Home Tour Navideño

Lo primero de todo quería agradecer a todos aquellos que se han suscrito al blog en estas últimas semanas, aún me sorprende que después de tantos años este, mi pequeño espacio, siga generando interés. Y como muchos sois nuevos por aquí, os contaré que no soy una persona muy fan de la Navidad, es una época que me trae tristes recuerdos y creo que se ha perdido todo el sentido de estas fiestas, sólo veo consumismo sin sentido. La única parte positiva que le saco son las reuniones familiares o con amigos, pero en realidad es algo que puedes hacer igualmente durante el año y con mucho menos estrés. En fin, no es que sea El Grinch de la Navidad, pero estas fechas me sobran un poco.

El nuevo miembro de la familia, nuestra perrita Titi, ha sido la excusa perfecta para no sacar los adornos. Quizás la casa esté más tristona pero en esto sí que antepongo a mi peludita a cualquier decoración, no quiero pasar las fiestas agobiada porque la perrita se ha comido los adornos navideños o parte del árbol de navidad y tiene una obstrucción abdominal.

Pero como sé que por aquí a la mayoría os gustan estas fiestas, he querido poner un punto navideño en el blog, con un fantástico home tour de una casa en Comillas, Cantabria. Partimos de un entorno inigualable, el pueblo, contamos con una edificación del Siglo XVII y su orientación no puede ser mejor, dando una fachada al pueblo y la otra mirando al mar. Con estas premisas es difícil que las cosas se den mal.

La casa, que está en el casco histórico, se encontraba en muy mal estado por lo que necesitó de una rehabilitación completa. Se mantuvo la fachada de piedra y se rehicieron las carpinterías y viguería, pero respetando su esencia y el aire tradicional. La reforma fue llevada a cabo por Hermanos Vega Díaz junto al arquitecto Jacobo García Germán.

La casa es tradicional por lo que se apostó por una decoración navideña que, aunque remarcara este estilo, también le diera una nota de color con toques verdes, azules, blancos y elementos naturales como el pino, las cestas o las piñas, añadiendo además, pinceladas más modernas como los farolillos o las estrellas de alambre. Donde mejor se percibe este equilibrio es en la mesa de comedor, es francesa de la tienda Arteslonga, para aligerar su peso visual se ha vestido con un suave mantel de lino arrugado, vajilla de loza en color grisáceo, coronas plateadas de El Corte Inglés colgadas en el respaldo de las sillas, ramas naturales de laurel, una combinación de farolillos con velas mezclados con pequeños porta velas con forma de estrella en cemento, el toque final lo pone el cuadro de Carlos Arriaga con tonos azulados que actualiza el conjunto.

Sutilmente a la preciosa cocina abierta al comedor, también llegan los toques navideños. Detalles como una estrella de alambre o toques naturales, coronan la campana extractora. El mobiliario de la cocina es de la firma Cea Mobiliario, con encimera de Neolith y suelo modelo Havanna Jazz, de Roca.

La escalera no podía quedar atrás, por ella también se han dispuesto motivos vegetales entrelazados mezclados de nuevo con estrellas de alambre, otras plateadas, piñas y en el suelo, más attrezzo navideño como farolillos y una cesta con regalos.

El dormitorio tampoco se salva de pequeños toques que nos siguen recordando a la Navidad. Una corona en la ventana o una estrella sobre la antigua cómoda, ambas de Los Peñotes. Al igual que el baño, donde encontramos de nuevo una estrella luminosa en la encimera, así como una pequeña composición de mini árboles.

Si os preguntáis por el precioso color que unifica todas las estancias de la casa, se trata de un verde grisáceo de la marca Jotun con referencia L8.05.45 (aunque no sé vosotros, pero yo lo veo más bien azul grisáceo, en cualquier caso me encanta).

Y hasta aquí este home tour navideño, que si os soy sincera he buscado más por tipo de casa que me motive que por decoración navideña, aunque he de reconocer que ésta, es bastante discreta. ¿Qué os parece a vosotros?

Fotografía: Felipe Scheffel para El Mueble

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Ikea total look…

Si lleváis tiempo siguiéndome sabréis que soy muy insistente con la personalización de las casas, con hacerlas tuyas, buscar objetos con carácter (lo que no tiene por qué significar que sean caros), pueden venir de un mercadillo, de un anticuario, un viaje,… son estas piezas las que harán que tu casa sea un hogar, lleven tu sello, tu alma y por tanto te sientas a gusto en cuanto entres en ella.

