Proyecto deco: Salón

Cuando ayer me fui de casa de mi clienta tras hacer las fotos de rigor me dijo, «gracias por haberme desatascado«. Realmente no había mucho que hacer con tan bello esqueleto, más aún cuando su buen gusto acompañaba, sabía que la cosa con ella sería coser y cantar. Ni siquiera siento que pueda atribuirme el mérito completo de este proyecto, tiene una curiosa historia detrás que hizo que mi diseño inicial se viera modificado, aunque sólo fuera en el color, pero ya no es íntegramente mío, así que digamos que es un trabajo conjunto entre las dos.

La única pieza que había que sustituir era el sofá negro que veis en la imagen, hubiera sido delito no conservar el chéster. El resto era sencillamente un tema de telas y tapicerías. Así que empecé por ahí. Busqué un compañero para tan ilustre sofá, no era nada fácil. Necesitaba una pieza que no le robara protagonismo, con un respaldo no muy alto, de líneas rectas y sencillas sin que pareciese excesivamente moderno pero tampoco demasiado clásico, creo que finalmente encontré el sofá perfecto en Natuzzi, esta pieza fue el origen de nuestra historia.

El que yo propuse estaba tapizado en gris y partiendo de ahí elegimos el resto de colores. El chéster en origen iba a ser en terciopelo verde y los cojines con distintos estampados en tonos blancos y coral, los estores en lino blanco. Todas las telas son de Güell Lamadrid (os he dejado más abajo las imágenes de lo que habíamos elegido en un principio).

Menos mal que mi clienta llevó a su pareja a ver el sofá al Natuzzi de El Corte Inglés de Castellana, ambas habíamos estado antes, nos habíamos sentado en él, lo habíamos probado y todo nos pareció correcto. Sin embargo a su chico le entró una reacción alérgica que se puso a morir, pero es que a ella ese día también le empezaron a picar las manos tras tocar la tela. La dependienta afirmó que no habían cambiado nada, ni echado ningún producto especial de limpieza (misterios de la vida). Así que señores, ya saben, antes de comprar un sofá prueben bien la tela no les pase lo mismo. Ahí fue donde mi clienta tuvo que hacer el cambio que conllevó rehacer el resto de colores del salón. Compró el mismo sofá sí, pero en cuero negro para evitar las alergias, así que hubo que descartar el verde oscuro del chéster y se decantó por una tela en espiga blanca y gris que le daría más luz al espacio. El color verde inglés no podía faltar así que lo utilizó en los cojines, todavía se ha quedado a medias con este tema, en el futuro meterá alguno más en tonos rosa para seguir con la estética de su casa (son los colores de su dormitorio también y le aportará al salón un toque más fresco).

En el banco, donde antes había cojines sueltos, se ha puesto una colchoneta que recorre toda la superficie. En origen este banco ocupaba otra posición cerrando la zona de mesa y sofás, particularmente me gustaba más, ella prefiere ponerlo bajo la televisión para hacer visualmente el salón más amplio pero a mí ahí me queda raro. En cualquier caso cada uno vive su casa como quiere y como mejor la disfruta, así que ahí no tengo nada que decir (siempre puede ponerlo de la otra manera cuando vengan invitados para delimitar mejor la zona de tertulia).

Respecto a la alfombra tuve claro desde un principio que le ofrecería la marca KP Deco, hablo con conocimiento de causa cuando digo que tienen precios muy razonables, duran perfectas mucho tiempo (la mía tiene 15 años y está nueva) y en cada colección se superan con los diseños, cuesta elegir. Además ella que tiene perro y necesitaba algo que fuera fácil de mantener e incluso lavar.

En la parte del comedor tan sólo había que tapizar las sillas, llevan la misma tela que los cojines y por último, el ventanal cubrirlo con estores y caídas, si hay algo que sobra en esta casa es luz, habéis oído bien, es un piso 12 y no tiene edificios delante así que os podéis imaginar que casi que hay que ver la tele con gafas de sol :-) Estas fotos las hice ayer a las siete de la tarde, si lo llego a intentar más pronto creo que no me hubieran salido.

Hasta ahí la intervención en el salón, como curiosidad os diré que las bonitas lámparas son de Borgia Conti y que las sillas, aunque lo parecen, no son originales Thonet, las compró la clienta por Wallapop a un precio muy razonable y ya veis qué cambio con un simple tapizado. Y de la mesa ni hablamos, la consiguió también de segunda mano por dos duros, hay chicas con suerte.

