FreelandBuck…

Me ha costado volver al blog tras las Navidades lo cierto es que, a la locura de las fechas se ha sumado mucho trabajo, lo cual es bueno no me quejo. Como os dije antes de las fiestas, aunque ahora disponga de menos tiempo y por tanto tenga que distanciar mis posts, no quiero abandonar un blog que lleva conmigo la friolera de 16 años, así que vamos con la primera entrada de este 2025.

Hoy os llevo a una casa que me tiene enamorada, mayormente por el exterior y su arquitectura más que por el interior. Esta vivienda de nueva construcción está diseñada por la firma de Los Ángeles FreelandBuck, destaca por su combinación de materiales de alta calidad, una increíble artesanía y un diseño pensado para ofrecer el máximo confort.

Con algo más de 200 metros cuadrados, esta casa se compone de tres dormitorios, dos baños y un aseo, y dos espacios adicionales que se utilizan como sala de estar para la familia y despacho. Está ubicada en las colinas de Mount Washington, lo que le permite disfrutar de sus impresionantes vistas y aprovechar al máximo la luz natural en cada rincón.

Se accede a la vivienda a través de un amplio garaje para dos coches y una terraza que lleva al piso principal. Allí encontramos una bonita cocina, con una gran isla de madera laminada y formas curvas (lo que permite una circulación más fluida a su al rededor), elegantes encimeras de mármol y muebles hechos a medida totalmente personalizados. Tras una península, se encuentra el comedor con una gran mesa de madera maciza y sillas tipo Thonet. Gracias al plano superior en el que se encuentra la sala de estar, se ha podido aprovechar el lateral de la escalera para adosar un banco de obra, está acompañado de una pequeña mesita que convierte este rincón en el espacio perfecto para disfrutar de un café. Subiendo las mencionadas escaleras llegamos a una sala de estar y frente a esta, un rincón de lectura con un diseño muy acogedor en fibras y madera natural. En este mismo espacio, la casa cuenta con un aseo adicional.

Seguimos subiendo para encontrar la suite principal que, dicho sea de paso, es un lujo ya que posee vistas a las montañas de San Gabriel. Un dormitorio sencillo, amplio y funcional con baño en suite cuya joya es la enorme bañera exenta, además de disponer de ducha. No sólo eso, el dormitorio principal tiene acceso directo a un patio privado, ideal para relajarse. En esta misma planta encontramos una salita de estar con espacio de trabajo.

En el nivel inferior, la casa tiene dos dormitorios adicionales, otro baño completo y un estudio que fácilmente podría convertirse en un cuarto de invitados o un cuarto dormitorio. El patio trasero, con su vista despejada a las montañas, es el lugar perfecto para disfrutar del aire libre.

Lo más fascinante de esta casa es cómo los volúmenes apilados en diferentes ángulos se integran perfectamente al terreno, que tiene una pendiente pronunciada. Cada espacio tiene algo especial, desde la distribución hasta las vistas, lo que hace de esta casa un verdadero refugio de tranquilidad y diseño. ¡Definitivamente es una casa muy inspiradora!

Fotografía: Ye Rin Mok para Dwell y FreelandBuck

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La casa de la estilista de las Kardashian…

Como tantas veces he dicho, la moda y la decoración van de la mano. Dani Michelle, estilista de celebrities como Kourtney Kardashian, Kendall Jenner o Kristin Cavallari, entre otros, decidió probar con el diseño de interiores cuando llegó la pandemia y junto a la reconocida interiorista Leanne Ford, renovar y decorar su vivienda de más de 200 metros cuadrados en Los Ángeles, California.

Dani Michelle y su marido, el fotógrafo de moda Ian Morrison, encontraron esta vivienda tras dos años de búsqueda, enseguida vieron su potencial y qué toda esa luz que irradiaba por sus ventanas haría de esta casa el perfecto hogar para su recién estrenada familia. Por entonces, acababa de nacer su primer hijo.

La casa de mediados del siglo pasado sigue teniendo sus dos pisos originales. Se enfocaron en los acabados, como la gran cantidad de piedra cubierta por lechada blanca y sobre ella, un sellador de hormigón de alta calidad que, la interiorista ya había utilizado en otros proyectos y era una idea que propietarios querían replicar. Llegaron también toques de contraste como el revestimiento de la chimenea del salón, son láminas de acero oxidado que hacen que el espacio parezca más antiguo de lo que es en realidad. O el banco de obra que recorre la pared de la zona del comedor y que fue recubierto por cemento de la marca SureCrete.

