Round the Round, de Leanne Ford y Grace Mitchell.

Hoy os traigo una historia que combina antigüedades, diseño y una aventura inesperada en Round Top, Texas. Dos de mis diseñadoras favoritas, Leanne Ford y Grace Mitchell, conocidas por su trabajo en HGTV, hicieron algo que ni siquiera ellas esperaban.

Leanne y Grace son unas fanáticas de la Feria de Antigüedades de Round Top de la que suelen volver con un camión lleno de tesoros antiguos, pero esta vez la suerte las llevó en otra dirección. Resulta que el marido de Leanne, que siempre anda buscando propiedades, les mostró una casa de campo de 1880. Antes de darse cuenta, tenían las llaves en la mano. 

Aunque la casa no estaba en mal estado, las diseñadoras vieron un gran potencial para devolverle su historia. Además de eso, decidieron que no sólo ellas iban a tener el privilegio de disfrutarla, así que está disponible para alquilar durante estancias cortas por algo más de 500$ la noche. Ya, ya sé que no nos pilla muy cerca Texas, pero al otro lado del charco también hay muchos lectores y ojalá, alguien tenga la opción de visitarla.

Una de las lecciones que nos deja este proyecto es cómo el mobiliario puede transformar un espacio. Muebles grandes para espacios grandes. Por ejemplo, uno de sus mayores atractivos en mi opinión, es la mesa de la cocina ¿Os parece grande? No lo es, es sencillamente perfecta.

Además, el uso de piezas vintage y antigüedades cuidadosamente seleccionadas, le dio a la casa un toque único. Apliques de una tienda local, la mesa vintage de @jerseyjunker o los maravillosos sofás personalizados de la colección de Leanne Ford de Crate & Barrel, son algunos de los elementos que hacen que todo encaje de forma perfecta.

Como siempre, no todo fue sencillo. Para dar ese toque personal debían encontrar un equilibrio entre ambas. Grace, es amante del color, y sin embargo Leanne, es más minimalista. Hubo piezas difíciles de conseguir, como la gran vitrina que luce en la cocina. Dudaron en un principio así que cuando volvieron a buscarla ya estaba vendida, por suerte a otro profesional del sector, al que se la compraron pagando un dinero extra.

La casa combina lo mejor de dos mundos: el encanto de lo antiguo y la innovación del diseño moderno. Detalles como la ducha revestida de yeso sobre los azulejos de metro existentes, una bañera de piedra que requirió de seis personas para instalarla, las puertas holandesas de los dormitorios que dan al porche, o la gran puerta de acero de la ducha (una de mis piezas favoritas) comprada en Jardin de France, muestra cómo cada rincón de esta casa está lleno de ingenio y dedicación. Sin mencionar que el baño tiene paredes de tadelakt impermeable (un revestimiento tradicional a la cal típica de Marruecos), lo que lo hace tan funcional como estético.

Para los amantes de la música, hay un rincón de discos iluminado por una gran lámpara de LooLoo Design, el lugar perfecto para disfrutar de una buena melodía. Justo enfrente, se encuentra la sala de estar que cuenta con una pared repleta de obras de arte.

En resumen, esta casa en Round Top es mucho más que una simple propiedad: es un proyecto lleno de pasión, tesoros antiguos y un amor compartido por el diseño de interiores. ¿Quién no querría pasar unos días en un lugar así?

Fotografía: Reid Rolls para Domino Mgz

[formulario_de_suscripción_al_blog]

Buchanan Studio

El de hoy será el último post hasta septiembre, ya sabéis que me gusta desconectar en agosto, o al menos tomarme ciertas licencias porque como autónoma siempre hay cosas que hacer, como cumplir con mis obligaciones contables o con hacienda que es algo que, por desgracia, no me lo puedo saltar.

Me gusta despedir el mes de julio y mi curso escolar :-) con una casa diferente, con tanta tendencia de «más de lo mismo» acaba una por aburrirse soberanamente. Hoy sin embargo he encontrado algo con historia, personalidad y alma vintage.

