Estilo nórdico en Nueva York

La verdad es que no tenía intención de publicar esta semana, pero yo sola me enredo con dos de pipas. He decidido adelantar la publicación a hoy, mañana la mayoría estaréis de vacaciones y lo último que quiero es que estéis pegados a la pantalla de un móvil o un ordenador, descansad y disfrutad aunque sea haciendo nada, porque en estos momentos es lo más sensato. Yo mañana todavía tengo que trabajar un rato por la mañana, pero creo que después y hasta el domingo, me voy a dedicar a mí.

Tampoco quiero extenderme demasiado con el post de hoy, pero encontré este remanso de paz en Nueva York y me apetecía compartir. Quizás a muchos os falte color en este hogar y no digo que no pero sin embargo, no puedo dejar de pensar en la calma que me transmite la paleta de color beige, salpicado con toques de negro, que se repite por todo el apartamento. Orden, minimalismo, limpieza, luz, los elementos justos (ni más más ni menos), calidez a su vez  con toques de madera que siempre funcionan, elegancia en el negro y en las pinceladas de dorado en los apliques u otras luminarias, y por último, el toque tierno y nada caótico de las habitaciones infantiles. Toda esta casa me transmite mucha serenidad. Aunque mi espacio favorito es el recibidor y tan sólo consiste en un cuadro XXL y un banco de cuero, esto me confirma que la mayoría de las veces, menos es más y si hay arte de por medio haciendo de protagonista, no es necesario volverse loco buscando más complementos.

Se trata de un apartamento en el Upper East Side de Nueva York, era nuevo y los propietarios sólo traían consigo la obra que tanto me ha gustado de su anterior vivienda, el resto de la casa era un lienzo en blanco que Sissy + Marley Interior Design se encargaron de vestir al gusto de los clientes. Les dejaron total libertad para el diseño, con la única condición de crear un espacio elegante y «chic» pero apto para niños. Creo que el reto lo superaron con creces ¿No creéis?

Imágenes: Sissy + Marley Interior Design / Elle Decor

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La casa de la blogger Daniela Schinke

No es el tipo de casas que suelo poner en el blog, pero parece que encuentro reflejado mi estado de ánimo entre estas paredes de estilo tan «naif». Y es que últimamente siento estar un poco en las nubes, me cuesta concentrarme con el bullicio exterior (supongo que entendéis a qué me refiero), llevo diez días enferma y eso no ayuda (no, no es Covid, pero la comedura de cabeza no te la quita nadie). En fin, que al ver esta vivienda, me trajo buenas vibraciones y aunque probablemente no la elegiría para vivir, hay muchos elementos de ella que me gustan. Me entra la risa sólo pensar en el heavy de mi marido viviendo entre paredes rositas y azul «bebé», creo que para él sería motivo de divorcio ;-)

La casa está en Alemania y pertenece a la bloguera Daniela Schinke, del blog de decoración y lifestyle Wunderblumen. Encontró esta vivienda de 1880, que formaba parte de un monasterio que había sido parcialmente derruido durante la Segunda Guerra Mundial, en una zona privilegiada de la ciudad, Kassel, donde además de tener todos los servicios, también te encuentras al lado de la naturaleza, como un oasis dentro de la urbe.

La decoración no es estática, a la propietaria le gusta hacer cambios tanto en los colores de las paredes como en el mobiliario. Mezclar piezas antiguas con otras más modernas e incluso de diseño, para evitar que todo sea uniforme y dar personalidad al conjunto. Siempre intentando que haya armonía en los colores, para crear espacios acogedores. Cada tono, en cada una de las habitaciones, no está escogido al azar, sino pensado en la persona que lo va a habitar, como los dormitorios infantiles. El rosa, de la hija mayor y el azul grisáceo, de la menor de nueve años.