En medio de la renovación llegó la pandemia y Leanne Ford, la interiorista, se mudó a su tierra natal dejado a los propietarios a la aventura, aunque siempre resolviendo sus dudas desde la distancia. El proyecto había que terminarlo. Un ejemplo de ejecución en solitario, fue la sala de estar, donde Michelle y Morrison recurrieron a su color, el negro, creando un rincón muy acogedor gracias al enorme sofá rinconera de RH y a la gran lámpara Vintage Orb de Mart Collective, que preside la pared central.

Como en casi todas las casas la parte que dio más quebraderos de cabeza fue la cocina. Tenían claro que querían seguir con la gama cromática existente, blanco y negro, pero sabían bien cómo hacerlo. Al marido se le ocurrió levantar unos centímetros la parte de la península de tal manera que pareciera una barra, es ahí donde introdujeron la parte de encimera en color negro en forma de cascada y rompieron con el monocromo del resto de la cocina en blanco. Se le añadió además, otros toques en negro como las tres lámparas colgantes de Big Daddy´s Antiques, la grifería o dos grandes obras de arte de Jackie Leishman.

Como estilista que es, los armarios eran importantes. Para ella creó un vestidor diáfano y práctico, tan sólo con barras negras donde colgar la ropa para tenerlo todo a la vista, lo organiza por estilo y color para que le sea más fácil el trabajo. A su pequeño también le dedicó un espacio con mucho mimo, el antiguo armario con puertas correderas de espejo desapareció y en su lugar, creó una zona de estanterías para albergar juguetes, un pequeño escritorio y una zona de armario, que ahora se cierra y se abre a demanda gracias a una preciosa puerta de granero que ella misma instaló.

Como no podía ser de otra manera, en una casa en Los Ángeles, donde se disfruta del buen tiempo todo el año, los exteriores cobran un gran protagonismo. Un suelo pintado en blanco y negro por el artista Tim Nguyen, acoge una gran mesa de comedor circular y una enorme lámpara, ambas de RH. Completan el conjunto unas bonitas sillas de estética vintage en fibras de Burke Decor.

Y hasta aquí el «home tour» de hoy, una casa que me ha enamorado por su simpleza cromática y su elegancia. Aún no he visto ningún trabajo de Leanne Ford que no me encante, esta interiorista sabe lo que se hace. ¿Qué os parece a vosotros?

Fotografía: Amy Neunsinger para Domino

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Merchant Modern

Parece mentira cómo sólo un elemento puede llegar a enamorar de tal manera que, lo demás, deja de tomar relevancia. Yo también hubiera sucumbido a estas puertas amarillas como le sucedió a Denise Portmans, copropietaria de la firma Merchant Modern, tanto, que decidió irse a vivir junto a su hija, al desierto de Santa Mónica.

La idea de vivir en el desierto ya le rondaba la cabeza, aunque su búsqueda estaba siendo infructuosa. Aquella búsqueda terminó cuando una amiga de la familia, que viajaba por una zona montañosa al norte de Joshua Tree se perdió, terminando en un callejón sin salida y et voilà, allí encontró una preciosa finca de los años 50 con dos grandes puertas amarillas que llamaron su atención. Cuando la amiga de Denise comenzó a enviarle fotos, estaba convencida de que había acertado y así fue.

La casa fue remodelada por completo, excepto las puertas amarillas que lucen en la entrada principal y que son las protagonistas indiscutibles de esta vivienda. La reforma fue austera, se inspiró en el entorno desértico que la rodea y añadió toques de estilo español y marroquí. Las paredes enyesadas y el suelo fueron pintados en un tono blanco roto, dejando las antiguas vigas de madera para contrastar.

A pesar del minimalismo existente, la casa está llena de puntos de interés. La propietaria colecciona piezas de arte y bonitas esculturas contemporáneas, es amante del mobiliario danés y, a todo ello, se le suma una cuidada mezcla de textiles vintage y multitud de texturas, como alfombras marroquíes, cestas de fibras convertidas en lámparas, cuero, cerámica y otros de elementos naturales.