La vivienda es uno de esos espacios que, en Siglo XVIII, se veían poco atractivos ya que servían como cuadra o garaje. Por aquel entonces las escondían tras grandes mansiones para no ser vistas y sin embargo ahora, se han convertido en objeto de deseo para los londinenses. Se trata de la casa de los suegros del propietario de Buchanan Studio (si el nombre no os suena, seguro que sí lo harán sus famosas butacas que se hicieron virales en Instagram, os dejo un par de fotos al final del artículo, estoy convencida de que las habréis visto más de una vez).

Cuando compraron la casa, el anterior inquilino la había convertido literalmente en un cubo blanco carente de personalidad y poco ligada a su historia de cuadra. La intención era recuperar su pasado.

Al comenzar a picar las paredes encontraron los ladrillos antiguos, así como una traviesa de metal donde antaño, sujetaban a los caballos. Era un buen comienzo. Dejaron un comedor muy diáfano donde poder albergar la gran mesa de mármol, sitio de reunión de varias generaciones de la familia. El mármol es un guiño al abuelo, un apasionado coleccionista de piedras y fósiles. Si os fijáis, a la mesa se le añadieron ruedas para poder facilitar su movimiento y en el extremo que linda con la pared en lugar de sillas, se colocó un gran banco.

Para las paredes se usó un revestimiento de paneles machihembrados tradicionales, que permiten disimular aquello que no se quiere dejar a la vista (como la caldera, que se oculta en un armario del salón tras este revestimiento). Para el techo, se recuperaron vigas de una antigua escuela de Yorkshire. Y lo que parece la entrada de la calle, esos dos grandes portones tipo granero tras las butacas rosas del cuarto de estar, fue una idea para ahorrar. El espacio estaba cerrado en realidad, así que en lugar de hacer demoliciones sencillamente añadieron esas dos puertas decorativas sobre el ladrillo creando la sensación de puerta de paso a la ,calle.

En la pequeña cocina sin ventanas, echaron mano de la imaginación y por qué no, de la osadía. Pintaron los muebles de rosa y el techo de rojo, una combinación arriesgada pero que a los propietarios les gustaba.

En el baño principal dejaron la bañera, ya que la abuela es una fanática de los baños (sin renunciar al plato de ducha que se aprecia en el otro baño). Fue revestido de mármol, en color rosa muy clarito, los recortes de la piedra se utilizaron para hacer pequeñas estanterías que completan el almacenaje del baño.

Respecto al mobiliario, había que buscar algo acorde a al pasado de la vivienda, así que aprovecharon la tienda de artículos vintage Retrouvius que está cerca de la casa para hacerse con la mayoría de las piezas, además de comprar online otros artículos decorativos en la tienda Vinterior. El resultado como veis no puede ser más especial.

Y hasta aquí el post de hoy. No me voy sin desearon unas felices vacaciones, nos vemos en septiembre y os espero por Instagram también. Gracias por estar ahí! :-)

Las famosas butacas Studio:

Fotografía: KALINA KRAWCZYK

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

La casa de la estilista de las Kardashian…

Como tantas veces he dicho, la moda y la decoración van de la mano. Dani Michelle, estilista de celebrities como Kourtney Kardashian, Kendall Jenner o Kristin Cavallari, entre otros, decidió probar con el diseño de interiores cuando llegó la pandemia y junto a la reconocida interiorista Leanne Ford, renovar y decorar su vivienda de más de 200 metros cuadrados en Los Ángeles, California.

Dani Michelle y su marido, el fotógrafo de moda Ian Morrison, encontraron esta vivienda tras dos años de búsqueda, enseguida vieron su potencial y qué toda esa luz que irradiaba por sus ventanas haría de esta casa el perfecto hogar para su recién estrenada familia. Por entonces, acababa de nacer su primer hijo.

La casa de mediados del siglo pasado sigue teniendo sus dos pisos originales. Se enfocaron en los acabados, como la gran cantidad de piedra cubierta por lechada blanca y sobre ella, un sellador de hormigón de alta calidad que, la interiorista ya había utilizado en otros proyectos y era una idea que propietarios querían replicar. Llegaron también toques de contraste como el revestimiento de la chimenea del salón, son láminas de acero oxidado que hacen que el espacio parezca más antiguo de lo que es en realidad. O el banco de obra que recorre la pared de la zona del comedor y que fue recubierto por cemento de la marca SureCrete.