Como os decía no es una casa cien por cien para mí, pero sí me quedo con ideas. La primera el uso del color, quizás penséis: demasiado rosa, pero trasladad esto mismo a colores neutros ¿a que ya no cansaría tanto? Me quedo también con el estilismo de las estanterías abiertas, porque si vas a tener preciosas estanterías «String» por todas partes (entre otras), por lo menos que estén ordenadas. Me encantan los suelos en madera natural, con sus nudos y sus vetas y que los muebles, también tengan este tipo de tonos claros para no recargar. Me quedo con el comedor, sencillo y dinámico, con cada silla de «su padre y de su madre». Y me quedo con los textiles y la forma de mezclarlos, unos lisos, otros con texturas, los distintos tonos,… hacen conjuntos perfectos.

Y vosotros ¿con qué ideas os quedáis? ¿O directamente os gusta tal cuál?

Imágenes: Daniela Schinke / Fuente: Design Sponge

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Black is Black…

Seguro que cuando os hablan de los países nórdicos y de su estilo decorativo, enseguida os viene a la mente espacios muy neutros (incluso blancos), maderas naturales sin tratar y una cierta tendencia al minimalismo. Hoy os traigo algo muy distinto y radicalmente opuesto, una preciosa casa a tan sólo 10 km al oeste de Ámsterdam, donde el negro y los las tonalidades oscuras son los protagonistas. Ya conocéis mi adoración por el negro, pero si además está combinado con unos enormes ventanales donde el factor riesgo de oscuridad ya no existe, se crea un combo perfecto. La elegancia del color sumado al plus de la luz natural.

Esta vivienda, realizada por el estudio de arquitectura Arjen Reas Architecten tiene la peculiaridad de estar construida frente a un dique. El terreno tiene cierto desnivel que se ha aprovechado para crear distintas alturas dentro de la misma y los grandes ventanales, permiten disfrutar de las vista hacia el agua, al gran jardín trasero y a lo lejos, a la capital holandesa.

La fachada está realizada en madera pintada en negro combinado con un techo de metal del mismo color, pero fuera de parecer un bunker pesado, las grandes cristaleras favorecen el tránsito de la luz y dinamizan la visión de la vivienda.

Desde la entrada principal se accede a la cocina, que consta de un gran frente de almacenaje en color blanco y una gran isla con gaveteros negros en contraste. Ni hablar de lo que tiene que ser cocinar ahí con esas vistas al exterior.

La cocina comparte el mismo nivel que el salón con chimenea, a la que se ha enfatizado pintándola de color negro. Pero el resto del espacio destaca por sus cálido sofá en cuero marrón, una cómoda antigua empleada como mueble bar y muchas obras de arte que recorren la pared a ambos lados de dicha chimenea. En un nivel más alto encontramos la zona de estar con el enorme chaise longue y de nuevo como punto focal, la pared donde está instalada la televisión, pintada de negro en su totalidad. Un buen truco cuando quieres aportar sensación de profundidad.

La parte trasera de la vivienda, donde se encuentra el salón y el comedor, se cierra con una enorme cristalera que da al gran jardín. Para salvar el desnivel se ha creado una pequeña zona de estar con dos tumbonas desde donde disfrutar las vistas. En la planta superior la familia dispone de dos dormitorios infantiles con su baño y el dormitorio principal con baño en suite. Esta habitación necesita mención aparte, porque ¿cómo es esa pared pintada en un azul intenso con el cabecero y la lámpara en tonos oscuros, que contrastan con los suelos de madera en espiga y el gran ventanal con esas vistas? No tengo palabras.

Y visto lo visto, ¿seguís pensando que en el estilo nórdico imperan siempre los tonos claros u os convence también esta versión donde la elegancia del negro es protagonista? ¿Cuál os gusta más?

Vía: Arjen Reas Architecten / Fotografía: Luc Buthker / Visto en: Contemporist

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Y llegó el otoño…

Y llegó para mí el temido otoño, no sólo temido porque no me gusta, es que los virus ya rondan por casa a sus anchas, primero mi marido y ahora mi hija mayor y yo, no falla. Cambio de estación, cambio de temperaturas y todos enfermos, espero que la pequeña se libre.