Nada más entrar encontramos un porche cuyos antiguos ventanales han sido sustituidos por redes (tipo mosquiteras), de esta forma se da continuidad entre exterior e interior, pero protegiendo el porche de un clima tan extremo como es el del desierto. Este porche, se ha decorado con algunas piezas antiguas como la mesa italiana de travertino de los años 80 o la tumbona de madera japonesa.

Además de las maravillosas puertas amarillas, en el salón se puede ver otra de mis piezas favoritas de la casa, un cuadro abstracto de la artista californiana Sara Marlowe Hall. El resto de la estancia es sencilla, un sofá y una butaca, enfrentados a una chimenea exenta, son más que suficientes para hacer de este espacio un lugar acogedor. Tan siquiera encontramos televisor, los libros y el tocadiscos son la fuente de distracción. Los textiles como las alfombras, los grandes cojines distribuidos por el suelo y los pequeños elementos decorativos, hacen el resto.

La cocina está comunicada con el salón a través de un gran arco que proporciona continuidad y sensación de conjunto. En lugar de estanterías y con el fin de no abigarrar los espacios, se han instalado hornacinas o vanos que sirven como apoyo a los objetos decorativos.

Los dormitorios están equipados con camas bajas, hechas a mano de inspiración japonesa y con ropa de cama procedente de Francia.

Ya en el exterior, encontramos varias zonas diferenciadas. Un porche con espacio de comedor y un par de tumbonas para relajarse, una gran extensión elevada donde se ha instalado un jacuzzi (con tapas movibles para cubrirlo en las épocas que no se usa), una pérgola, bajo la que se encuentra una bonita bañera de piedra exenta y, por último, un rincón con ducha en el jardín.

Si os ha gustado esta casa, que sepáis que se alquila por temporadas. Ya sé que ni nos pilla cerca y tampoco es barata, pero si alguien se plantea un viaje por esa zona de California, que sepa que tiene da opción de disfrutar de ella. Sólo tenéis que pinchar aquí.

Fotografía: Anaïs Wade para Domino

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Un rancho para 350 macetas

Quizás pensabais que esta semana escribiría un post sobre el Black Friday, la realidad es que es algo que he hecho durante muchos años y que incluso a algunos miembros de mi familia, les ha servido para comprarme los regalos de navidad. Solía publicar cosas que necesitaba y ellos aprovechaban el momento, así siempre acertaban. Este año es distinto, he subido algunas stories en Instagram, por si alguien tiene especial interés o necesidad en este momento, pero esto es todo lo que voy a hacer.

Estoy bastante saturada de este consumismo sin sentido, el comprar por comprar, no sé a vosotros, pero a mí me ponen la cabeza como un bombo y ya no sólo un día, el Black Friday se ha convertido en un mes completo de ofertas. Tanta publicidad me agota. Lo dicho, que paso de las compras y vengo con uno de esos «home tours» que tanto me gustan y me traen mucha más inspiración.

Cuando buscamos casa siempre ha de cumplir ciertos requisitos que, en cada familia son diferentes. Normalmente nos fijamos en los metros cuadrados, número de habitaciones, en la luz, la orientación, la zona donde está situada… cosas así. ¿Os imagináis comprar una vivienda con la premisa de que ha de poder albergar 350 plantas en macetas? Pues aquí tenéis el ejemplo.

La casa pertenece a RJ Guillermo y Francis Aquino, que tras adoptar a su primer hijo Jordan y embarcarse en la adopción de su hermana también, buscaron una casa familiar donde establecerse con su familia humana y vegetal ;-) Encontraron esta casa de estilo rancho en Los Ángeles, era de 1951 así que necesitó una rehabilitación. Por suerte, sus carreras les dieron la habilidad para poder acometer ellos mismos las reformas. RJ es fotógrafo de arquitectura y Francis diseñador de espacios de trabajo, por lo que asumieron los roles de contratista y diseñador.

Antes, el exterior estaba pintado de azul con detalles en blanco, lo cambiaron por un revestimiento más elegante conformado por listones de madera. Dieron mucha importancia a las conexiones entre interior y exterior, así como a la comunicación entre espacios interiores, antiguamente cerrados en compartimentos más pequeños. Como gran coleccionista de plantas, era imprescindible abrir grandes ventanales para dejar que la luz lo inundara todo, de lo contrario las plantas de interior no recibirían la luz natural suficiente como para sobrevivir.