En medio de la renovación llegó la pandemia y Leanne Ford, la interiorista, se mudó a su tierra natal dejado a los propietarios a la aventura, aunque siempre resolviendo sus dudas desde la distancia. El proyecto había que terminarlo. Un ejemplo de ejecución en solitario, fue la sala de estar, donde Michelle y Morrison recurrieron a su color, el negro, creando un rincón muy acogedor gracias al enorme sofá rinconera de RH y a la gran lámpara Vintage Orb de Mart Collective, que preside la pared central.

Como en casi todas las casas la parte que dio más quebraderos de cabeza fue la cocina. Tenían claro que querían seguir con la gama cromática existente, blanco y negro, pero sabían bien cómo hacerlo. Al marido se le ocurrió levantar unos centímetros la parte de la península de tal manera que pareciera una barra, es ahí donde introdujeron la parte de encimera en color negro en forma de cascada y rompieron con el monocromo del resto de la cocina en blanco. Se le añadió además, otros toques en negro como las tres lámparas colgantes de Big Daddy´s Antiques, la grifería o dos grandes obras de arte de Jackie Leishman.

Como estilista que es, los armarios eran importantes. Para ella creó un vestidor diáfano y práctico, tan sólo con barras negras donde colgar la ropa para tenerlo todo a la vista, lo organiza por estilo y color para que le sea más fácil el trabajo. A su pequeño también le dedicó un espacio con mucho mimo, el antiguo armario con puertas correderas de espejo desapareció y en su lugar, creó una zona de estanterías para albergar juguetes, un pequeño escritorio y una zona de armario, que ahora se cierra y se abre a demanda gracias a una preciosa puerta de granero que ella misma instaló.

Como no podía ser de otra manera, en una casa en Los Ángeles, donde se disfruta del buen tiempo todo el año, los exteriores cobran un gran protagonismo. Un suelo pintado en blanco y negro por el artista Tim Nguyen, acoge una gran mesa de comedor circular y una enorme lámpara, ambas de RH. Completan el conjunto unas bonitas sillas de estética vintage en fibras de Burke Decor.

Y hasta aquí el «home tour» de hoy, una casa que me ha enamorado por su simpleza cromática y su elegancia. Aún no he visto ningún trabajo de Leanne Ford que no me encante, esta interiorista sabe lo que se hace. ¿Qué os parece a vosotros?

Fotografía: Amy Neunsinger para Domino

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Christina Cole Studio

Aunque por su carácter pueda parecer una vivienda antigua rehabilitada, se trata de un proyecto de nueva construcción. Una casa con siete dormitorios y nueve baños (ahí es nadad), a la que Christina Cole, quiso darle un aspecto atemporal, que pareciera que llevaba habitada durante años.

Desde la entrada ya se percibe su elegancia. Materiales como el mármol, la piedra caliza, el roble o el latón, elevan a esta vivienda a otra dimensión.

Cruzando la puerta de entrada te recibe una preciosa escalera curva con pasamanos de hierro. Actúa como punto focal y tan sólo es interrumpida por una mesa redonda central con un gran centro de flores. Su desnudez acentúa su belleza.

El suelo de mármol y piedra caliza a cuadros, dirigen la mirada a las áreas de más interés. Una de ellas es la cocina, donde la interiorista mezcló varios materiales para crear esa sensación de espacio vivido. En ella encontramos zonas diferenciadas, por un lado, la de preparación y cocinado de alimentos, con una gran isla que combina encimera de mármol Calacatta Caldia de la firma Signorino, con un bonito frente de latón. En esta zona, dos vitrinas en roble contrastan con la campana de obra. En otra parte de la cocina, con salida directa al jardín, encontramos un nuevo espacio de lavado, con encimera de nogal y salpicadero de azulejos de cerámica artesanal. Por último, se ha reservado toda una pared para el almacenaje, con armarios de suelo a techo y del mismo tono que la pared o la campana, de tal forma que se crea una bonita continuidad sin sobrecargar el ambiente. Mención aparte, tienen los paneles y vigas de madera del techo en este espacio.