Me consta que sois muchos los que lo estabais deseando, la verdad es que suena bucólico eso de coger la mantita y tomarse el café calentito en el sofá mientras ves una seria de Netflix, pero todos sabéis que esa realidad como mucho pasa el domingo, el resto de la semana es salir de noche a trabajar, llegar de noche y pasar frío ¿dónde está la gracia? Ah! ya… en las hojas que caen de los árboles, que cubren las calles de amarillo y dejan ese precioso escenario de película, es eso ¿verdad? ;-)

Vale me callo, creo que ya podéis apreciar mi adoración por la época de frío. He encontrado la solución, me voy a buscar esta casa y me convierto en oso para hibernar, ya si eso nos volvemos a ver en primavera.

En serio, cuando veáis esta vivienda comprenderéis lo afortunados que son algunos ¡menuda maravilla! Pertenece a Noelia Peinado, dueña de la firma de moda Meisïe y su marido (medio holandés, medio danés), que decidieron llevar a cabo su sueño y vivir en una cabaña de estilo nórdico en mitad el bosque.

La casa como es de suponer, es mayoritariamente de aspecto nórdico, aunque quisieron añadirle piezas de aquí y de allá, como la alfombra del recibidor que proviene de la India. Como el objetivo era disfrutar del exterior, la vivienda es de concepto abierto así comedor, salón y cocina conviven en un mismo espacio, donde además se dispusieron grandes ventanales para no perder de vista el bosque que les rodeaba. Muchos de los muebles así como la casa, fue construida por Vicenç Torrent con ayuda de su padre, constructor y también carpintero, la mesa de la cocina entre muchas otras, es una pieza suya. En esta, se combinó la madera con el microcemento en zonas como la encimera y la península, y en el frente de la nevera también se introdujo paredes de pizarra. El resultado es espectacular, es una de mis partes favoritas de la casa; una cocina pequeña en «U» donde no le falta ni diseño ni funcionalidad.

El dormitorio principal es como para no salir de la cama, un refugio. Si miras hacia arriba encuentras todo ese entramado de vigas de madera tan reconfortante y si te giras, te esperan las vistas al bosque, como para hibernar ¿no? Además posee su propia zona de estar con estufa y un baño en suite con el armario incorporado, todo siguiendo la misma estética que el resto de la vivienda.

En el dormitorio infantil, el armario es el que se encarga de dar independencia a cada una de las camas. Los cabeceros están hechos con las mismas lamas del suelo y paredes, de esta manera la coherencia decorativa continua.

En el exterior, revestido de piedra, nos encontramos con un porche que utilizan tanto en verano como en invierno porque las vistas son inmejorables. ¿Queréis saber dónde está la casa? A tan sólo media hora de Barcelona. Lo dicho, gente con suerte…

Fuente vía

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Vackart. Un salón en Barcelona

Creo que os había comentado que estoy decorando un salón en Barcelona. Aunque son muchas las empresas que se dedican a los proyectos online y posiblemente es un servicio más cómodo y asequible, reconozco que soy de las que me gusta ver las cosas físicamente, tocar las telas y las texturas, poderme hacer una composición de lugar in situ, porque por mucho que pueda tener ojo para saber qué quedará bien con qué o si un conjunto no va a desentonar, tal y como indica el nombre de mi blog «decofeelings», en cada uno de mis trabajos hay una parte de mí, de lo que siento, es mi guía o leitmotiv para que las cosas salgan bien. Para mí nunca será lo mismo lo que me transmite una pieza en una pantalla de ordenador que verla en vivo y en directo y poder interactuar con ella ¿no creéis?

Por eso y aunque llevo dos dossieres completos con cinco propuestas diferentes de salón enviadas a mi clienta, hoy me ha dado por escribir sobre esta tienda de mobiliario que está en Barcelona, Vackart. Dos motivos me llevan a ello, el primero porque en ella venden el tipo de mueble que está buscando, son firmas reconocidas como Hübsch, House Doctor, Bloomingville, Affari, Nordal o Flyte mueble escandinavo y del bueno, que además lo tienen a buen precio. Y la segunda razón es que aunque no podré estar con ella para ir de personal shopper y ayudarla, que es lo que suelo hacer aquí en Madrid, quizás se enamore de alguna pieza allí. En realidad ya no necesita demasiada ayuda, con mis indicaciones, la información que le he enviado y sus ideas (que las tiene bastante claras), podemos conseguir que compre físicamente en lugar de online, no todo el salón pero alguna de las piezas. Y en el caso de no encontrar nada, tampoco será una pérdida de tiempo pues siempre es una manera de alimentar y educar nuestras retinas hacia lo que queremos y lo que no.