En la antigua vivienda, cocina y salón estaban separados en dos habitaciones distintas, decidieron tirar la pared que separaba ambos espacios para que quedaran conectados. La cocina además tiene puerta acristalada con salida al jardín y esa misma pared de la puerta, en su parte superior, no está cerrada, sino que lleva cristal, por lo que la iluminación natural está asegurada. En el salón, instalaron también una nueva puerta acristalada en forma de acordeón que asegura más luz en esta estancia, antes insuficiente para todas las plantas de interior, además mejora el acceso al patio trasero.

El gran patio es el alma de la casa, tiene espacio para todo. Por un lado, hay una zona de juegos para los niños, también una piscina de Tipsy Tank y una gran pérgola, diseño de los propietarios, donde además del comedor exterior se exponen cuidadosamente todas las plantas de Francis. Al ser un espacio tan grande, está zonificado. La parte de salida al jardín con revestimiento de madera para exterior, el césped es la zona más amplia, el camino que lleva al comedor incluye una pasarela con losetas de piedra para hacerlo más accesible y el propio comedor, está sobre una gran pérgola de madera.

El interior, además de clásicos del diseño, se viste con piezas de diseñadores filipinos como Rhea Carlisle y Jun Tan, porque vivir en Los Ángeles no significa perder sus raíces filipinas. Algo sobre lo que estoy cien por cien de acuerdo.

Imágenes: RJ Guillermo para Dwell

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Lindye Galloway. Paleta de neutros…

Resulta complicado e incluso banal, hablar de decoración con lo que está pasando en el mundo. Sinceramente nunca podré comprender cómo hay personas que anteponen el poder y el dinero a las vidas humanas, es una sin razón que se escapa a mi raciocinio. Cada vez percibo este mundo como algo más hostil, guerras, pandemias, luchas de poder,… no sé qué van a heredar nuestros hijos como sigamos así, ahora mismo lo percibo todo como una amenaza, no sé si os pasa lo mismo.

Vale, ya sé que no estáis aquí para escuchar mis melodramas, así que os hablaré de la casa de hoy, que por cierto, tiene una historia bonita. Esta vivienda la descubrieron sus actuales propietarios dando una vuelta por Newport Beach, California, a poca distancia de donde vivían. Se enamoraron de ella pero sólo sabían que podía estar en venta por un chivatazo, aún no la habían sacado oficialmente al mercado. Se reunieron con la dueña, que tardó cinco largos meses en decidirse en vender. Como suele pasar en estos casos, ellos también tenían que deshacerse de su casa para poder comprarse esta. La casualidad hizo que en un sólo día se la quitaran de las manos y pudieran comprar su casa soñada (creo que eso sólo pasa en las películas, que me lo digan a mí que llevo 6 compra ventas y estas operaciones son complicadas de cuadrar). Pero no queda ahí la cosa, si estrenar casa ya es el subidón del siglo, 24 horas más tarde llegó su hija de adopción Luna. Menudo cambio de vida en tan sólo dos días, un final feliz de cuento de Disney.

La casa, a pesar de ser de mediados del siglo pasado, estaba en buen estado por lo que Jasmine Star, su propietaria, sencillamente contrató a su amiga y diseñadora de interiores Lindye Galloway, con la que ya había trabajado en sus comienzos pero que ahora disfrutaba de una exitosa carrera como interiorista.

Al contrario de lo que suele hacer la mayoría, antepuso la estética a la funcionalidad (aquí cada uno tiene sus gustos o motivos). Que la pequeña Luna llegara a su vida, para ella no significaba descuidar el diseño de su casa, como dice «los niños crecen», así que por qué no poner un sofá blanco, si lo pensáis en realidad si lleva fundas lavables, a veces es casi más práctico aunque a priori no lo parezca.

Una condición era tener una zona de despacho en casa, poder conciliar era necesario para ella. Se situó en un lugar privilegiado y tranquilo, dentro del dormitorio y enmarcado por un preciso detalle arquitectónico, una gran puerta revestida de madera en forma de arco que divide ambos espacios.

Las formas redondeadas, una tendencia que sigue aún más si cabe este año, se repite en más lugares de la casa. En la cocina podemos verla en la preciosa campana enlucida y realizada a medida. La zona de office, también se ha acompañado de una mesa circular con una bancada que acoge a más comensales.