Es en el comedor, donde más se advierte el encanto antiguo, aunque en realidad sin serlo, ya que hablamos de una casa de nueva construcción, pero donde se han combinado a la perfección, elementos clásicos, contemporáneos y rústicos, creando un ambiente ecléctico y de aspecto vivido. Sin duda donde más se aprecia es en los armarios panelados con espejos antiguos que contrastan con la gran mesa de comedor de roble en líneas rectas y modernas, así como la lámpara hecha a medida al estilo de Jean Michel Frank.

Pasamos a la sala de estar con dos grandes ventanales de acero y corte industrial, que hacen que la luz llegue a todos los rincones de la casa. Si os fijáis en este espacio, las curvas cobran protagonismo, desde el mobiliario (como el sofá, o la mesa de centro, a butaca de tejido de lana bouclè firmada por Erik Wørts Rondell o los apliques antiguos de Jamb London) y también las formas arquitectónicas, como la base de la chimenea que se alza sobre un poyete de formas redondeadas. Todo esto permite que haya una mayor fluidez y mejor circulación alrededor de cada pieza.

El elemento sorpresa lo encontramos en el despacho, donde se ha habilitado un espacio para albergar un bonito coche deportivo antiguo. Es como una obra expuesta, una escultura. Preciosa la idea siempre y cuando tengas el espacio, claro.

El dormitorio principal y el baño siguen la misma línea que el resto de la casa. Colores envolventes, textiles elegantes como el terciopelo que cubre la cama, materiales nobles (mármol y roble) y un claro propósito de seguir combinando lo nuevo con lo antiguo, por ejemplo, la mezcla de una bañera oval y corte contemporáneo, junto a un lavabo clásico en mármol y el espejo vintage.

¿Tenéis ya vuestro espacio favorito en esta maravilla de casa? Os leo en comentarios.

Fotografía: Nils Timm para Estliving

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Leanne Ford Interiors

Pretender que una vivienda siempre sea igual no tiene sentido, porque nuestras necesidades van cambiando con el tiempo y nuestros gustos evolucionan. Esto es lo que le ocurrió a la interiorista Leanne Ford con su casa de huéspedes en Pensilvania, en dos años pasó de ser un lugar rústico, en tonos tierra, con muebles antiguos y papeles pintados, a un lienzo en blanco.

La primera versión fue decorada para alojar a su cuñada durante un tiempo, así que buscaba algo muy acogedor para ella. Si pincháis aquí descubriréis cómo era la casa entonces. Para seros sincera, cuando la he visto, he pensado que tenía más carácter que la nueva, más alma, pero como he dicho antes las necesidades cambian y con ellas, nuestras casas.

En cuando su cuñada se mudó, Leanne realizó el cambio. Se trataba de simplificar y convertir este espacio en su estudio manteniendo a su vez, la función de casa de huéspedes. Para ello realizó ciertos cambios que, aun no siendo muy significativos, dieron un aspecto completamente distinto a la vivienda.

Lo primero que hizo fue abrir el espacio en la planta inferior. Donde antes había una habitación ahora hay dos sofás realizados con colchonetas apiladas, de tal manera que si se queda alguien a dormir hay capacidad hasta para cuatro personas. Las fundas de los colchones son de Crate & Barrel. También se deshizo de las baldas de la cocina ya que, siendo ahora un estudio, no necesitaba tanta capacidad de almacenaje en ese espacio.

Todo avance tiene renuncias, a veces difíciles de gestionar. Una de ellas fue decir adiós al papel pintado, e incluso a los colores tierra (que se mantuvieron en algunas zonas exteriores para no eliminarlos del todo). La suerte es que había muchas piezas antiguas que seguían encajado como sillas, taburetes, el sofá, las lámparas o los cuadros. Tener un gusto muy definido en este caso, jugaba a su favor, ya que todas sus adquisiciones en cuanto a mobiliario siguen una misma línea y aunque haya cambios, siempre hay lugar para volver a recolocar esas piezas o incluso almacenarlas para futuros proyectos.

Para unificar todo el conjunto, la interiorista pintó las paredes, el techo y las molduras en Blanco Natural de la firma Behr, dándole ligereza al espacio. Para vestir el suelo de las escaleras se le ocurrió comprar alfombras de sisal y graparlas al suelo, una forma original y más económica que hacer una moqueta a medida.