Os dejo con la transformación del salón, el después, el durante (las telas elegidas antes de episodio de la alergia) y el antes. Espero que os guste. Como os decía el mérito no es sólo mío, es de ambas.

Después

Jazz también tenía que salir en la foto, el pobre espero pacientemente sumiso con carita de «date prisa por favor» mientras miraba deseoso la correa sabiendo que le esperaba su paseo de la tarde. Muy obediente aguantó mi poca destreza con la cámara y le hice tres o cuatro fotos. Ya me conocéis que casa en la que trabajo donde hay un perrete, no puedo resistirme a achucharle, besarle y por supuesto que sea mi modelo por unos segundos :-) Jazz es tan elegante que hace juego con la alfombra y el sofá, guapo donde los haya.

Paleta de color elegida originalmente

Antes

Imágenes: @decofeelings

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Alfombras Étnicas

Este fin de año pasamos unos días en el pueblo, tomamos medidas de la zona de estar y del comedor para hacernos con unas alfombras. Para que os hagáis idea del frío que pasamos allí, pedí que nos pusieran la calefacción un lunes, nosotros llegamos el sábado y el salón sólo estaba a 16 grados. Ya os conté que la casa tiene unos 50 años y todo su suelo es de terrazo, dejando la estética aparte (que a mí no me gusta por mucho que ahora se vuelva a llevar), el material no ayuda a rebajar la sensación de frío. En un mundo idílico haría obras y cambiaría el suelo, pero como a día de hoy no es posible, me conformo con protegerlo con dos buenas alfombras que nos den calor y ya de paso, tapen el antiestético suelo.

Alfombras Étnicas ha sido todo un descubrimiento para mí. Cuando las vi me resultaron familiares y es porque en Madrid las tienen en una de mis tiendas favoritas Guáimaro, a la que ya dediqué un par de post hace tiempo (podéis recordarlos aquí y aquí). La creadora de la firma, María Ibáñez Gabilondo, vivió junto a su familia tres años en Chile donde tuvo la oportunidad de viajar y conocer la cultura andina. Descubrió materiales naturales, la manera que tenían de trabajar artesanalmente, el colorido y se enamoró de sus textiles. En Chile, Perú y Bolivia encontró espectaculares telares y decidió traer toda aquella tradición a España e integrarla en ambientes más contemporáneos.

Las alfombras, cojines y otros complementos que hacen por encargo (como cabeceros o bancos), se realizan a partir de lana de oveja, llama o alpaca, que crían ellos mismos y son teñidas de manera artesanal con pigmentos naturales. Por poner un ejemplo, los tonos rojizos abundan porque se extraen de la cochinilla, un insecto muy común en las pencas que abundan en lo alto de los Andes del Perú. Cada alfombra se va tejiendo poco a poco, cada diseño es distinto y tiene para los artesanos un significado, no hay dos iguales. Son únicas, están hechas con alma.

Sinceramente, cuando ayer me puse a ver fotos me volví loca, no estoy segura si podría elegir. Perdonad por la expresión pero me parecen todas ¡flipantes! Si os queréis hacer con una alfombra, cojín o pedir algo por encargo, por el momento además de la tienda online, en Madrid están presentes en Guáimaro, también han llevado sus productos a mercadillos de Pamplona, Málaga y Madrid. Pero la intención de María y su hermana Raquel es llevar todo este colorido y creatividad al resto del mundo, algo tan bello se tiene que conocer.

¡Feliz fin de semana!

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Poniendo a punto mi jardín…

Me encanta la jardinería aunque sea más bien torpe con ella. De momento sólo he conseguido dominar los cuidados de unas cuantas plantas, pero poca cosa. La cuestión es que trabajar con ellas me relaja bastante y además las pobres son de lo más agradecidas, nunca se quejan aunque estén un poco moribundas :-)

Este fin de semana nos hemos dedicado a poner a punto el jardín, o mejor dicho las terrazas, nuestro chalet tiene una delantera y otra trasera. El sábado volvimos a Fronda, nuestro centro de jardinería de referencia, e hicimos acopio de lo necesario para intentar devolver un poco de vida a nuestros exteriores. Antes de seguir y sin pretensiones de hacer publicidad, deciros que cada vez que voy a Fronda vuelvo más enamorada, estuvimos en Navidad comprando el árbol pero ya sabéis que soy más de verano que de invierno, así que el sábado lo disfruté más. Su sección de decoración es muy extensa, incluso me resultó difícil frenar los impulsos de mi hija mayor que lo quería todo.

