Vivir en el campo…

Es un hecho, cada vez son más las personas que han decidido trasladarse a vivir al campo, a zonas rurales, e incluso a lo que llaman «la España vaciada». Mi marido y yo pensamos que de no ser por nuestras circunstancias, la familia y sobre todo por nuestras hijas, que en breve necesitarán académicamente las oportunidades que Madrid puede ofrecerles, diríamos «hasta luego Lucas» a esta casa y nos iríamos al pueblo. Quizás con lo friolera que soy y la crudeza del invierno de las altas tierras sorianas, saldría poco de casa, pero qué más da, con la venta de la de Madrid ya me encargaría de tener la vivienda mejor acondicionada de todo el pueblo. Luego no sé de qué viviría después, pero eso ya es otro cantar ;-)

Hoy os llevo a una casa en el Pirineo. En ella, la interiorista Cuca Arraut ha mezclado con acierto el estilo rústico, con toques ingleses y también industriales, sin dejar de lado la luz.

El primer lugar donde mi vista se ha detenido ha sido en la chimenea. Listones de roble envejecido para cubrir el tiro (son los mismos que el suelo), así como las baldas, que le dan el toque rústico, pero a su vez la forja de la chimenea y la repisa, ponen el toque industrial y para dar un punto más de contraste, tenemos el papel pintado de Gancedo que simula al tartán (típica tela escocesa a cuadros). Sólo el diseño de esa pared, ya es para aplaudir.

En el comedor vemos algo parecido. A pesar de ser una casa de montaña, las sillas se han elegido de mimbre para aligerar, mientras la lámpara de Faro, es de hierro. Las cortinas venecianas de madera, permiten regular la entrada de la luz a la vez que aportan calidez.

Si os fijáis tras el comedor hay un cerramiento, algo similar a un «mudroom» donde dejar abrigos, botas, etc. cuando llegas del campo. Ese espacio no existía como tal, sino que el recibidor era tan grande que decidieron cerrar por la parte de la cocina para poder tener un office. Ahora pueden disfrutar de una zona de entrada, de un comedor en el salón y detrás del panelado que se hizo en el mudroom donde está el banco, ahora está la cocina completa con office (todo eso era el antiguo recibidor, menudo desperdicio). El mobiliario de la cocina, que en este caso sí se quiso hacer más campestre, es de Cuines i banys Prisma, aunque se realizó con un acabado en gris muy actual.

El papel pintado hace de conexión entre las dos plantas, vistiendo las escaleras. La alfombra del dormitorio principal, de la que me he enamorado, es de IDdesign y el banco, como muchas de las piezas de la casa de Sacum. No sé si dormir bajo una ventana Velux es para mí lo mejor, porque me despierto con cualquier pequeño ápice de luz, pero puedo imaginar lo que debe ser tumbarse cada noche en esa cama y ver las estrellas, lo más.

Las habitaciones infantiles están hechas para compartir, entre hermanos y con amigos, aunque también pensadas para un futuro por si se quieren separar. Los textiles son de Filocolore, alfombras de Lorena Canals y apliques de Faro. El remate fue encontrar el suelo del baño de los niños, un pocelánico que casualmente también imita la tela de tartán, de Neocerámica. El remate perfecto para terminar con este home tour.

Y vosotros ¿Sois de campo o ciudad? ¿Os han hecho las circunstancias plantearos algún cambio? Os escucho…

Imágenes: El Mueble / Fotografía: Stella Rtoger / Estilismo: Carmen Figueras

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Viste tus suelos por menos de 100€

El otoño está a la vuelta de la esquina ¿Dónde ha ido a parar el verano? ¿Por qué lo bueno pasa tan rápido? El caso que el reloj sigue adelante y en el calendario los días van pasando, tarde o temprano llegará el frío, lo que tanto odio.

Este fin de semana en el pueblo, hablaba con una amiga sobre alfombras. En realidad la conversación venía a colación de un post que escribí hace un par de semanas, a mi propuesta de intentar hacer una tarea cada día, por pequeña que sea (de momento lo voy cumpliendo). Mi amiga me dijo que estaba intentando seguir mi plan, aunque de partida iba mal ya que había dejado tareas sin hacer que supuestamente se realizan antes de las vacaciones de verano. Una de ellas era precisamente llevar las alfombras a la tintorería, las había dejado enrolladas con tal fin, pero allí se quedaron en el olvido. He de decir que yo con este tema soy igual, sólo la alfombra de mi salón mide 3*3 metros, así que levantarla es tarea de titanes, ha pasado por la tintorería menos de lo que me gustaría.