Se prescindió de armarios superiores para no abarrotar el espacio optando por una despensa aparte. Además algunos frentes de los armarios inferiores, se sustituyeron por cannage, lo que también aligera el conjunto.

El salón hace gala de su sencillez. En este espacio vuelven a predominar las curvas, tanto en las vitrinas de acero y cristal empotradas en la pared y hechas a medida, en las lámparas de techo, la mesa auxiliar, incluso en piezas auxiliares o decorativas. Para que el generoso tamaño de la televisión no sea un elemento discordante, está enmarcada con madera y muchas veces en lugar de estar apagada, se proyecta una fotografía familiar de tal forma, que parece una obra de arte integrada en el salón. Tenemos que acostumbrarnos a que las televisiones nos gusten o no, forman parte de nuestras casas, podemos ocultarlas, disimularlas o aceptarlas como parte de algo con lo que coexistimos.

El espacio de la pequeña Luna es crecedero, de momento hay una cuna sí, pero al otro lado también hay una cama con almacenaje para cuando sea mayor. Mientras tanto se puede utilizar para leer, o como cuarto de invitados, para acompañar a la niña en sus juegos, etc. De esta forma, en unos años, con retirar la cuna, su habitación ya estará montada.

Imagino que serán los tonos, la madera natural, el poco ruido visual,… pero esta casa me transmite justo ahora la calma que necesito. ¿Os gusta?

Fotografía: Chad Mellon

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Wabi-Sabi

Alguna vez he nombrado en por el blog el término Wabi-Sabi dando por supuesto que conocíais esta terminología y quizás no sea así. Esta palabra japonesa describe una estética muy concreta que se basa en la «belleza de la imperfección«. Bajo un estilo mayoritariamente minimalista, encontramos la calidez gracias a piezas y objetos provenientes de la naturaleza.

Esta semana buscaba para un post en Instagram, una imagen que ilustrara cómo romper o conseguir el efecto Wow en un espacio donde todo el mobiliario sigue un mismo patrón y encontré esta casa por casualidad, me la guardé para hoy. En cualquier caso, la foto que puse tenía bastante relación, porque la naturaleza muerta y un taburete de madera desvencijado, hacían de punto focal en un salón de diseño. Muy Wabi-Sabi también.

Si después de leer el significado no os ha quedado claro no os preocupéis, estas imágenes valen más que mil palabras.

Esta casa se llama Villa Kuro y se encuentra en el desierto del Parque Nacional Joshua Tree, al sur de California, un lugar ideal para hacer un retiro. Se pude alquilar a través de Airbnb o desde su página web, echad un ojo a las fotos de su galería (que no las he puesto por aquí tener derechos reservados) y alucinad más aún. Quizás a nosotros nos pilla un poco lejos, pero tengo muchos lectores al otro lado del charco, a los que igual les apetezca un descanso en un sitio bonito y tranquilo. El resto podemos empapar nuestras retinas de belleza.

Del interiorismo de esta vivienda de los años 60, se encargó la inmobiliaria de Los Ángeles, Mini Inmo. Son 185 metros cuadrados repartidos en dos salones, cocina, dos dormitorios y dos baños, con unos exteriores que quitan el hipo. Como materiales tan sólo elementos naturales como madera, piedra, microcemento, mimbre,… y una paleta de colores tostados y tierra que hacen que el interior y exterior, el estén perfectamente conectados.

Si dentro invita al recogimiento, fuera sin embargo se han creado distintas áreas de recreo. Un patio cubierto destinado a comedor, un jardín con butacas como zona de relax o tertulia, otra parte con ducha y jacuzzi al aire libre. Todos los exteriores son oscuros, justo al contrario que el interior, creando así un bonito contraste.