Una vez llenamos el carro con lo necesario, tocaba ponerse manos a la obra. Lo que en un principio me parecía que sería sencillo, se volvió tedioso. Una vez más tenemos problemas con los gatos de los vecinos, que si antes tenían tres, ahora son cinco y campan a sus anchas por nuestras dos terrazas. Si sólo se pasearan por ellas no habría problema, pero han decidido otra vez utilizar mis jardineras para hacer sus necesidades, os ahorraré los detalles respecto a esto. De momento hemos puesto unas mallas plásticas (de este tipo) rodeando las plantas para impedir que lleguen a la tierra a ver si nos funciona, ya hemos probado de todo (sin perjudicar a los animales, eso jamás lo haríamos) y tiene difícil solución.

Cuando por fin terminemos con la limpia, aún me quedará pensar qué puedo hacer con mis desastrosos muebles. Sigo con los mismos de siempre, son de madera y van de mal en peor. Por eso al comenzar la temporada primavera-verano siempre me gusta echar un ojo a las tiendas bonitas que se ajustan a mi bolsillo, como Maison du Monde, quizás en el futuro pueda cambiarlos. Este año sus colecciones de jardín están basadas en lugares tan inspiradores como Córcega, Inglaterra o Sudáfrica. Seguimos encontrando los materiales naturales como pilar de todas las ellas, las fibras, la madera o el hierro, no faltan en ninguna de las propuestas. Sí veo nuevos modelos pero la materia prima es la misma, porque al final los clásicos nunca mueren y lo natural siempre será tendencia.

Espero algún día poder renovar algo más que las plantas de mi jardín :-) Muy fan del sillón colgante de resina trenzada de la primera imagen ¿no os encanta?

 

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¡Sorteo! La tapicería en casa…

Tal y como os avisé el miércoles, hoy traigo un sorteo. No he hecho muchos desde que empecé con el blog, allá por 2008, pero esta vez la ocasión lo merece. Es algo que tengo en casa desde antes de verano así que lo he podido ver, tocar, leer y admirar, se trata de un libro de decoración (o quizás podría llamarlo «libraco» porque es enorme), una guía paso a paso para arreglar y tapizar tus muebles. En él además de los tutoriales pertinentes, podéis encontrar preciosas imágenes de lo más inspiradoras. Un libro escrito por Amanda Brown, con fotografías de Ryaan Ford y por cortesía de La esfera de los Libros.

Si os digo la verdad, lo único que he tapizado en mi vida es el cabecero de mi cama en la casa del pueblo y con ayuda de mi madre (así que es trampa). Llevo pensando en cambiar la tapicería de las sillas del salón siglos, pero ahí siguen tal cual las compré, quizás me atrevería con ellas, pero si me habláis de tapizar un sofá, una butaca u otomana, ¡ja! eso ya es para valientes, prefiero encargárselo a mi tapicero de confianza. En cualquier caso seas atrevido o cobarde, quieras probar y destrozar tu mobiliario o dejarlo divino ;-), es un libro fantástico. Incluso si lo ganas y crees que no le sacarás provecho, te aseguro que para muchos sería un gran regalo de cumple o de navidad.

Os dejo como siempre un montón de inspiración, a ver si sois capaces de hacer cosas como estas (aunque está claro que hay mucha gente que sí). Particularmente me encantan los sofás o butacas antiguas con telas modernas y muy coloridas, el contraste es genial.

Tras la inspiración os muestro el libro y las bases del sorteo, así que sigue leyendo el post…

¡¡Feliz fin de semana!!

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Os presento el libro, no lo había dicho antes pero sorteo TRES ejemplares, así que más posibilidades de llevaros uno. He querido mostraros como es por fuera pero también por dentro, para que os hagáis una idea de la calidad de imagen que tiene, de los textos y los tutoriales. Es un libro valorado en casi 40€, no digo más.

¿Queréis saber cómo llevaros este tesoro?, pues es tan simple como compartir este post en Facebook, Twitter o a través de WordPress, tenéis hasta las 12 de la noche del jueves 10 de septiembre. Tras el sorteo, simple azar entre los que compartáis, anunciaré a los tres ganadores en el post del viernes 11.

Para seguir vuestro rastro no os olvidéis mencionarme o no sabré que habéis compartido: en Twitter con @decofeelings, en Facebook si no me sigues, puedes pegar la URL de este post directamente en mi muro de Decofeelings, para ello Pincha AQUI (te llevará directamente).

¡¡Mucha suerte y a compartir!!

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Fotos de inspración Pinterest: Tapizados
Imagen portada vía flickr