De ahí que se me ocurriera el tema de las alfombras. No es mi primer post sobre este artículo en concreto, pero en este caso y ya que estamos en la cuesta de septiembre (que para mí es peor que la de enero), os he traído ocho propuestas de alfombras con las tres «B’s» (bueno, bonito, barato). Bajo cada imagen encontraréis una breve descripción, dónde se pueden adquirir y su precio exacto (todas por debajo de 100€, un chollo, vamos).

Por cierto, la imagen que he seleccionado como portada es de Alfombras KP, no tienen estos precios (aunque tampoco son caras), pero es que soy muy fan de esta firma. La alfombra de mi salón tiene 15 años y está como el primer día.

Esta alfombra de algodón con estampado geométrico en gris se puede encontrar en La Redoute por tan sólo 64,99€. Por su color y diseño encaja bien en cualquier ambiente, incluso en un dormitorio infantil.

De estética más clásica, en azul con efecto degradado. Es una alfombra de la que particularmente no me cansaría (claro que el color, es mí color). Es de Zara Home y cuesta 99,99€, en el límite de precio :-)

De la nueva colección de Kenay Home. Siempre hay un hueco para las alfombras, por pequeñas que sean, sacar un pie de la cama y apoyar sobre blando y calentito, no tiene precio. Se me ocurre que este modelo también es perfecto para la entrada de casa (si el espacio es reducido) o un pequeño hall, todo es cuestión de imaginación.

Esta alfombra mint, blanca y gris, cuesta sólo 29,90€.

Inspirada en los jerséis de ochos de lana, es lavable, como todas las alfombras de Lorena Canals. Cuesta 95€ y la tienen en varios colores (rosa, azul, verde, vainilla y gris perla).

Todo un clásico de Ikea, peludita y mullida, encaja tanto en el suelo como sobre sofás o camas a modo de decoración. Su precio, 10€, otra ganga.

No muy partidaria de poner alfombras en la cocina, pero de hacerlo me decantaría por algo así. Esta imita a la baldosa hidráulica y es vinílica por lo que se limpia tranquilamente con la fregona. Se puede encontrar en El Corte Inglés por 21,95€.

No podía faltar esta alfombra que ahora es tendencia total. Redonda, de yute y NO sólo reservada a casas de playa o para el verano, las fibras visten durante todo el año. Ya conocéis mi pasión por los materiales naturales. La de la imagen es de Kave Home y se puede adquirir por 66,60€.

Los motivos vegetales están por todas partes, incluso en el suelo. Esta alfombra también es vinílica, de la tienda SuperStudio y tan sólo cuesta 32,79€ ¿Te animas a poner color a tus pies?

Imagen portada: KP Deco

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El Jardín que viene…

Y nunca mejor dicho porque aunque parece que la primavera aún está lejos, cuando nos queramos dar cuenta estará luciendo el sol y nos entrarán unas ganas locas de vestir jardines, terrazas o balcones, para recibir a la nueva estación. Hoy es el primer día en semanas que no he tenido que rascar el hielo de la luna del coche al salir por la mañana y eso sólo puede ser una buena señal (al menos yo me lo tomo así, que detesto el frío).

Para ir abriendo boca y pensando en lo que está por llegar, quiero compartir con vosotros un descubrimiento reciente, El Jardín que viene. Es un centro de jardinería y decoración con el que me topé por casualidad en Instagram y no pude hacer otra cosa que seguirles, lo entenderéis al ver las imágenes. Ni siquiera me pilla cerca ya que se encuentra en La Coruña, Galicia, pero a modo de inspiración es un diamante. Si vivís por allí y tenéis la suerte de haber estado, me encantaría que me dejéis un comentario y para los que no estamos cerca don´t worry, seguro que tenéis un centro de jardinería más o menos próximo a casa, así que cojamos ideas y apliquémoslas en nuestros hogares.

Yo por el momento ya he encontrado mucha inspiración: hierro, terrarios (que aunque los hago yo mima, el material lo compro en centros de jardinería), cactus, mobiliario de exterior e interior, alfombras lavables (también tengo la que veréis en la imagen, os lo cuento más abajo), cojines étnicos (los necesito ya y más después de haber escrito un post sobre ellos hace unos días), elementos de hierro, piezas vintage, otras sacadas de contexto (como la bañera), menaje, iluminación, faroles, damajuanas,… y un largo etc.

Hoy os dejo pronto, tengo una comida en Madrid con Carmen de DecoraLinks (si no habéis visitado su blog, estáis tardando, es buenísima) y luego me voy a un «sarao» que ha montado Lucia Be, espero poder coincidir con ella, aunque igual me da por lanzarme a sus brazos y hacer un poco el ridículo, la adoro :-)

¡Feliz fin de semana!