¿Os gusta esta corriente decorativa u os parece demasiado minimalista? A mí me transmite mucha calma y paz, ya sabéis que estoy muy a favor de utilizar materiales naturales y que me encanta la naturaleza muerta, pero aún así creo que si viviera en un espacio Wabi-Sabi necesitaría algo más, siempre quiero algún elemento que me emocione y aquí no veo. Ahora, que me den la casa que lo le haría ascos, ya me buscaría la vida para darle yo mi toque «emocional» ;-)

Fotografía: Stanley Yang para Elle Decor

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La casa de la famosa estilista Jessica de Ruiter

Si me seguís en Instagram sabréis que cada martes nos juntamos varias bloguers, interioristas y decoradoras para lanzar un reto al que llamamos #lomust y cada semana proponemos un tema. Esta vez consistía en hablar de tu estilo decorativo favorito, algo que a priori puede parecer fácil y sin embargo es harto complicado. ¿Por qué? Pues porque en nuestra cabeza tenemos muy claro lo que nos gusta y lo que no, e incluso sabemos explicarlo, otra cosa muy distinta es encontrar la imagen perfecta que lo muestre. Para el reto de este martes pasé horas y horas buscando, encontré algo que se acercaba bastante a mi descripción (que copio a continuación), la foto podéis verla en IG, Facebook o Twitter, y lo que comprendí es que no tengo estilo favorito aunque sí ciertas bases o ideas que se repiten.

«Creo que este es el reto más complicado que hemos hecho, al menos para mí. @casa.saboya quiere que hable de #miestilodeco. Os prometo que he pasado horas buscando una foto que lo defina y aún así esta tampoco lo sería al cien por cien, pero desisto, creo que es misión imposible.
Os diré que para mí la #decoracion habla de la persona y por lo tanto para que se ajuste a mis gustos tiene que tener algo de mí. Por un lado un toque clásico y acogedor, necesito que lo que veo me haga sentir como en casa; pero también siempre he sido un poco rebelde, así que necesito encontrar esa pieza discordante; me aferro al pasado porque no quiero olvidar, por lo que todo aquello con historia me vuelve loca (ya sea #mobiliario#decoracion#revestimientos, etc.); la naturaleza me da vida de ahí que no concibo una casa sin elementos naturales, mi material por excelencia es la madera y las mejores vistas, el mar; me gustan los espacios elegantes pero siempre funcionales (las cosas se hicieron para ser usadas)… En fin si con todo esto podéis sacar un estilo por favor decidme el nombre, porque yo de aquí deduzco que soy un poco clásica, vintage, sofisticada, mediterránea, boho, nórdica, rústica, y muchas cosas más. En definitiva yo no tengo estilo, tal y como se llama mi blog soy de sentimientos, me gusta todo aquello que me mueva por dentro. 
¿Y vosotros, tenéis algún #estilodeco definido? Vamos a ver qué se cuentan mis compañeras #lomust
@decoralinks@linea_r_, @loftandtable, @casa.saboya , @thedecosoul , @espaciodecoro»

Os cuento todo esto porque la casa que os traigo hoy tiene mucho de lo que me gusta. Lo primero la madera como elemento o material por excelencia y que recorre buena parte de la vivienda. Lo segundo las piezas vintage, como la cama infantil o mid-century o la mesa Tulip del office (mi mesa favorita, además). Revestimientos sofisticados como el mármol de Carrara de la cocina, el travertino del aseo con la trasera revestida en lino belga, la grifería de latón y un espejo antiguo del IXX. La colección de alfombras vintage mezcladas con otros elementos con carácter como el cuero, los cojines de lino, el hierro o el cristal. Piezas de arte, como la que preside el salón de un conocido artista californiano Russell Crotty. La calidez y lo acogedora que es la casa, se nota que está hecha para vivir y no para contemplar. Tiene soluciones a medida, por ejemplo la zona de despacho esconde una cama de invitados bajo la librería y se convierte en improvisada habitación de invitados. El dormitorio principal es sencillamente perfecto, no le pondría ni quitaría nada, el banco a los pies de la cama de Mark Coppos es espectacular. Y el de la niña es todavía mejor, su pequeña cama de hierro, sus alfombras vintage, su zona de juegos ¿se puede pedir más?

Os diré que esta vivienda pertenece a la estilista de moda Jessica de Ruiter, anteriormente editora en la revista Vogue y que ahora se dedica a vestir a celebrities tan conocidas como Jennifer Lawrence, Drew Barrymore o Charlotte Gainsbourg, entre otras. Su marido también es diseñador y artista, y junto a su hija de cinco años comparten esta casa originaria de los años 50 a la que decidieron modernizar pero manteniendo su integridad e historia.

Otra de las cosas con las que me siento identificada con la propietaria es que afirma que se encuentra más cómoda comprando piezas atemporales, aquellas que puede conservar en el tiempo y no las que duran poco y son desechables. Una filosofía que comparto al cien por cien, aunque debemos ser de las pocas que pensemos así hoy en día.