Las imágenes elegidas no corresponden a lo que busco (o más bien a lo que ella busca), las he elegido al azar para que veáis el tipo de mobiliario que tienen. Por mi parte necesito encontrar un mueble de televisión, una vitrina para el menaje, una mesa de centro, otra de comedor extensible, sillas, iluminación, alfombras y textiles, ahí es nada. Lo más complicado es ajustarse a unas especificaciones concretas de espacio y necesidades y por supuesto a un presupuesto que en este caso, no es muy elevado.

Imágenes: Facebook Vackart

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¡Mi hija cumple 14!

Hoy es el cumpleaños de mi hija, ni más ni menos que 14 años, esto ya sí que me da vértigo. Para los que rondan mi edad (tengo 46 por si no lo sabéis), los 14 suponían un gran cambio, el paso a BUP, empezar a soltar lazos con la familia para estrecharlos con los amigos, el vaivén de emociones donde un día te sentías eufórico y te comías el mundo y al siguiente eras la persona más tímida y retraída. Bueno qué os voy a contar que no hayáis pasado ya.

¡Cómo ha cambiado el cuento!, ahora en lugar de perseguir a mi dos pequeñas por el parque, tengo día sí día también a una pandilla de adolescentes en el cuarto de mi hija. Esto no ha cambiado nada desde nuestra época, aunque cierren la puerta puedo escuchar la música a todo volumen, sus risas descontroladas y por supuesto, mi hija ya me ha pedido un cambio de habitación, algo que me temo que no va a suceder. De momento me he prestado a que decore los tres frentes de su armario con fotos y posters de BTS (un grupo coreano de música que la tiene tan enganchada que se ha puesto a aprender el idioma por su cuenta, no digo más). Con lo «tiquismiquis» que soy para la casa, ¿quién me iba a decir que iba a claudicar en esto? ;-)

Por si algún día cambio de opinión y me da por cambiar su habitación, ha tenido a bien explicarme claramente lo que quiere, ¿adivináis cuáles son sus gustos? el estilo nórdico, sí. Imagino que a base de ver vídeos en YouTube donde este estilo se muestra omnipresente, ha pensado que también era lo mejor para ella. Sin acritud, que ya sabéis que me gusta siempre y cuando tu casa no sea igual a la del vecino (y eso empieza a estar complicado con este estilo en concreto).

Total que me ha resumido sus preferencias en cuanto al color, los materiales que le gustan, los accesorios, los textiles, etc. Alguna otra cosa la he añadido yo, quizás porque ella misma ni siquiera sabe de su existencia (como las estanterías String, tan útiles como bellas). Os cuento un poco lo que quiere:

1.- Primer requisito, una cama de matrimonio. Vaya que le gusta dormir a pierna suelta pero ¿Y yo qué hago con su bonita cama nido de la ya desaparecida VTV?

2.- Cambio radical en los colores, resulta que de una habitación amarillo pastel (su color favorito), con toques de verde y rosa, ha decidido pasar a lo radicalmente opuesto: blanco, negro y gris. Muy nórdico sí, pero también oscuro y aburrido para su edad ¿Dónde está el toque de color?

3.- No le gusta su cómoda y su mesilla, pero no la culpo, creo que no entiende ese tipo de mueble. Me gasté un pastón porque son de una tienda francesa, con una madera de muchísima calidad y una pátina en un verde oliva maravilloso. Creo que ahí se me fue de las manos mi vena decorativa. Le cambié los tiradores para que no parecieran muebles tan serios, por unos de estrella a juego con el color de su cama y la estantería, pensé que con eso era suficiente (se ve que no y más ahora que las estrellas se le han quedado demasiado infantiles). En las imágenes veréis la cómoda y mesilla que he elegido, en blanco y madera, para dar un poco de calidez a tanta tonalidad oscura.

