incluso piezas a medida. Os cuento bajo estas líneas alguna de mis favoritas.

Butaca de Rue Vintage 74 y apliques de Borgia Conti.

Chaise Longue de Studio Bañon, veladores de Rue Vintage 74 y Lámpara de Aromas. La estantería está hecha a medida en pino natural.

Sofá de Blasco y banco de ratán en Mestizo Store.

La fotografía de gran formato es de Aurélien Villette y se adquirió en Yellow Korner. El mueble cubre radiador de pino fue realizado a medida. Butacas de El Rastro madrileño, restauradas y tapizadas con tela de Dolz Colección Internacional.

La mesa es un diseño de la interiorista. Bancos de Asitrade y Rue Vintage 74. Lámparas de Aroma y macetero de Mestizo.

El mobiliario de cocina procede de Gunni & Trentino.

Tumbonas de ratán de Rue Vintage 74 y apliques de El Rastro.

El diseño de la cama fue hecho a medida para situar tras él la zona de vestidor con puertas correderas a ambos lados. Colcha de lino y banco a pie de cama de Rue Vintage 74, la alfombra y el cojín blanco y negro, de Maison du Monde

Elementos del baño, también de Gunni & Trentino.

La mampara es de aluminio lacado en negro. Junto a la ducha un espejo de herencia. Lámparas de Asitrade.

Conjunto de mesa y sillas francesas de Rue Vintage 74.

Imágenes: Montse Garriga para Elle Decor / Belén Ferrándiz

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Ático en el barrio de La Latina

Qué buenos recuerdos me trae el barrio de La Latina. Hace bastantes años, cuando aún no teníamos hijas, mi marido y yo quedábamos de vez en cuando por allí a tomar el aperitivo con amigos. Son de esos barrios madrileños con encanto que sobre todo los fines de semana, se llena de ambiente. Ahora como vivimos a las afueras y en nuestro pueblo también hay mucho ambiente, el aperitivo lo tomamos aquí :-)

Hoy os traigo un precioso ático situado en este barrio, cuyo proyecto de interiorismo fue ejecutado por el estudio BMK. Puedo imaginar la emoción que debieron sentir cuando les solicitaron el trabajo. El espacio está lleno de luz y tras la reforma se habían mantenido todos los elementos estructurales de la vivienda, como las vigas que recorren toda la casa. Para potenciar aún más esta sensación, paredes, techos y vigas se pintaron de blanco. Gracias a esta base neutra, el estudio BMK pudo introducir sin miedo el color en la decoración, muestra de ello son los textiles que inundan la casa o incluso la divertida cocina en azul turquesa.

La zona principal de la vivienda discurre en un mismo espacio rectangular y bien delimitado gracias a la disposición de elementos. Por un lado el salón, donde los sofás enfrentados invitan a la tertulia y a disfrutar de las vistas. Cerrando el conjunto, un par de sillas Diamond, de Harry Bertoia. Al fondo está el comedor, con una gran mesa antigua y sillas inspiradas en las Tulip de Saarinen adquiridas en SuperStudio, al igual que la lámpara.

Tanto el salón como el dormitorio tienen salida a la terraza. En ella poco elementos, lo justo para el relax y disfrute al aire libre. Los arreglos florales son de Jacaranda Flor Design y el taburete cerámico de El Corte Inglés. La nota de color la pone la silla Acapulco, también en azul turquesa, y la alfombra de Bharat 79.

El dormitorio, el baño y el vestidor es todo uno. Siguiendo con la importancia de los textiles para dar color, encontramos el cabecero naranja con motivos geométricos, confeccionado a medida por Decolab con tela de Gastón y Daniela. A sendos lados de la cama, mesillas de noche de El Corte Inglés con lámparas de la misma tonalidad, de Decolab. Los cojines de la cama proceden de Zara Home.

Del baño me encanta su luz, su simplicidad y sobre todo que tenga integrado el vestidor (aprovechando el tejado a dos aguas del ático). Sólo conozco una casa donde el vestidor esté en el propio baño, en casa de mi prima. Es algo que siempre me ha dado mucha envidia porque me resulta muy práctico (claro que en su caso, ella es decoradora y su marido arquitecto, así que saben lo que se hacen).

Os dejo con las imágenes que ilustran el proyecto. Esta vivienda me encanta, su luz, los espacios y la terraza, todo un lujo para estar en el centro de una gran ciudad ¿no creéis?

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En la mesa de centro esferas de cristal de Anmoder y sobre el sofá, cojines de Zara Home.

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Taburetes de la cocina, inspirados en los Tolix, de Maisons du Monde.

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Via: Mi Casa Revista y Studio BMK

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