Si queréis saber más sobre la casa podéis leer el artículo completo aquí. Y os lanzo la pregunta que hemos hecho este martes en el reto ¿Vosotros podríais identificaros cien por cien con un estilo decorativo? Si así es ¿Me cuentas cuál?

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La veraniega casa de Abbie Naber

Sé que llevo un verano un tanto perezosa con el blog, pero no soy la única a la que le ha afectado el calor. Mi ordenador ha decidido veranear, o casi diría que me está dando avisos para jubilarse y es que el pobre tiene ya diez años, los mismos que el blog, y cada vez que lo abro recibo una negativa por su parte para trabajar. Lo cierto es que estas semanas cuando me siento frente a él empieza a fallarme y a la tercera vez que lo he reiniciado, consciente de que me estoy enfadando y mucho, lo cierro pensando que será que ese día no toca publicar, así que a otra cosa mariposa, no nos vamos a engañar, en la piscina se está mucho mejor. Por otro lado pienso en la cantidad de gente que hay de vacaciones (instagram se chiva de todo) y concluyo, pues lo mismo nadie lo lee. Sinceramente en esta época deberían prohibir las redes, los blogs, y todo aquello que nos separe del exterior, del disfrute, de la familia y los amigos. Ya vendrá el largo invierno y no tendremos más remedio que encerrarnos, entonces podremos leer todo lo que se nos quedó pendiente ¿no creéis?

Yo ya puedo casi oler mi pueblo soriano, los tres días que me escapo a Cantabria con mi marido, las playas portuguesas y el ansiado descanso, sólo una semana más, un par o tres de post más y cerraré este, mi chiringuito, hasta septiembre. Os animo como decía a que paséis de ordenadores, de tablets, de móviles y os dediquéis a disfrutar y descansar.

La casa que os traigo hoy respira época estival, claro que está en San Diego (California) y por allí el tiempo es de lo más agradecido, incluso en invierno (palabrita, que yo he estado). Se trata de la vivienda de la estilista y diseñadora Abbie Naber, una casa donde interior y exterior se funden para el disfrute durante todo el año. Lo que más me gusta de esta vivienda es su mezcla de estilos y texturas, la personalidad que derrocha, algo que sólo se puede conseguir cuando eres fiel a ti mismo, cuando de un viaje surge una idea, o un mural de pared te recuerda al océano y lo pones en lugar de un cuadro porque es eso precisamente lo que buscas, cuando no te guías por un sólo estilo y decides que unas sillas de bambú quedan perfectas al lado de otras de estilo escandinavo, cuando no te asusta sacar muebles de contexto y utilizar un aparador mid-century como mueble de lavabo e incluso usar un precioso papel azul marino con rayas doradas en un cuarto infantil ¿Y por qué no? En eso radica la personalidad, en salirse de los estándares, si algo te inspira, te llama la atención o te transmite emociones, no lo dudes, eso es que esa pieza está hecha para ti.

Podéis leer el artículo completo y saber de qué firma es cada cosa, pinchando aquí. Nos vemos la próxima semana…

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Carmel Cottage

Ahí donde la veis, esta casa era una ruina destartalada situada en la ciudad de Carmel By The Sea, en el condado de Monterrey (California), y digo era porque al pasar por las manos de MAP Architect, se convirtió en lo que veréis. Tuvieron que empezar desde cero, respetando la estética exterior de las viviendas de la zona para que pareciese como si siempre hubiera estado allí, pero dando el toque sorpresa en su interior.

La casa se compone en realidad de tres módulos, vivienda principal, casa de huéspedes (subiendo la escalera) y una pequeña cabaña que hace las funciones de garaje. Para conseguir la mayor privacidad posible para los propietarios, las viviendas se construyeron en torno a un patio central y para ello el estudio de arquitectura se apoyó en la paisajista Oona Johnsen.

El interior sorprende por su amplitud, favorecida por la altura de los techos y los revestimientos elegidos. Se apostó por pintar todas las paredes en blanco roto (White Flour de Sherwin-Williams) y vestir los suelos con tablero ancho de roble francés, mientras que los techos se revistieron con abeto Douglas ligeramente blanqueados.