Entiendo porque soy la primera que me pasa, que es fácil transmitiros una manera de consumo diferente a la que solemos estar acostumbrados, las redes pueden ser bastante frustrantes y quizás aunque yo os enseñe infinitas firmas, acabamos siempre en lo conocido, básicamente porque es lo que nos podemos permitir y por qué no decirlo, también es mono. Pero hoy vengo a demostrar que hay una gran diferencia cuando intentamos copiar lo que vemos en la redes y acabamos teniendo la casa del vecino, sin gracia, sin personalidad, sin alma (más que nada porque no has aportado nada tuyo), o ves una casa cien por cien Ikea decorada por una interiorista de esta misma firma, en este caso por María Lizarraga y ahí, la cosa cambia.

Esta vivienda situada en Comillas, está íntegramente decorada con muebles de la famosa firma sueca, con muy buen gusto y con algunos pequeños cambios que ella misma ha realizado sobre alguna pieza (como pintar un ribete negro en la vitrina de la cocina para hacer un guiño al también negro, de la chimenea del salón).

Cuenta que la casa tenía forma de granero americano, 190 metros cuadrados para dar rienda suelta a su imaginación. Con una zona de porche exterior que amuebló con sofás y mesa de centro modelo Bondholmen, los clásicos pufs Alseda y alfombras de fibras Lohals. A continuación situó la zona de comedor de la misma colección que la de estar. Todo ello completado con textiles de @ikeaspain.

Apostó por una vivienda abierta al exterior, quería captar toda la luz posible. Así, el blanco fue el protagonista. En el salón coloco dos sofás enfrentados modelo Vimle, con mesa auxiliar Lubban y como mesa de centro, dos bancos Stockholm. La mecedora es la butaca Grönadal. El cuadro sobre el sofá, del artista Carlos Arriaga. La luminosidad del salón se ha conseguido gracias a una paleta de color en tonos blanco, tierras y grises, a la que la interiorista ha añadido estratégicamente puntos de interés en negro, como la chimenea, la lámpara de pie Ranarp del salón, o como mencionaba antes, los ribetes pintados por ella mima en la vitrina Hennes.

La cocina es sencilla pero con mucha capacidad de almacenaje, es el modelo Enhet con encimera Ekbacken, laminada en color fresno. En el centro, se sitúa el comedor, con sillas y alfombra de fibra que acentúan su apariencia campestre.

El dormitorio se encuentra en la parte superior de la vivienda, está abuhardillado con vigas vistas, lo que le da un aire de cabaña. Junto con el blanco predominante en toda la casa, se ha decorado en rosa empolvado (tanto la ropa de cama como la butaca Vedbo a los pies de esta), un tono romántico y que transmite calma para dormir. En la parte más baja se ha aprovechado para poner una zona de armarios, completando el almacenaje con la cómoda Hauga.

En el baño se respira limpieza y frescor. Aquí se ha salido un poco del mundo Ikea, con un bonito y original mueble realizado a medida y griferías de Roca. Las toallas y el taburete son antiguos.

Hasta aquí la vivienda, que como os decía y a pesar de ser cien por cien Ikea, tiene un encanto especial. Y no penséis por mis palabras que soy una «hater» de la firma sueca, que no es así, de lo que huyo es de las casas que son calcos unas de otras, pero como veis se puede recurrir a firmas económicas siendo original y teniendo clase. ¿Qué opináis sobre esto?

Imagenes: El Mueble

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Una villa marinera

Tener un blog durante tantos años me ha enseñado a abrir mi mente, cosas que antes eran impensables para mí o que mi cabeza cuadriculada no dejaba espacio para ellas, han irrumpido en mi vida de tal manera que ya no concibo la decoración de otra forma. Un ejemplo de ello es el color, hace unos años y no hablo de muchos, no podía ver más allá de los azules (en todas sus gamas, me encantan, me relajan, me transportan al mar, sin duda siempre será mi color). Pero mi retina se ha ido abriendo a otras posibilidades, di el paso con el verde cuando nació mi hija mayor e incorporé algún mueble en su habitación, ni qué decir tiene que huyo de la estridencia, así que siempre son tonos sosegados. Después llegaron los amarillos y mostazas, también el rosa (del que tanto había renegado), de esta manera y siempre en sus versiones más discretas, el blog me ha educado el ojo y me ha enseñado que hay que dar oportunidades a las cosas, porque ahí fuera hay un abanico infinito de posibilidades. Eso sí, el azul es y será mi color.

Cuando he visto esta villa en el Sardinero, Cantabria, no he podido resistirme a enseñárosla, en cuanto la veáis entenderéis el porqué. Se trata de un bien protegido de los años 40, por lo que durante la rehabilitación tuvieron que conservar muchos de los elementos originales del exterior. De todo ello se encargó el estudio de interiorismo Aedificare. La distribución interior sin embargo, es completamente nueva. Se reservó la orientación sur para las zonas de día, el salón, la cocina y el comedor, este último se encuentra en una habitación separada ya que en un momento dado puede hacer de habitación polivalente y convertirse en cuarto de invitados.