En este nuevo espacio carente de color, lo que llama la atención es el mobiliario, las texturas y la creación de rincones cuanto menos singulares. Me encanta la mesa camilla con la silla tipo Thonet del dormitorio principal, o el espacio bajo la escalera donde la interiorista ha creado un lugar de refugio que simula una pequeña casita, para su hija. También el precioso lavabo de pedestal negro del cuarto de baño, es de Noodco, y cómo se han revestido las paredes tapando el azulejo con un micro cemento de Surecrete Design que le otorga textura. El comedor es otra de mis zonas favoritas, mesa y sillas de Eneby Home, así como el banco tapizado con tela Bouclé de la entrada, de Crate & Barrel.

En definitiva, estamos ante un manto blanco donde la interiorista ha conseguido un espacio sereno y calmado, un lugar idóneo para crear.

Fotografía: Erin Ash kelly para: Domino Mgz

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Cierro por vacaciones…

Ha llegado la hora de desconectar unos días, quizás no totalmente de redes, pero al menos sí del blog, así que este será mi último post hasta que termine el mes (a no ser que me salga algún compromiso de post patrocinado o post invitado, como el anterior que acabo de publicar hoy, esos hay que sacarlos sí o sí, porque son los que dan de comer).

Pero antes de decir hasta luego, quería dejaros con una recomendación. Para el que esté por la zona, no os perdáis el Desembalaje de Torrelavega. Es una pena que hace tan solo dos semanas haya estado en Cantabria, justo en esa zona. Siempre quise ir a este desembalaje por la gran fama que tiene y ya son varios los veranos en los que coincide que algún fin de semana estoy por allí, pero nunca en la fecha indicada. Así que como sé que es una zona muy concurrida en verano, si tenéis ocasión, yo no me perdería este increíble mercado donde podéis comprar piezas de anticuarios, almonedas, tiendas retro y vintage de todo el país. Empieza este viernes día 4 de agosto, hasta el domingo 6. En este enlace os dejo toda la información, lugar, dónde comprar la entrada (5 euros por persona y día) y las 79 firmas participantes de todas las provincias españolas.

¿Os lo vais a perder? Echad un ojo al tipo de piezas que os podéis encontrar y decidme si no os entran las ansias como a mí, yo estoy por hacerme otra escapada a Cantabria :-)

Y con esta recomendación os dejo, seguiré contando cosas por Instagram, así que espero veros por allí. Tengo muchos tuneos deco que hacer en mi casa del pueblo, a ver si puedo ir subiendo cosas para que lo veáis, luego me podéis acompañar a las paradisiacas playas de Portugal, donde simplemente, me tiraré a la bartola.

¡Felices Vacaciones!

Imágenes: Facebook Desembalaje Cantrabria

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

De escuela rural a vivienda

A estas alturas de la vida del blog, sigo encontrando interioristas a los que admiro y que curiosamente, no habían pasado por aquí. Tanto buscar fuera de las fronteras, cuando tenemos lo mejorcito en producto nacional. En este caso me refiero al bilbaíno Mikel Larrinagacuya trayectoria profesional cuenta con más de 40 años. Importante también que sepáis que tiene un perrete adorable, que bien podría ser el hermano mayor de mi Titi y que se llama Pantxo :-) Esto nada tiene que ver con interiorismo, pero une mucho, qué demonios.

El proyecto que veréis hoy es una antigua escuela situada al norte de Burgos, allí donde las casas de piedra y teja se mezclan con el Románico más puro y animan a conservar el espíritu de las construcciones de antaño. Larrinaga quiso transformar la escuela y convertirla en vivienda pero recuperando los elementos arquitectónicos originales, como ventanas, vigas, el suelo,… todo data de 1936. Lo combinó a su vez, con elementos industriales (el ejemplo más obvio es la cocina) y colores neutros que transmitieran paz. El toque final, como en casi todos los trabajos del interiorista, fue una acertada mezcla con piezas de brocantes y antigüedades.

Ya en la entrada podemos ver una gran composición de láminas procedentes de un herbolario que datan de los años 60, toda una declaración de intenciones. En el comedor destaca la imponente visión de la vitrina, las sillas se compraron en un brocante de Francia y la mesa de corte antiguo y campestre, en Isabel Madinabeitia.