Soy una fanática de los cactus y crasas, tanto es así que estas navidades me han pedido para regalar varios terrarios y he triunfado con ellos :-)

Una bañera sí, nada como descontextualizar una pieza ¿por qué ha de estar en el baño si es un perfecto contenedor? Ponla en el jardín y llénala de plantas, verás como lucen.

Las fibras y los materiales naturales (como las pantallas de corcho), siguen siendo tendencia. Espero que nunca dejen de serlo.

En El Jardín que Viene encontraréis alfombras de Lorena Canals, no tengáis miedo a usarlas en el exterior, son lavables. Yo tengo la beige de la imagen pero en el color azul oscuro de la de encima. Es preciosa, mullida y funcional.

¿Qué os parecen estas papeleras vintage para el jardín?, originales ¿verdad?

Las damajuanas siempre son un recurso para decorar, en esta ocasión acompañadas de cojines étnicos (¿os acordáis de mi post del otro día?, podéis recordarlo aquí). En la imagen inferior también cojines de Alfombras Étnicas.

Los faroles son un «must» para exteriores. Estos son súper originales por su gran tamaño y color.

Las macetas, otro elemento importantísimo, elígelas con carácter. Bien con estampados y texturas diferentes para crear dinamismo, u opta por todas iguales si quieres conseguir uniformidad.

Rincones con encanto. Este apuesta por el verde.

Taburetes de cuero con mesa alta tipo bar rústica y reciclada.

Tener una cama Balinesa en el jardín quizás es un poco excesivo para mí, pero las jirafas para adornar un rincón me encantan.

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Lorena Canals Rugs

Hace un par de meses me dieron la oportunidad de probar una de las maravillosas alfombras lavables de Lorena Canals, la mejor manera de poder hablar de un producto con conocimiento de causa.

La primera dificultad era elegir el diseño ¿cómo decantarse por uno en concreto si todas las alfombras eran tan bonitas? Estuve tentada de tirar hacia el color, las de motivos vegetales de la colección Plants me hacían ojitos :-), más concretamente la «Tropical Green» y la «Tropical Pink«. También me llamaron mucho la atención los diseños de la colección Morocco, súper alegres todos. Pero al final actué con cabeza y busqué algo que encajara con la decoración de mi casa, algo más sobrio o con dibujos menos marcados. Mi elección final fue el modelo Bereber en negro (que en realidad no es un negro excesivamente oscuro, podría casi pasar por azul marino). No sé si visteis el día que llegó a casa, subí este Video tanto a IG como a Facebook y aunque es casero porque lo hizo mi hija mientras yo abría el paquete, se ve bien la pieza.

Mi intención era poner la alfombra en mi despacho y así fue durante unas semanas, hasta que no pude más con la insistencia de mi hija pequeña que me pedía sin parar la alfombra para su dormitorio. Sin duda la peque tiene ojo, allí queda aún mejor porque la habitación es más grande, así que luce más, y como está decorada con tonos azules, grises y blancos, queda perfecta (es lo bueno que tiene tirar hacia modelos más sencillos, siempre puedes encajarlos en más sitios).

Lo único que me preocupaba al trasladar la alfombra al cuarto de la niña, era que se iba a ensuciar con más facilidad que en mi despacho. Aunque tengo unas hijas bastante cuidadosas, no dejan de ser niños. Pero luego caí en que son lavables, puedes meterlas en la lavadora de casa, si además tienes secadora, salen tan mullidas como las toallas y para el día a día se limpian como el resto, basta con aspirar y como nuevas.

Os diré que aunque tengo varias alfombras en casa de buena calidad y firmas conocidas, ninguna es tan mullida y suave como esta. Hay incluso un documento gráfico que lo demuestra, aunque no os lo mostraré por no herir sensibilidades. El día que llegó mi marido tuvo a bien echarse la siesta sobre ella, la encontró tan suave y blandita que allí se quedó dormido, no pude evitar hacerle una foto. Os ahorraré la imagen porque parecía el muerto de una peli, me faltó dibujar su silueta alrededor, no es una imagen muy decorativa la verdad pero es una buena forma de demostrar que el producto merece la pena.

Lo dicho, recomendables cien por cien. Diseños preciosos, son muy prácticas (por aquello de que son lavables), mullidas y confortables (no sólo a la pisada, a la prueba de mi marido me remito) y para rematar, están fenomenal de precio. Os animo a que echéis un ojo a la web, a ver si sois capaces de resistiros a la tentación :-)

(Esta última es la que elegí yo, ¿bonita verdad?)

Imágenes: Lorena Canals Rugs

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