4.- Su estantería, que viene de la India, originalmente era en color oscuro y también la pinté como la cama y los tiradores, es una pieza que encaja en cualquier lugar. Si tuviera que cambiarla alguna vez, creo que me decantaría por los sistemas String, nórdico puro y con tantas posibilidades como quieras, pueden ser sencillas estanterías o incluso módulos para tener la ropa y los zapatos en orden (ideal para una habitación de adolescente).

5.- Mira por donde de su escritorio no me ha dicho nada y es lo más simple de toda su habitación. Me limité a comprar en Leroy Merlin un gran tablero y dos borriquetas, su habitación es muy grande por lo que me podía permitir una superficie amplia de trabajo. Lo que sí cambiaría es la silla, tiene una «cutrecilla» y según se hacen mayores pasan más tiempo haciendo deberes, así que una buena postura es importante.

6.- Como complementos le gustan los pequeños cubos a modo de estantería, también los soportes para colgar fotos y demás, quizás las típicas guirnaldas, alguna cesta para ayudar a mantener el orden, un espejo (fundamental a su edad)… Y yo he querido añadir, ya que sus amigas adolescentes pasan tardes enteras con ella en su habitación, unas colchonetas de suelo para que estén cómodas y así evitar también que se sienten en su cama y la dejen como unos «zorros» ;-)

Hasta aquí las peticiones de mi hija, que se quedarán en eso, en deseos. A ella también le digo que soñar es gratis, al menos por el momento que ya tiene todo su armario forrado con sus ídolos, eso debería bastar, ¿o no?….

Me voy a disfrutar del día con mi familia que hoy toca celebración.

¡Feliz fin de semana!

La Redoute

Kenay Home

Sistemas de estanterías String

Mesilla de Kenay Home

Cómoda de PortobelloStreet

H&M Home

Ikea

Silla de estudio de Maison du Monde

Colchonetas de Maison du Monde

Estanterías en forma de cubos de Maison du Monde

Moodboard de pared en Maison du Monde

Guirnaldas y escalera de Kenay Home

Cesta para almacenar en H&M Home
Imagen portada: Kenay Home

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La veraniega casa de Abbie Naber

Sé que llevo un verano un tanto perezosa con el blog, pero no soy la única a la que le ha afectado el calor. Mi ordenador ha decidido veranear, o casi diría que me está dando avisos para jubilarse y es que el pobre tiene ya diez años, los mismos que el blog, y cada vez que lo abro recibo una negativa por su parte para trabajar. Lo cierto es que estas semanas cuando me siento frente a él empieza a fallarme y a la tercera vez que lo he reiniciado, consciente de que me estoy enfadando y mucho, lo cierro pensando que será que ese día no toca publicar, así que a otra cosa mariposa, no nos vamos a engañar, en la piscina se está mucho mejor. Por otro lado pienso en la cantidad de gente que hay de vacaciones (instagram se chiva de todo) y concluyo, pues lo mismo nadie lo lee. Sinceramente en esta época deberían prohibir las redes, los blogs, y todo aquello que nos separe del exterior, del disfrute, de la familia y los amigos. Ya vendrá el largo invierno y no tendremos más remedio que encerrarnos, entonces podremos leer todo lo que se nos quedó pendiente ¿no creéis?

Yo ya puedo casi oler mi pueblo soriano, los tres días que me escapo a Cantabria con mi marido, las playas portuguesas y el ansiado descanso, sólo una semana más, un par o tres de post más y cerraré este, mi chiringuito, hasta septiembre. Os animo como decía a que paséis de ordenadores, de tablets, de móviles y os dediquéis a disfrutar y descansar.