El salón se divide en ambientes, el comedor hacia un lado, la zona de estar y por otro, con la tarima elevada tal y como estaba en la escuela, una pequeña zona de estudio. En ella, tanto la mesa como la silla de hierro también son antigüedades. El salón, además, comunica con la cocina y un baño. Al entrar en la cocina, un imprescindible, porque ¿quién puede vivir sin pizarra en la cocina? (yo desde luego tengo una en mis dos casas), ojalá fueran como la de esta vivienda, se trata de la pizarra que encontraron en el aula de la antigua escuela, la idea no me puede gustar más. Bajo ella, una mesa de oficio adquirida en una feria de antigüedades de Francia. Respecto a la pared de enfrente, se ha respetado su aspecto original de piedra. Los muebles de acero de Ikea crean un gran contraste y para suavizar, un precioso vajillero procedente de la India, mantiene toda la loza a mano y a la vista.

En la planta superior se encuentra el dormitorio, vestido con ropa de cama de Zara Home y cojines de Vap Decoración. Aquí también encontramos antigüedades como las mesillas, de Antigüedades Cerrajería, los apliques son de Susaeta. Vemos que el suelo en el piso superior se ha sustituido por baldosas de barro artesanales, en lugar de madera.

Seguimos por el baño, incluso aquí las piezas singulares y la antigüedades siguen haciendo acto de presencia. Lo que más llama la atención es el maniquí, procede de China y lleva puntos de acupuntura. Por otro lado, el mítico taburete Tolix, versión original de un desembalaje francés. Los apliques son de Luz Bilbao y lo más sencillo el espejo, que es de Ikea.

Pero si algo llama la atención en esta casa, es su patio. En origen era una ruina adosada a la escuela, que en los años 70 se convirtió en pajar. Ahora permite tener una zona de porche con comedor más la de estar, y otra de exterior. En la zona de porche, un retablo antiguo preside el espacio de estar, con muebles recuperados de un bazar. En el otro extremo, encontramos un comedor con mesa procedente de un anticuario y sillas de brocante, junto a éstas, una cocina de obra con barbacoa.

Sé que Burgos no se caracteriza precisamente por su buen tiempo, pero en los días soleados, aunque fríos, y durante el verano, ese patio es oro puro. ¡A mí no me sacarían de ahí!

Fotografía: Montse Garriga para Elle Decor

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

La cuenta atrás para el verano

Ha comenzado la primavera y, como si de La Vecina Rubia se tratase, llevo la cuenta atrás para el verano, de ahí que haya titulado mi post igual que su primera novela (que, por cierto, si no la habéis leído os la recomiendo). Quizás todavía tengan que llegar días de frío, pero lo peor ya ha pasado. Se nota que no me gusta el invierno, ¿verdad?

Estoy deseando que llegue mañana ya que pisaré la playa por primera vez este año, me muero de ganas de ver el mar y si la temperatura del agua lo permite, también de bañarme. Es contradictorio que no soporte el frío y sin embargo cuando se trata de nadar, aguanto lo que me echen.

De ahí que hoy os traiga una vivienda con vistas al mar, es mi manera de ir abriendo boca. Se sitúa en Jávea y es la casa de vacaciones del interiorista Carlos Serra, propietario del estudio de interiorismo Mercader de Indias. Tras veranear en esta localidad alicantina durante su infancia, decidió buscar una casa para poder disfrutar de las vacaciones con propia su familia.

La vivienda sufrió una transformación completa para adaptarla a las necesidades familiares, espacios abiertos y bañados de luz, gracias a un blanco que lo inunda todo. En la planta baja, el blanco se han combinado con maderas, piedras, verdes, etc. tonos que, de una manera u otra, nos recuerdan a la naturaleza. Mientras que, en la planta superior, distintas gamas de azules toman el protagonismo, réplica del mar que se observa a través de las ventanas.

Respecto a la decoración Carlos Serra ha hecho un gran trabajo, gracias a su tienda Mercader de Indias, la casa goza de mobiliario de distintas partes del mundo: Marruecos, China, Senegal, Filipinas… lo combina con obras de arte, antigüedades y otras piezas de madera o fibras naturales. Otros muebles sin embargo, son hechos de obra, como la cocina o las repisas de los baños, sencillos y funcionales. Por la vivienda encontramos distintos elementos originales y que le otorgan mucha personalidad, véase el salpicadero de baldosa hidráulica antigua marroquí de la cocina; o la alacena del comedor, fabricada con puertas antiguas chinas y en la terraza, tres grandes tinajas de aceite antiguas.