A pesar de encontrar mobiliario de distintos estilos, todo queda unificado gracias al uso de las telas, mismos colores y estampados se reparten por toda la casa consiguiendo un efecto de conjunto. Me encanta el contrapunto que ponen los toques de hierro o el color negro, no sólo por el cerramiento (que aunque no lo parece es un diseño en perfilería de madera lacada), sino también el radiador negro modelo Tesi, de Irsap., o la estufa de hierro fundido Craftsbury, de Hergom. Hablando del cerramiento, se ha diseñado con un vano central que sirve como barra de desayunos con una preciosa encimera de mármol Macael, y dos puertas a cada lado para permitir la ventilación cuando se requiera. Los preciosos taburetes son de Mundo del Taburete.

Tanto en la terraza, donde se han pintado los muebles del mismo color que la barandilla de la fachada para no desentonar, como en el dormitorio, seguimos con el mismo concepto en cuanto a color.

En el dormitorio principal al ser pequeño, se ha apostado por prescindir de puertas en los armarios y sustituirlas por estores de fibras, una solución práctica y que de nuevo evoca cierto estilo estival. La cama lleva un cabecero de obra de tal manera que deja un pasillo que hace las veces de vestidor. Los textiles son de Pepe Peñalver.

Mención aparte merecen los baños, ya sabéis cómo me gustan los muebles sacados de contexto y este es el perfecto ejemplo de ello. Se buscó una consola antigua a la que se le acopló un sobre de mármol a medida, se vistió con un lavabo de corte clásico con filo dorado de Bathco, se añadieron griferías encastradas también doradas de Nobili, se complementó con apliques de MisterWils y accesorios de Zara Home. El espejo es de El Corte Inglés. No me puede gustar más el resultado. En el siguiente baño destacan sus azulejos en forma de escama en color turquesa, son de Complementtoel resto de elementos son de las mismas firmas que se han utilizado en el otro baño.

Con esta casa he vuelto a enamorarme del azul y también me ha recordado la necesidad que tengo de ver el mar, pero de momento no me queda otra que esperar.

Imágenes: Aedificare / Mi Casa

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De vuelta…

Hola a todos, ha pasado poco más de un mes desde mi último post, desde que me fui de vacaciones. Lo bueno se pasa demasiado rápido, es una pena, y eso que en cierta manera mi cuerpo necesitaba ya algo de rutina (bueno no sé si mi cuerpo, pero mi estómago sí).

Volvimos el domingo pasado de Portugal y el martes me fui al pueblo a buscar a las niñas, que estaban con mis suegros. Llevo más o menos esta semana en Madrid y tenía pensado empezar con las publicaciones del blog, pero ya veis, no ha sido así. Un mes de maletas son muchas lavadoras y plancha, también me ha dado por el orden en casa (aunque como decía ayer en IG, poco a poco, no sea que me canse antes de tiempo). El caso es que aún ando algo desconectada del mundo blog, de lo que se cuece por ahí fuera y he decidido posponer la nueva temporada hasta la semana que viene, es más, me consta que muchos seguís de vacaciones así que tampoco creo que importe demasiado.

Os dejo con algunas imágenes de mi verano (ya sabéis que mi blog sin fotos no sería mi blog), y os espero la semana que viene por aquí. Por cierto, comienzo el curso comiendo el lunes con Carmen, de Decor&Links ¡qué ganas de verla!, ya subiremos a IG alguna foto de nuestro encuentro :-)

Nos vemos pronto y perdonad por el retraso…

¡Feliz fin de semana!

Cantabria, primera parada para el trail Los Carabeos:

Segunda parada, mi pueblo en Soria:

Final del verano, el ansiado descanso en Portugal:

Imágenes: @decofeelings

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Villa Slow

No es la primera vez que hablo en el blog de Laura Álvarez, artífice de este proyecto. Ya en 2012 escribí un post sobre su trabajo (podéis recordarlo aquí), pero no me he dado cuenta hasta que he empezado a poner los «tags» (o etiquetas) y su nombre ha aparecido. Se ve que la cabra siempre tira al monte. Lo que me ha sorprendido es cómo ha cambiado mi punto de vista en estos cinco años, lo que antes describía como espacios «algo fríos» ahora me resultan acogedores. Cierto es que los proyectos que mostré entonces no son como este y quizás al igual que yo he evolucionado en mis gustos a lo largo de los años ella también lo ha hecho, aunque su sello sigue siendo el mismo.