La casa que os traigo hoy respira época estival, claro que está en San Diego (California) y por allí el tiempo es de lo más agradecido, incluso en invierno (palabrita, que yo he estado). Se trata de la vivienda de la estilista y diseñadora Abbie Naber, una casa donde interior y exterior se funden para el disfrute durante todo el año. Lo que más me gusta de esta vivienda es su mezcla de estilos y texturas, la personalidad que derrocha, algo que sólo se puede conseguir cuando eres fiel a ti mismo, cuando de un viaje surge una idea, o un mural de pared te recuerda al océano y lo pones en lugar de un cuadro porque es eso precisamente lo que buscas, cuando no te guías por un sólo estilo y decides que unas sillas de bambú quedan perfectas al lado de otras de estilo escandinavo, cuando no te asusta sacar muebles de contexto y utilizar un aparador mid-century como mueble de lavabo e incluso usar un precioso papel azul marino con rayas doradas en un cuarto infantil ¿Y por qué no? En eso radica la personalidad, en salirse de los estándares, si algo te inspira, te llama la atención o te transmite emociones, no lo dudes, eso es que esa pieza está hecha para ti.

Podéis leer el artículo completo y saber de qué firma es cada cosa, pinchando aquí. Nos vemos la próxima semana…

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¿Conocéis el estilo Japandi?

Por si no era suficiente con todas las tendencias decorativas que conocemos (vintage, shaby chic, nórdico, industrial, mid-century, boho, contemporáneo, clásico, rústico, etc.), siguen apareciendo nuevos vocablos que aún lo complican más, en este caso os hablo del estilo Japandi ¿Lo conocéis? Se trata de una mezcla entre el escandinavo y el japonés, abarcando características y estilos de vida de ambas corrientes. De ahí que combine el minimalismo nipón con la practicidad del nórdico, consiguiendo un resultado que lejos de ser frío, resulta acogedor.

A pesar de ser un estilo carente de ornamentos y basado en la simplicidad, los materiales utilizados compensan la desnudez de los espacios, sobre todo gracias a la madera (natural o incluso en tonos oscuros), también a otros materiales naturales como las fibras, el bambú, el ratán,… y textiles como los linos. Los colores también están compensados, los más fríos procedentes de la tendencia nórdica (verdes, rosas, azules o grises) se caldean gracias a los tonos terrosos, marrones, beige e incluso negros, procedentes de la nipona.

Del estilo japonés también se hereda el característico tamaño de los muebles, mucho más bajos a lo que estamos acostumbrados o elementos tan típicos como las lámparas de techo de papel.

En este combo de estilos se busca sobre todo la simplicidad y funcionalidad. El estilo Japandi huye de lujos superfluos, cada objeto tiene su sentido. Poco más que algunas plantas, quizás sólo una, influencia de la cultura zen como conexión con la naturaleza, o puede que alguna pieza de cerámica hecha a mano.

Para mí sin duda la mezcla de estos dos estilos me resulta más interesante que ambos por separado. Y a vosotros ¿os gusta?

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Pasión por el diseño…

Cuando un diseño es bueno perdura en el tiempo, es algo que está demostrado. ¿Quién no ha soñado alguna vez con tener una pieza icónica del Siglo XX, cualquier cosa que lleve la firma de algún reconocido diseñador de la época como Arne Jacobsen, Hans J. Wegner, Charles & Ray Eames, Harry Bertoia, Xavier Pauchard, Isamu Noguchi, Jean Prouvé,… entre otros? Yo sería feliz pero claro, un original no está al alcance de todos los bolsillos.

Por suerte existen firmas como SKLUM que nos acercan a los genios del siglo pasado reinterpretando sus archiconocidas creaciones, con la máxima calidad y a precios inmejorables. Todo para que podamos disfrutar en casa del mejor diseño.

Lo bueno que tiene apostar por alguna de estas piezas, además de que no pasarán de moda, es su versatilidad. En la web están divididas por colecciones o por tendencias pero la realidad es que no necesitan seguir un patrón, una silla Eames como la de la primera imagen bien puede encajar en un ambiente natural con una mesa de hierro industrial, o en un entorno «Scandi» ¿no creéis? Vale ahora me diréis que me he ido al ejemplo más típico porque este tipo de silla tiene multitud de adeptos, así que pongámoslo un poquito más difícil. Mirad alguna de las piezas de la colección Antique, ¿verdad que la vitrina de hierro podía perfectamente integrarse en un ambiente campestre? ¿no os la imagináis en una cocina de campo o incluso en el baño? y eso que a priori, la muestran en un entorno sobrio junto a un sofá de cuero, pero ya sabéis que a mí me gusta sacar las cosas de contexto y precisamente estas piezas se prestan a ello.