El dormitorio principal tiene otra singularidad, la cama se apoya sobre un escritorio de obra, a modo también de cabecero. La iluminación que apoya sobre dicho escritorio da servicio tanto a éste como a la zona de descanso y dos banquetas procedentes de Túnez, son el asiento perfecto para completar el conjunto, no restan visibilidad pudiendo esconderse bajo el escritorio cuando no son utilizadas (aunque son tan bonitas que en mi opinión, es mejor dejarlas que asomen un poco para ser vistas). En el baño, un cerramiento de cristal separa la ducha interior de la exterior. Fuera, destaca la celosía obra de Patricia Urquiola para Mutina.

En todos los dormitorios de la planta superior, los textiles son los auténticos protagonistas con el azul como color predominante, haciendo referencia al mar. El baño de las niñas se ha realizado con una encimera de obra que sirve como soporte a un lavabo de cerámica marroquí, el cesto de rafia le da un toque de calidez al conjunto. Junto a estos espacios, encontramos también una sala de estar donde unas colchonetas marroquíes en color azul sobre una base de obra, hacen las veces de sofá. El toque divertido y colorido de la habitación, lo aporta la colección de máscaras mexicanas.

Y pasamos al exterior, seguramente el lugar donde pasen más tiempo de la casa. Nos encontramos un maravilloso porche con dos daybeds procedentes de India, junto a ellas, dos hamacas de caña y bambú de la firma Tine K Home y para cerrar el conjunto, las tres tinajas de aceite antiguas de las que os hablaba antes.

Yo con esto ya he abierto boca para mi fin de semana malagueño, mañana a estas horas y si Dios quiere, estaré mirando al mar…

Imágenes: Mercader de Indias y Elle Decor

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Un precioso loft en Manhattan

Hoy cambiamos el campo por un loft situado en un edificio de finales del Siglo XIX, una antigua fábrica rehabilitada en el West Village, Manhattan (Nueva York). Los encargados del proyecto fueron el arquitecto Jon Powell y el interiorista Bachman Clem, cuya premisa fue buscar espacios abiertos, informales y acogedores, lejos de la construcción barroca y compartimentada de la anterior vivienda de los actuales propietarios.

Todo el sentido de la reforma lo dio el techo que se encontraba tapado bajo montañas de yeso. Al descubrir el tesoro allí escondido, estaba claro que había que dejarlo a la vista, pero costó seis meses averiguar si tendrían la cantidad suficiente de ladrillo para reemplazar aquellos que estaban deteriorados, una vez vieron que era factible, arrancaron con el proyecto y la idea en base a la cuál ahora, giraría la vivienda.

Para simplificar y conseguir espacios abiertos, la cocina, el estar y el comedor, comparten un mismo espacio permitiendo así, que invitados y propietarios puedan interactuar entre sí. Junto a la cocina, se realizó una pequeña biblioteca y sala de estar, que se separó mediante un cerramiento fijo de acero y cristal para preservar la intimidad, un espacio para desconectar con un buen libro o ver la tele. Para equilibrar la fuerza del ladrillo, se han utilizado colores tierra tanto en textiles como en paredes, que han sido revestidas con yeso veneciano también en color beige.

La iluminación fue otro reto que se resolvió con tiras de led adosadas a las estructuras de acero que recorren la base de cada arco y algunos focos empotrados que iluminan zonas puntuales.

Para separar los espacios de día y de noche, está el recibidor, por cierto, de los más bonitos que he visto en mi vida, la gran consola es guatemalteca de principios del Siglo XX. Una gran estructura de roble se encarga de esta misión, detrás están los dormitorios, zona de almacenaje, el tocador y el lavadero, también un despacho dentro del dormitorio principal donde se vuelve a utilizar panelados de roble como recurso decorativo. En este espacio y para restar peso visual, se ha separado el dormitorio del despacho con otro cerramiento de acero y cristal, tal y como se ha hecho en el cuarto de estar.