El nombre de este nuevo proyecto, Villa Slow, para mí es ya un reclamo. Se trata de una vivienda de vacaciones en Villa del Miera, Cantabria. La arquitecta Laura Álvarez, con residencia en Ámsterdam, se crió en el norte de España y los recuerdos de la zona le llevaron a construir esta casa para que otros puedan disfrutar como lo hizo ella de las bondades de la zona (las montañas, el mar, la gastronomía y la cultura).

El proyecto fue ejecutado con sumo cuidado por los detalles y respeto al medio ambiente. Su diseño está basado en la típica casa pasiega pero con el toque contemporáneo de la arquitecta. Las bastas paredes exteriores de piedra contrastan con la delicada estructura y detalles de madera del interior. Los dos grandes ventanales panorámicos de la sala de estar, orientados hacia las dos caras de la vivienda, ofrecen una preciosa escenografía de la naturaleza exterior.

La casa cuenta con dos dormitorios de generosa altura. Están concebidos para que puedan albergar distintas posibilidades: sólo una pareja, pareja con niños, amigos, etc. Cada habitación además posee su propio baño independiente.

La zona donde se encuentra la casa es un área natural conocida especialmente por la formación de aguas de manantial, Villa Slow tiene por tanto, su propia fuente de suministro. Este es sólo un ejemplo de sostenibilidad, la vivienda también está provista de calefacción por suelo radiante, bomba de calor, los mejores materiales en cuanto a aislamiento térmico (vidrio de alto rendimiento que calienta el interior en invierno y grandes contraventanas de madera que aíslan la casa en verano), electrodomésticos A+++ y por supuesto, todos los materiales con los que se ha realizado el proyecto provienen de la zona de Cantabria.

En cuanto a la decoración poco ha hecho falta, predomina la sencillez y el minimalismo. Blancos, grises y neutros que hacen destacar lo verdaderamente importante, toda esa madera que abriga el interior y la belleza de la naturaleza que se cuela a través de los ventanales. No se necesita mucho más ¿no creéis?…

Fotofrafía: David Montero

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Del Veinte Galeria

¿Conocéis la revista Hola? vale es una pregunta un poco absurda porque es obvio que todos la conocéis, pero ¿y sus ediciones dedicadas a la decoración?. Compré la edición del mes de mayo para probar, la verdad es que nunca la había leído, pues os confesaré que desde entonces, sigo en ello. No es que lea a paso de tortuga, pero me está ofreciendo tanta información y referencias nuevas, que cada reportaje o noticia que llama mi atención, me veo en la necesidad de ampliar la búsqueda en internet, así soy yo, es un no parar.

Pues hoy me detengo en uno de esos descubrimientos que merecen ser compartidos. Ahora que se acerca el verano y Cantabria tiene tantos adeptos, como no podía ser de otra manera porque rebosa belleza, cultura, naturaleza y gastronomía, por todos sus lares; es el momento idóneo para hacer una parada en una antigua vaquería situada en Suesa. En ella encontraremos el showroom Del Veinte Galeria, con más de 400 metros cuadrados, es un lugar lleno de inspiración y mobiliario especializado en los años 50, 60 y 70, piezas originales de arquitectos y diseñadores internacionales de mediados del siglo XX mezcladas con otras, que aunque sean anónimas, tienen un encanto especial. Su mayor reclamo es ofrecer piezas que ya no se editan, sin duda un aliciente para los más entendidos. Además, entre sus paredes, encontramos un espacio reservado al arte contemporáneo.

Yo ya he estado varias veces en Cantabria, me encanta, pero ahora tengo un nuevo motivo para volver.

Del Veinte Galeria

Del Veinte Galeria

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Venta de la casa de Carmen Martínez Bordiú, Cantabria

De nuevo otra curiosidad de la mano de Idealista. Esta es la casa que Carmen Martínez Bordiú vende en el pueblo cántabro de San Roque de Riomiera. Se trata de un chalet de 120 m2 por 500.000€. Consta de cuatro dormitorios y dos baños.

La casa está decorada de tal forma que su visión abriga, madera, pieles y grandes muros de piedra que aíslan del clima frío y húmedo del Cantábrico. Lo que más destacaría es la mesa y sillas del comedor, que aunque no me gustan mucho hay que reconocer que son bastante originales. El sobre de la mesa está realizado con multitud de pequeños tronquitos y las sillas tienen la base y respaldo hechos con círculos que parecen de hierro, a la vista no me resultan muy cómodas la verdad.

En el dormitorio sí me gusta el recurso de combinar una mesilla antigua con una lámpara de mesa de última tendencia. Al igual que me encanta la sencillez del baño, las paredes no han sido recubiertas sino que la piedra queda al desnudo y sólo se utilizado una encimera con dos lavabos exentos y un radiador toallero, no se necesita más cuando el entorno es lo suficientemente bonito.

Y por supuesto, las vistas de Cantabria hacen el resto.