¿Y qué me decís de la silla Acapulco? queda monísima en una habitación infantil (a mí me gustan más en colores brillantes para los niños, las tenéis en la web también), pero además es ideal para colocarla en un rincón del salón y cómo no, en el jardín. Una sola pieza y múltiples usos.

Pero no sólo vais a encontrar mobiliario, también hay objetos decorativos, iluminación, preciosas réplicas para los más pequeños de la casa, etc. Yo he hecho una mínima selección de lo que podemos encontrar, por seguir un patrón me he basado en las tendencias, la primera cómo no, la natural, ya me conocéis :-), después he pasado a la colección Antique con piezas de marcado carácter industrial, sigo con la Mango Collection con reminiscencias Boho y llenas de color, y por último algo de Scandi (o lo que es lo mismo, nórdico). Ah! y aunque no lo haya incluido en las imágenes, no dejéis de echar un vistazo a los cabeceros, tanto los de esparto como los de ratán son preciosos. Os dejo con mi selección, a ver qué os parece…

Silla Eames en Blanco & Madera Natural
Escalera Leit Dipeada

Los cestos de junco, una buena opción para mantener el orden.

Colección Antique, mobiliario con carácter y personalidad.

Tendencia industrial, de la Colección Antique.

Pon un toque vintage en tu deco, como la Caja Pepska. Acompañada de la Silla Occan y la Lámpara Gretha Gris.

¿Quién no conoce la gama Tolix? Este taburete pertenece a la colección LIX y está basado en el diseño de Xavier Pauchard, uno de los diseñadores más famosos e influyentes del siglo XX.

Mucho color y reminiscencias Boho encontramos en la Mango Collection, para dar vida a cualquier rincón del hogar.

La Acapulco Collection, estas sillas son aptas para cualquier espacio, interior o exterior. Así de bonita luce en esta habitación infantil.

La Silla Tsar inspirada en el famoso diseño de Harry Bertoia. En esta ocasión en dorada, es pura tendencia.

En las dos imágenes superiores la Colección Scandi. Blanco y madera natural, como dictan los cánones del estilo nórdico.

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Pepita de Oliva

Resulta inquietante cómo el «señor Google» es capaz de filtrar nuestros gustos y preferencias basándose en las búsquedas o compras que hacemos por internet para ofrecernos, con un margen mínimo de error, todo aquello que nos pueda interesar. Así es como he conocido la firma Pepita de Oliva, y una vez más no se equivocaba.

Se trata de una tienda y empresa de interiorismo especializada tanto en mobiliario nórdico original de los años 50, 60 y 70 procedente del norte de Europa, como en piezas de fabricación propia. Todos sus productos y trabajos están realizados bajo los mismos criterios de calidad, origen y diseño.

Dentro de su selección encontraréis mesas y sillas, butacas, iluminación, almacenaje, piezas de decoración y textil, además de otras exclusivas fabricadas por Pepita de Oliva. En las imágenes no sólo os muestro parte de su catálogo, la mayoría son ejemplos de los proyectos de interiorismo realizados con su mobiliario, ya sea en viviendas, restaurantes o eventos como bodas.

Ya sabéis que soy muy fan del estilo nórdico original, piezas traídas del norte de Europa que poco tienen que ver con el «nórdico» que en estos momentos inunda casi todos los blogs y redes sociales. Sin pretender desmerecer el nórdico más comercial, he de decir que yo aquí veo más personalidad, más diseño y menos imitación, claro que también es más caro.

Espero que disfrutéis con estas maravillas, si tuviera que decantarme por alguna pieza sin duda me quedaría con el «Sofá Ercol Daily Bed«, ha sido amor a primera vista…

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