Por la puerta principal se accede directamente a la cocina y de ahí se pasa al comedor y la sala de estar. Se puso mucho énfasis en el almacenamiento, de ahí que en el comedor encontramos una pared completa de estanterías, junto a ellas armarios y cajones esconden los objetos menos estéticos. Si os fijáis en la casa se han añadido toques en latón en las distintas habitaciones, como los tiradores de la cocina, en lámparas, bisagras, interruptores, etc. que proporcionan luz y elegancia a los espacios, además de hacer un tándem perfecto con las piezas mid-century que visten algunos de los rincones.

El dormitorio principal se ha dejado bastante despejado, bajo la cama una alfombra de Ikea de fibra natural y sobre ella, una manta de piel de Pottery Barn. Tras la planta, una puerta oculta sirve para colgar los vestidos largos.

En el único sitio donde se han concedido pequeñas licencias de color es en los baños, todos ellos en tonalidades muy suaves como el verde olivo, amarillo o azul. Precisamente son los baños la parte que menos me atrae, a pesar de los buenos materiales que se han utilizado en ellos (silestone, azulejos de Porcelanosa, encimeras de mármol Calacatta, etc.) los encuentro algo insulsos. El que más me gusta es el aseo, el de color verde olivo, precisamente por el tono elegido y por el papel pintado de Hygge & West.

Una vivienda sencilla a priori, pero llena de detalles por descubrir…

¡Feliz fin de semana!

Fotografía: Suzanna Scott  – Más info en Remodelista

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Desert Palisades Guardhouse

Sólo he necesitado un par de días otoñales para desear que vuelva el calor, qué rarita soy ¿verdad? Es que con el frío me encojo (cualquiera diría que estoy en los huesos, todo lo contario, pero mi grasa es inservible como abrigo :-)) y la lluvia me pone triste y melancólica, así que yo ya he tenido suficiente frío por el momento y he decidido llevaros virtualmente al desierto, así de radical. No es un desierto cualquiera, nos vamos a California, tierra por la que siento mucho cariño desde que estuve un año viviendo allí con una familia maravillosa.

Seguro que cuando veáis las imágenes el post os vais a quedar con ganas de ver más estancias, como me ha pasado a mí, porque ¿dónde está la cocina? ¿y los dormitorios? no aparecen por ningún lado, pero la realidad es que en este proyecto cuenta más el exterior que el interior.

Desert Palisades Guardhouse es un trabajo realizado por el estudio de arquitectura La vivienda está situada en las laderas escarpadas de Chino Canyon, en el valle de Coachella, a pocos kilómetros de Palm Springs. El enclave privilegiado de Desert Palisades ofrece modernas residencias que se asoman a las impresionantes vistas del desierto que las rodea.

El proyecto está concebido para crear un diálogo fluido entre naturaleza y construcción. De ahí que en su estructura predomine el acero corten, cuyo color terroso se confunde con el entorno, al igual que la geometría del voladizo de 10 metros que destaca entre las formas orgánicas del paisaje desértico. Dicho voladizo queda suspendido sobre una enorme roca independiente, sin llegar a tocarla, como si flotara sobre ella, con el propósito de generar una tensión entre ambas estructuras (lo natural y lo artificial). A su alrededor, muchas otras piedras y rocas de distintos tamaños, así como una amplia gama de flora desértica, enmarcan el edificio de acero. Los acabados exteriores incluyen además cemento y madera, elegidos junto al acero por su durabilidad, atemporalidad y minimalismo, de tal manera que no interfirieran con el entorno.

Para el interior se optó por una paleta de mediados de siglo que evoca al modernismo, corriente que floreció en Palm Springs en los años 40 y 50. Dentro, encontramos acabados más pulidos con el fin de proporcionar calidez, pero los materiales y el criterio son los mismos que en el exterior, la finalidad siempre es mantener la conexión con el paisaje. A pesar del abrasador calor del desierto y de los grandes ventanales de suelo a techo, la casa disfruta de grandes zonas de sombra gracias al voladizo (obviamente el aire acondicionado es necesario también). En el salón podemos encontrar piezas icónicas como la mesa de Isamu Noguchi o una composición de luminarias de Tom Dixon. Llegados al baño es donde me quedo con ganas de más, la elegancia de la madera y el negro dominante, me pierde…

¡Feliz fin de semana!

Vía: Yatzer y Studio ARD

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