En los dormitorios se han permitido más licencias de color, aunque siempre con tonos empolvados como el azul grisáceo o el verde, menos en el aseo, donde se ha hecho un homenaje al ladrillo del techo y se ha utilizado un potente rojo de Benjamin Moore, color favorito de la propietaria. En las zonas privadas se decidió dejar los techos con el yeso existente.

Para el mobiliario, se buscaron piezas antiguas como la consola de la entrada que os mencionaba antes; colecciones de arte procedente de los propietarios; piezas vintage de diseñadores de renombre, como las butacas del salón del brasileño Sergio Rodrigues; muebles a media, como el gran sofá del salón o los cabeceros, las camas y el almacenaje de los dormitorios realizados por Bachman Brown Design,… todo ello, siempre buscando la correcta balanza entre lo minimalista, lo antiguo y lo industrial.

¿Creéis que está conseguido? A mí sólo el recibidor ya me ha conquistado.

Imágenes: JPA y Elle Decor

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

¿Minimalismo neutro o color?

Esta mañana leía un post en la cuenta de Instagram de @antique_arte_y_deco sobre cómo introducir color en nuestra decoración. Si aún no les seguís os lo recomiendo, porque además de vender unos muebles maravillosos, ofrecen grandes ideas de cómo introducir este tipo de piezas con tanta personalidad en nuestros hogares.

Diría que hay una tendencia clara al minimalismo, pero no entendido como antaño – frío e impersonal – sino todo lo contrario. Ahora nos encontramos con espacios limpios, muy confortables, con elementos que recuerdan a la naturaleza sobre todo a través de las texturas (maderas, revestimientos, textiles, colores…) que hacen que esta forma de decorar se haya convertido en un verdadero boom. Lo que transmite, sobre todo, es una sensación de confort y paz infinita.

Pero por otro lado ¿Quién es capaz de renunciar al color para siempre? ¿a esas piezas que te hacen vibrar y decir «¡aquí estoy yo!» y que son protagonistas indiscutibles del espacio? Esas que cuando entras en una habitación acaparan todas las miradas, porque te cuentan una historia, porque depende del color que tengan van a definir el resto del espacio convirtiéndolo en elegante, retro, contemporáneo, infantil, natural,… o cualquier otro adjetivo que se os ocurra.

Todos tenemos temporadas en la vida, los gustos cambian o quizás son las situaciones las que te hacen cambiar. Estoy en un momento en donde sólo busco tranquilidad, así que confieso que estos espacios tan serenos y minimalistas me atraen un montón, cada vez quiero menos ruido visual, menos cosas, e incluso menos espacio, no quiero ser esclava de lo material. Un momento de mi vida donde claramente, menos es más. Os contaré una anécdota, mi cachorro se ha comido buena parte de los muebles del salón y la cocina, la gente me pregunta si no me da rabia con lo que soy para la decoración, no es que salte de alegría, pero el amor que recibo del perrete me compensa con creces las «rastas» que ha dejado en la tapicería de mi butaca francesa o la media alfombra comida del salón, por poner dos ejemplos. Quizás la pequeña también piense que menos es más y me está ayudando a redecorar :-)

Lo ideal para mí, sería tener un lienzo neutro para poder añadir una pieza en color, que no tiene por qué ser algo estridente, de esta manera no te cansas y el espacio se sigue viendo como algo minimalista. Para ello se puede emplear una pieza en verde (que nos recordará a la naturaleza) o en tonos como el negro, grises o azules oscuros (que sencillamente elevará la elegancia de nuestro espacio), de esta manera estaremos introduciendo color en alguna pieza focal, sin romper la armonía minimalista y neutra que queremos mantener.

En el post veréis un proyecto de 7 apartamentos construidos por Terreo Studio en Tulum (México) y al final del mismo, una cocina de inspiración rústica, pero muy sencilla y con una alacena protagonista en color azul, de Antique Arte y Deco. ¿Con qué estilo os quedaríais?

Imágenes: Dwell

El color en una pieza única y protagonista dentro de un ambiente neutro, es maravilloso. Realmente tiene muchísima más personalidad ¿no creéis? Es el combo perfecto.

Imágen: Antique Arte y Decoración

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.